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Miguel Ángel Revilla, el presidente que nunca ganó

«Como España es un país en el que las elecciones ya no se ganan ni con gestión ni, mucho menos, debatiendo en el Parlamento, él ha vuelto»

Miguel Ángel Revilla, el presidente que nunca ganó efe

por ramón pérez maura

Cuando Miguel Ángel Revilla salió del Palacio de La Zarzuela el pasado miércoles, se paró ante los periodistas que aguardan en la entrada de Somontes para hacer lo que nadie hace: contarles lo que el Rey le había dicho sobre la actualidad política. Tan satisfecho estaba con su iniciativa, que cuando preguntó a los cámaras de televisión dónde querían que se pusiera, le señalaron un lugar en el descampado y uno le dijo «allí, donde la piedra». La piedra era una forma de señalar el lugar; el trozo de roca tenía una superficie de no más de 20 X 30 centímetros. Sobresalía del suelo apenas unos centímetros. Hasta ella llegó Revilla, quien preso de la inseguridad derivada de haber sido fotografiado bajo la mirada del Rey, se subió al pedrusco y no se movió de él en toda su diatriba. Ganar cinco ó seis centímetros de altura le da seguridad.

Lo primero que inquirieron a Revilla fue si el Rey le había preguntado por el taxi. Y dijo que el Rey no lo había hecho porque él siempre ha utilizado ese transporte en Madrid y el Rey ya lo sabe. Cierto. Todo el mundo lo sabe. Lo que quizá no saben tantos es que Revilla combina el taxi con los hoteles cinco estrellas gran lujo como el Occidental Miguel Ángel. Que no haya lugar a equívoco. A mí me parece perfecto que el presidente de un gobierno regional se hospede en hoteles de cinco estrellas. Pero no que se las den después de austeros que van en taxi. Como puede verse en las facturas del hotel publicadas en www.revillaleaks.com la habitación habitual variaba entre una Deluxe/HD y una Royal Junior Suite. A pesar del buen hospedaje, alguna noche debía sufrir de insomnio , como la madrugada del 1 de diciembre de 2010 cuando le cargaron una película de tanta calidad que el contribuyente pagó por ella 12 euros más el 18 por ciento de IVA.

Sin palabra

Miguel Ángel Revilla tiene una característica única en España. Ha sido presidente tres veces sin haber ganado nunca una elección . Lo que sumado a ocho años como vicepresidente del Gobierno cántabro con el PP hará veinte años en el poder cuando concluya la presente legislatura. Su primer mandato como presidente fue de 2003 a 2007. El domingo 11 de junio de 2006 declaraba a «El Diario Montañés» que no sabía si se presentaría en 2007, pero que si lo hacía sería su última legislatura. Un hombre de palabra. Se presentó en 2007... 2011 y en 2015. Por ahora.

El historial de su incontinencia verbal es proverbial. Es célebre su declaración el 24 de octubre de 2009 en Telecinco donde, deseoso de respaldar a Zapatero , explicó que en España el paro era tan alto por que hay millón y medio de desempleados que «al cabo de un año [de paro] coge costumbres nocivas, como salir por las tardes a jugar la partida o al bingo». Y claro: no quieren trabajar.

El Rey ya tuvo una primera cata del tipo de personaje que es Revilla cuando con motivo de la boda de los Príncipes de Asturias el ya entonces presidente cántabro se explayó en los medios explicando quiénes aguardaban en el mingitorio del Palacio Real a que concluyese su micción el Rey Harald de Noruega. Con buena razón Antonio Burgos otorgó entonces a Revilla la condición de «Maestre de la Orden de la Meada». El nombramiento era idóneo para el hombre que el 9 de septiembre de 2014 se presentó en el velatorio de Emilio Botín en mangas de camisa. De camisa... de manga corta.

Cuando el año pasado abdicó Don Juan Carlos, el Gobierno cántabro del PP propuso que el Parlamento formado entonces por PP, PSOE y PRC, hiciese una declaración institucional de reconocimiento al Rey saliente. El PRC de Revilla, por boca de Rafael de la Sierra, hoy consejero de la Presidencia, dijo que era demasiado pronto para hacer una declaración así. Y no la hubo.

En los estudios de televisión fraguó su amistad con Pablo Iglesias . Una relación que ha resultado provechosa para ambas partes. Revilla aconsejó a Iglesias en su primera cita electoral, las europeas de 2014. Y de las filas de Revilla ha salido el líder de Podemos en Cantabria, el hoy diputado José Ramón Blanco Gutiérrez, que en las municipales de 2011 fue candidato en la lista del PRC al ayuntamiento de Rionansa. Y claro, gracias a la abstención de Blanco Gutiérrez y los suyos, Revilla es hoy presidente de Cantabria .

Revilla fue vicepresidente de Cantabria entre 1995 y 2003, gobernando en coalición con el PP. ¿Qué llevó a la ruptura? En las elecciones de 2003, el PP logró 18 diputados, el PSOE 13 y el PRC 8. Para reeditar la coalición, Revilla exigió ser presidente a lo que el PP se negó y el PSOE aceptó. ¿Resultado? El PSOE ha pasado a ser desde entonces la tercera fuerza en el Parlamento de Cantabria.

Cuando perdió las elecciones de 2011 el duopolio televisivo hizo de él parte de su espectáculo del prime time. Y como España es un país en el que las elecciones ya no se ganan ni con gestión ni, mucho menos, debatiendo en el Parlamento, él ha vuelto .

Miguel Ángel Revilla, el presidente que nunca ganó

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