Solo el 54% de los alcaldes de las grandes ciudades ha trabajado al margen de la política

Veinticinco de los dirigentes de los ayuntamientos con más de 120.000 habitantes ha dedicado prácticamente toda su vida a lo público

Solo el 54% de los alcaldes de las grandes ciudades ha trabajado al margen de la política

laura l. caro

Poco más de la mitad de los alcaldes de las grandes ciudades españolas (53,7%) ha tenido una trayectoria profesional estable al margen de la política, la mayoría en el ámbito de la docencia o la abogacía, y solo un 11% de ellos acumula una experiencia laboral continuada en contacto con la economía real. Los datos son resultado del análisis de los perfiles de quienes están al frente de los 54 Ayuntamientos con más de 120.000 habitantes, instituciones desde las que se gestionan derechos y servicios de máxima proximidad que afectan a 17,6 millones de españoles que, según el INE, se ganan la vida desarrollando empleos entre los que constan como los más habituales el comercio –que incluye a los dependientes–, la industria manufacturera y la hostelería.

Pero del estudio realizado por ABC se desprende que 25 de estos alcaldes (46,3%) han ligado fundamentalmente su vida a la política o el sector público, bien mediante el ejercicio de sucesivos cargos electos, de confianza, o procedentes del funcionariado en las administraciones. Un mapa así cuestiona que el nuevo mantra que predica la cercanía de los dirigentes a la calle se haya traducido tras las elecciones locales de junio en la llegada a los principales ayuntamientos de representantes que se parezcan a la sociedad más de lo que se parecen entre sí.

La impresión de que provienen siempre de las mismas disciplinas, de los mismos ámbitos no ha mejorado con la irrupción de las nuevas opciones de corte populista. Por la naturaleza de sus candidaturas, los siete alcaldes vinculados a las plataformas donde está Podemos y Compromis no tienen pasado político como electos – a excepción de Joan Ribó, que fue diputado por EUPV y concejal en Valencia–, pero sí reproducen un esquema extraordinariamente común en los partidos clásicos: vienen del mundo de la enseñanza y el Derecho, a los que es bastante posible poder regresar.

Que la élite política municipal no refleja al conjunto del país se evidencia también en que sólo 10 de 54 grandes alcaldes son mujeres (14,8%), algo que cuestiona las promesas de igualdad en los puestos de máxima responsabilidad. Por exceso, tampoco representan a los españoles en cualificación académica: un 89,2% de ellos tiene estudios superiores –siete además son doctores y tres, los de Málaga, Lérida y Marbella, dobles licenciados y doctores– cuando el promedio de universitarios en el conjunto del país era en 2014 del 37%.

Bucear en el pasado laboral de los representantes públicos no es fácil. Este diario ha recurrido como fuente prioritaria a partidos políticos y ayuntamientos en busca de precisiones sobre el oficio de los alcaldes antes de serlo y ha comprobado que la transparencia al respecto mengua cuanto más pobre es la hoja de empleos del afectado. Particularmente si no se ha realizado ningún trabajo en el sector privado. Consistorios como el de Barcelona o Sevilla no han contestado, otros han esquivado la cuestión clave de la trayectoria fuera de la política, que ha habido que despejar en plataformas online de contenido político y otras fuentes abiertas.

Una vida en lo público

Ser un «político profesional» ya no vende. Y se nota. Pero hay «políticos de toda la vida» entre los principales munícipes, trece alcaldes –7 del PPy 6 del PSOE– cuyas carreras se singularizan por encadenar una media de 22,6 años de cargos públicos electos como diputados, senadores, concejales con cartera o incluso ministros. Los de Vigo , Fuenlabrada, Dos Hermanas y Granada lo han hecho durante más de 30 años, y los de Elche, Móstoles Almería, Burgos y Salamanca, superan las dos décadas en esas tareas.

Aunque más jóvenes, los de Tarrasa (35 años), Alcorcón (42) y Santander (44) presentan también ya trayectorias muy dilatadas en la política que, además, estuvieron precedidas de afiliaciones y responsabilidades muy tempranas en sus respectivos partidos.

Las actuales grandes Alcaldías de España –3 del PSOE, 2 del PP y una de CC– se han nutrido además de nombres cuya inmersión en la política no tuvo origen en las urnas, sino en las designaciones «a dedo»: asesores, consejeros, jefes de gabinete , de departamentos en la administración... Ejemplo son los de Sevilla, Málaga y Parla, que disfrutaron antes de alcanzar el sillón municipal de muchos puestos de confianza, en el caso de los tres muy ligados a sus cualificaciones académicas. El primer edil de Tenerife dirigió varias consejerías en el Cabildo antes de mudarse al ámbito de lo local. La alcaldesa de Jerez tenía 23 años cuando fue puesta al frente de una fundación pública y la de Getafe aparcó tres años como abogada para convertirse con 27 en la responsable de Relaciones Institucionales de su ayuntamiento.

Dentro del binomio política-administración, cabe mencionar a los funcionarios: quien hoy es alcalde de Bilbao lo fue de su Diputación con 25 años, igual que la alcaldesa de Córdoba, que ganó la plaza cuando ya llevaba a suelo de la institución cuatro años. La de Hospitalet obtuvo la suya también en la Corporación Provincial con 22 años. Funcionarios son también el alcalde de Vitoria, que lo consiguió después de haber sido procurador de las juntas Generales; y el de Albacete, que lo es por partida doble: autonómico y del Estado.

El mapa de los alcaldes que han tenido menos contacto con la economía privada lo completa la primera edil de Barcelona, cuyo ayuntamiento no ha despejado a requerimiento de este diario cuál la profesión de la dirigente o cuantos años la ha desempeñado. Fuentes abiertas y la descripción biográfica propia identifican que su empleo remunerado más estable ha estado en la órbita del activismo en ONGs financiadas bien por subvención, bien por donaciones.

Esta trayectoria sin trabajo preciso de la dirigente de la Ciudad Condal contrasta con la de los otros seis hombres y mujeres que, como ella, han accedido a través de los nuevos partidos a la élite de los ayuntamientos . En el currículum de la alcaldesa de Madrid hay 45 años de ejercicio de la judicatura; el de Zaragoza , abogado penalista, ha desempeñado la docencia universitaria 25 años; 13 el de La Coruña ; 30 el de Valencia combinados entre enseñanza Superior y Secundaria, un ámbito donde la primera edil de Badalona ha servido 39 años. Profesor de instituto es también el de Cádiz, aunque tras nueve trabajando y de haber conseguido plaza en propiedad, en 2012 se liberó como sindicalista.

La importancia de estos alcaldes no es menor. Mandan solo en 11,1%, de los principales Consistorios –entre ellos los tres más grandes de España–, pero desde ellos se gobierna a 8,6 millones de censados, el 18,3 de la población del país.

Como ya se ha expuesto, comparten con los representantes de los partidos clásicos su extracción de los espacios del Derecho y la docencia, de los que en total proceden 21 de los 29 jefes de Corporación examinados con biografía laboral propia fuera de la política. Profesores de universidad son los de Murcia (suma 20 años); Alicante (su ayuntamiento no ha precisado fechas); Oviedo (35 años); Badajoz (12 años); Mataró (7 años), Lérida (29 años) y la de Castellón (14 años), estos dos últimos en tiempo presente, puesto que simultanean las Alcaldías con sus clases. De la Secundaria proceden los de Pamplona (24 años) y Marbella (10 años). El de San Sebastián impartió lecciones en el Instituto de Márketing del País Vasco (8 años) y el de Tarragona tiene su plaza vinculada a la educación en la ONCE (durante 12 años), que compatibilizó con su larga carrera municipal hasta 2004.

En el campo de la abogacía han desarrollado sus trayectorias los alcaldes de San Cristóbal de La Laguna (20 años); Logroño (6 años y medio); Huelva (14 años) y Valladolid (20 años), que también ha trabajado como actor en importantes compañías de teatro.

No es la heterogeneidad profesional, por tanto, lo que caracteriza a los mandatarios de las 54 grandes ciudades. Fuera de lo detallado, como empleada pública no adscrita a la Administración, la alcaldesa de Gijón ha sido médico cirujano durante 22 años; el alcalde de Cartagena se ha ganado 30 años de vida en la empresa cafetera familiar 30; desde que cumplió los dieciocho; y el de Sabadell ha sido once años gerente de varias farmacias y gestor en la industria farmacéutica. Figuran como autónomos los de Palma de Mallorca (10 años) y Leganés, que ha desarrollado a lo largo de seis años proyectos de innovación empresarial. El de Las Palmas de Gran Canaria ejerció como técnico de Prevención en una empresa de salud laboral, aunque su ayuntamiento ha revelado cuándo, y el de Alcalá de Henares trabajó seis años como directivo en el ámbito del cooperativismo agrario.

Solo el 54% de los alcaldes de las grandes ciudades ha trabajado al margen de la política

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación