Errejón acudió el jueves a la ocupación del edificio de los Capriles en Madrid
El fondo venezolano compró el inmueble al Ayuntamiento en 2014 por 1,7 millones de euros

El colectivo Patio Maravillas exigirá al Ayuntamiento de Madrid que les entregue el edificio «okupado» el pasado jueves en el barrio de Malasaña , pese a que el Consistorio se lo vendió a un fondo de capital venezolano el año pasado.
Este será uno de los primeros retos que tendrá como alcaldesa Manuela Carmena: debe decidir entre respetar la propiedad privada o ceder a las pretensiones de los okupas . Fuentes de este colectivo han asegurado a ABC que van a exigir al Ayuntamiento que el edificio de convierta en un centro social «autogestionado por el colectivo Patio Maravillas». Este grupo fue desalojado el pasado jueves del inmueble que ocupaban en el número 21 de la calle del Pez y unas horas después ya se habían instalado en el número 9 de la calle Divino Pastor, en el corazón del barrio de Malasaña. El acto de ocupación contó con un asistente de la relevancia de Íñigo Errejón , número dos de Podemos, como revela la fotografía que publica ABC. Esta es la tercera sede del Patio Maravillas desde que en 2007 ocuparon el colegio sito en el número 8 de la calle del Acuerdo.
El ayuntamiento madrileño, regido por Ana Botella, sacó el edificio a subasta pública por tres millones de euros, pero no hubo interesados. Tras reducir el precio, el Consistorio llegó a un acuerdo de venta directa a la mercantil Fernando VI 10 S.L ., que pagó por el inmueble, de 2.000 metros cuadrados, 1,7 millones de euros, según documentos recabados por ABC.
Familia lejana del opositor
Esta empresa pertenece a la familia venezolana de los Capriles, familiares lejanos del líder opositor Henrique Capriles Radonski, dos veces candidato a las elecciones generales venezolanas y gobernador del Estado de Miranda. Miguel Ángel Capriles López, primo tercero del político, encabeza en España un «holding» de más de una decena de empresas que ha realizado importantes inversiones inmobiliarias.
Tras la compra, certificada ante notario el 1 de agosto de 2014, el fondo veenzolano presentó un proyecto en el Ayuntamiento para convertir el edificio, antiguas oficinas del área de Medio Ambiente de la capital, en apartamentos turísticos . También presentaron una segunda propuesta para construir viviendas residenciales.
Entretanto, el colectivo Patio Maravillas se ha hecho fuerte dentro. Los propietarios enviaron unos emisarios el pasado viernes, pero los okupas les dijeron «que se entiendan con el ayuntamiento , que reviertan la operación o les compensen», según fuentes de este colectivo.
Patio Maravillas justifica su acción porque el número 9 de la calle Divino Pastor «era un edificio público y se vendió a fondos buitre para pagar la enorme deuda del ayuntamiento» , dicen. Esto les daría «legitimidad» para ocupar una propiedad privada. Niegan que la identidad de los actuales propietarios haya tenido importancia a la hora de decidir la «okupación».
La patata caliente está en manos de la debutante alcaldesa , que si se pone de lado de los okupas mandará un mensaje muy poco tranquilizador a inversores entranjeros como los Capriles, que están contribuyendo a la recuperación del mercado inmobiliario. El Registro Mercantil de Madrid refleja que el cien por cien de las acciones de la sociedad compradora, Fernado VI 10 S.L., pertenecen a Invecap Inversiones Inmobiliarias, una sociedad cabecera de los Capriles en España que cuenta con un capital social de catroce millones de euros.
El dilema de Carmena
Por contra, si Carmena no negocia con los propietarios para entregar el edificio a los «okupas», se enfrentará con su propio colectivo de votantes y simpatizantes.
Patio Maravillas insiste en que el edificio estuvo vacío «diez años» antes de la venta , aunque fuentes del fondo comprador aseguran a ABC que sólo un año antes hubo oficinas operativas del Ayuntamiento de Madrid. Este diario no ha podido confirmar estos extremos con el Ayuntamiento de Madrid debido a que ayer, por los efectos del cambio de gobierno municipal, aún no había portavoces autorizados.
El edificio, construido en el año 1985, cuenta con 2.001 metros cuadrados repartidos en un sótano-garaje, planta baja y cuatro alturas. Según datos del Catastro, las oficinas se erigen sobre una parcela de 408 metros cuadrados. Desde el pasado jueves, en la fachada cuelgan pancartas en las que se lee «Estás en un espacio feminista» y «15M Asamblea Popular».
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