Llamazares se despide del Congreso tras 15 años
En estos «malos tiempos para el parlamentarismo» pide que no haya «ni restauración ni cirujanos de hierro»
Después de 15 años ocupando escaño en el Parlamento, Gaspar Llamazares se ha despedido este jueves, al filo de las dos de la tarde, con una intervención en el debate de proyecto de Ley de modificación de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. En sus últimas palabras, ha aludido a los «muy malos tiempos para el parlamentarismo» para a continuación pedir que no haya «ni restauración ni cirujanos de hierro, porque no los necesitamos».
Con sus deberes hechos y muy sereno, Llamazares empezó por el asunto que le llevaba por última vez hasta el Hemiciclo de la carrera de San Jerónimo: la modificación de la Ley de Enjuiciamiento criminal. «Una oportunidad perdida», dijo, como otras muchas reformas judiciales, un campo en que a su juicio en el PP «la ambición se ha convertido en un ratón».
Sus últimos minutos de intervención fueron para despedirse de todo el personal que trabaja en el Congreso , a quienes agradeció su trato; y a sus señorías, a quienes dijo: «Me han enseñado ustedes a pensar más globalmente de lo que pensaba, a deliberar, a conceder y a ceder».
Aseguró que «tenemos muy malos tiempos para el parlamentarismo, pero este sigue siendo el centro de la vida política democrática», dijo. Y avanzó: «En nuestras manos está hacer los cambios necesarios para que el Parlamento siga estando en el centro de la vida democrática del país», y para que «no haya ni restauración ni cirujanos de hierro, porque no los necesitamos».
El presidente del Congreso, Jesús Posada, dijo «lamentar profundamente la pérdida de su condición de diputado» y le deseó lo mejor. Los abrazos de sus compañeros de bancada cerraron el acto, en el que Llamazares fue aplaudido por los -escasos- asistentes al pleno.
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