La cruzada de Pablo Iglesias contra los «cenizos» y «pitufos gruñones» de IU
El secretario general de Podemos ataca duramente a quienes le piden que participe en una candidatura de unidad popular
Podemos convirtió el ceño fruncido de Pablo Iglesias en una sonrisa porque se dieron cuenta de que no podían estar siempre enfadados. Demasiado tiempo llamando casta a quienes ocupaban los cargos públicos, como ellos ahora. Demasiado tiempo llamando corruptos e inútiles a los políticos. Así que la cara de chico malo que incluyó Podemos como logo en las listas de las elecciones europeas luce ahora una sonrisa: «Queremos recuperar la frescura, la audacia». Y una semana después comenzaron los insultos a Izquierda Unida.
«No quiero que cenizos políticos , que en 25 años han sido incapaces de hacer nada, no quiero que dirigentes políticos de Izquierda Unida, que son incapaces de leer la situación política del país, se acerquen a nosotros», dijo en una entrevista horas después de posar sonriente junto a Alberto Garzón , candidato de IU a las elecciones generales.
La reunión entre los dirigentes de Podemos e IU se celebró a finales de junio, con Iglesias estrenando su nueva estrategia de comunicación para las elecciones generales. Fue un mero trámite . Garzón planteó al secretario general de Podemos una candidatura unitaria de las fuerzas de izquierdas, pese a que conocía la respuesta de antemano. Iglesias le dijo que no, y al día siguiente le llamó conformista, y eso que son «compañeros y amigos».
Fue mucho más duro con Cayo Lara , coordinador federal de IU, representante del «típico izquierdista tristón, aburrido, amargado», que da por hecho que «no se puede cambiar nada», auqe «aquí la gente es imbécil y va a votar a Ciudadanos». «Podéis cantar la Internacional, tener vuestras estrellas rojas... yo no me voy a meter con eso. No quiero hacer política con eso. Dejadnos vivir a los demás. Nosotros no queremos hacer eso, queremos ganar».
Qué tiempos aquellos en los que el «tonto» y el «subnormal» era Antonio Miguel Carmona . Cuando Esperanza Aguirre era «corrupta» y «gentuza». Cuando Artur Mas y Jordi Pujol eran «ladrones» y «traidores». Cuando se reía de Pedro Sánchez : «Sabéis que mi serie preferida es Juego de Tronos, ¿y la de Pedro Sánchez? ¡Perdidos!» Cuando el PP era una «mafia».
Ahora a Podemos le ha salido un Podemos, y la lengua viperina de Pablo Iglesias tiene como víctima a la izquierda que no comparte su estrategia. Sometido al desprecio de Iglesias, Garzón promueve un proyecto de unidad popular, «Ahora en Común» , para las generales. Es una propuesta embrionaria a la que se han sumado cargos de IU, Equo, de las candidaturas municipalistas que triunfaron el 24-M, de los artistas que auparon a José Luis Rodríguez Zapatero e incluso de cargos de Podemos. Entre todos han conseguido poner nervioso a Iglesias, que no va a ceder a ningún «chantaje» del «pitufo griñón».
«Cuando nos presentamos dijo que habíamos venido a dividir la izquierda. Dijimos: ¿Por qué no hacemos unas primarias abiertas para generar un revulsivo en las elecciones europeas? Nos dijo el pitufo gruñón: Mal. Las primarias es cosa de americanos. Entonces hablamos de casta para señalar a las élites políticas y financieras y dijo: mal. Casta no. Lo que hay es lucha de clases. Y le dijimos: hemos leído a don Carlos (Marx) , a don Vladimir (Lenin) y no sirven para colgarlos en las paredes sino para analizar la realidad. ¿Qué nos dijo? Marxismo, el que tengo aquí colgado, en la pared», dijo Iglesias en un mitin en Vallecas. «No te enteras pitufo gruñón, no les vamos a regalar nuestro país nunca más a los de arriba».
«Los revolucionarios de verdad —dice el secretario general de Podemos—, no los de las banderitas y los posters, saben que hay que tomar decisiones difíciles».
Pablo Iglesias ha reconocido en varias ocasiones que su exceso de soberbia y arrogancia son su principal debilidad.
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