Rajoy se rectifica
En el último mes, el Presidente ha concedido tantas entrevistas como en el último año; y hasta se esfuerza por sonreír
Del plasma al directo, del encierro en La Moncloa a pisar la calle. Mariano Rajoy ha cambiado su «chip» desde el descalabro del PP en las elecciones municipales y autonómicas . Consciente de que las generales se presentan como una batalla de todos contra él, se está regenerando, no se sabe si tanto como la reforma «enérgica y suficiente» que José María Aznar pidió en la portada de ABC y bastantes altos cargos de su partido solicitan en voz baja, pero sí de forma novedosa para lo que han sido sus costumbres en los últimos cuatro años.
Su agenda está llena de actos en la calle. Ayer mismo les tocó el turno de concentrar su atención a las víctimas del terrorismo. Los ministros tienen órdenes de pasarle el balón para que remate y anuncie cualquiera de las buenas noticias que está por producir su Gobierno de aquí a las elecciones generales. Ya no recorre los pasillos del Congreso a paso rápido; ahora saluda a los periodistas e incluso se para a hablar con ellos sin prisas. En el último mes ha concedido tantas entrevistas como en el último año. Y hasta se esfuerza por sonreir, como le vimos hacer ante Pedro Piqueras el lunes cuando su entrevistador le formula una pregunta que no le gusta.
El cambio, dicen sus colaboradores, lo decidió él mismo después de desmenuzar los resultados del 24-M y los sondeos que dejan constancia de que su popularidad actual es la más baja registrada por cualquier presidente del Gobierno de la Democracia. En las próximas elecciones de carácter nacional todo el peso recaerá sobre él y para no andarse con rodeos se ha convertido en el jefe de su campaña , una cuestión de la que tiene experiencia: ya dirigió la que consiguió la mayoría absoluta para Aznar en el año 2000. Así interpretan en el PP el nombramiento de Jorge Moragas, su jefe de Gabinete, para ese puesto.
« Ha tomado personalmente las riendas de su campaña, sin duda alguna », asegura uno de los ministros mas allegados a él personalmente. Desde que así lo decidió no se pierde una reunión semanal con el comité de dirección del PP en la sede de Génova, donde se ha vuelto a reabrir su despacho. La campaña ya está en marcha y para empezar consiste en un todos contra Rajoy de lo que este es consciente: Pedro Sánchez dirige hacia él todos sus dardos, Pablo Iglesias le trata como su único oponente y hasta Albert Rivera está haciendo creer que Ciudadanos podría apoyar a otro candidato que no sea él si hacen falta sus votos para elegir al próximo presidente del Gobierno. «Ya sabe que es difícil, pero Rajoy está muy animado, con ganas; esto se pone bien», dice su amigo ministro.
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