De los coche eléctricos y bonos en taxis a las servilletas turísticas
Carmena avanzó una serie de planes que estudia implantar en la capital española
La nueva política madrileña pasa por sellar en las servilletas de los bares imágenes icónicas de la ciudad o llevar un servicio como la bicicleta pública de alquiler a los coches eléctricos en régimen de arrendamiento. La alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, avanzó ayer una batería de medidas que estudia implantar el Ayuntamiento en un futuro no muy lejano. Puede que sean sugerencias, como ayer indicó que era la polémica implantación de cooperativas de madres y padres para limpiar los colegios que anunció en junio, o puede que sea una realidad a muy corto plazo.
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Carmena llegó al Casino de Madrid en autobús desde Cibeles, acompañada por Rita Maestre y su equipo de prensa. No hizo declaraciones a los medios a la entrada, se guardó todas sus palabras para dictarlas desde el estrado. Se sentó a almorzar en la mesa presidencial con la presidenta editora de ABC, Catalina Luca de Tena; el presidente de honor de Vocento, Santiago Bergareche; el director de ABC, Bieito Rubido, el presidente de Deloitte, Fernando Ruiz, y el exdirector de ABC, Ángel Expósito, entre otras personalidades. Después de intercambiar su discurso, cerca de las tres de la tarde compareció ante la audiencia de la Sala Real. Cuando Carmena tomó la palabra anunció una las iniciativas que, en algunas ocasiones, desató las risas de los asistentes y la sala de prensa al sonar a un conocido «pim, pam, propuesta» .
Funcionarios «más activos»
Reveló que ya está en marcha «una nueva cultura de los funcionarios» para que sean «más dinámicos, más activos».
No quiso llamarles vagos, que fue a lo que sonó inicialmente. Rápidamente precisó su explicación: «Cuando un Ayuntamiento necesita externalizar –haciendo mención a los anteriores gobiernos municipales del PP–, los funcionarios trabajan controlando a los contratistas» ; «podemos tener a 30-35 funcionarios controlando los indicadores de los contratos de limpieza. Muchos son ingenieros», enfatizó.
Fue entonces cuando apuntó que ella prefiere que esos trabajadores públicos se dediquen, por ejemplo, a la comunicación del turismo de la ciudad. «A mí me encantaría que en los bares de Madrid, las servilletas que se utilizan no fueran de una empresa , sino del Ayuntamiento con dibujos de turismo. ¿Quién se ha puesto a pensar en eso? Nadie. Queremos una administración más tranquila».
Bolsas con anagramas
Expósito, que transmitía las preguntas de los asistentes le protestó: ¿Quién lo paga?. «El bar o el Ayuntamiento mediante acuerdos», contestó Carmena y volvió a lanzar otra idea: «Estamos pensando para impulsar el comercio minorista tener unas bolsas con anagramas de Madrid que llamen la atención y que hace que el que compra se dé cuenta de que no solo compra ese objeto, sino que detrás de ese objeto hay mucha iniciativa, mucho afán de extender, demostrar lo que es Madrid».
Refiriéndose al modelo de gestión de los servicios del Consistorio también avanzó un plan: «Estamos empeñados en plantear un debate público sobre qué es lo más eficaz, si la externalización de los servicios del Ayuntamiento o lo más eficaz es la remunicipalización. Lo vamos a ir viendo. Vamos a estudiar los aspectos positivos que tienen una y otra alternativa». Se basó en la experiencia negativa de la limpieza, pero este anuncio marcaba una clara diferencia con la línea que recoge programa de Ahora Madrid, que apuesta por hacer públicos los servicios de la limpieza o la recogida de basuras.
Oficina para la inversión
El Foro ABC-Deloitte fue el lugar donde también dijo que se va a habilitar una oficina para que los ciudadanos opinen sobre qué invertir en la capital . Estará ubicada en la sede del Ayuntamiento, en el Palacio de Cibeles, en CentroCentro.
Para terminar, culminó su serie de proyectos inmediatos advirtiendo de que crearía un listado de 22.000 niños filiados de la capital indicando su estado nutricional. «Estos niños van a tener una revisión pedriática y vamos a ver qué necesitan y luego –suspiró– respiraremos tranquilos. No hagamos debate sobre esto. Los tenemos allí con nombres y apellidos».