Borrell admite que los partidos no han combatido la creación de los mitos independentistas

Josep Borrell ha admitido este jueves que en la sociedad catalana, hasta ahora, solo ha habido un discurso, que ha cristalizado, y que es el culpable de que actualmente partidos como el de Artur Mas vendan «mitos» y «mentiras» para conseguir sus objetivos. El expresidente del Parlamento Europeo también ha admitido que no ha habido nadie que lo contrarrestara y que quizás sea «tarde», pero hay que intentarlo ahora .

«Hemos dejado [que ese discurso] engordara y que creara un estado de opinión ahora difícil de desmontar », ha dicho Borrell en una rueda de prensa de un curso en el que participa en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo ( UIMP ) dirigido por Carme Chacón, Dilemas de la cohesión territorial en España . «Ahora poco importa repartir las culpas de lo que hicieron los partidos políticos» , ha dicho en referencia a la pregunta de a qué se dedicaban mientras los mitos separatistas «cristalizaban»; « ahora hay que solucionar el problema con planteamientos y con razones , hay que contar la realidad».

Sin embargo, sí que ha admitido parte de la responsabilidad de no haber frenado el desarrollo de los argumentos con los que ahora los partidos separatistas agitan a la sociedad . «Teníamos todos que haber contrarrestado esas falsedades que nos contaban, diciendo que no eran ciertas, pues ahora quizá sea tarde para desmontar algunos de esos mitos », ha señalado.

El exministro socialista ha llamado al resto de la sociedad a «hacer el esfuerzo de racionalizar y de contrastar argumentos porque en base a eso la gente va a tomar la decisión e ir a votar», y se preguntaba cómo es posible que Artur Mas y Oriol Junqueras hayan estado tanto tiempo « engañando a los catalanes, contando cuentos y cosas que no son ciertas ».

En el mismo sentido se pronunció el día anterior Carme Chacón , que pidió al presidente de la Generalitat y «a sus amigos que han puesto en marcha el proceso independentista» que «dejen de manipular y que dejen de mentir» a una sociedad que durante los últimos cinco años ha estado sufriendo sus «métodos» para conseguir un objetivo que «solo una pequeña parte de la sociedad catalana» comparte.