las insidias del pnv

De «máquina que genera odio» a «grupo terrorista»

El PNV nunca ha querido la derrota policial de ETA, y por ello lleva décadas exigiendo la retirada de la Guardia Civil, 209 de cuyos agentes fueron asesinados por la banda terrorista

De «máquina que genera odio» a «grupo terrorista» abc

j. pagola

La decisión del Gobierno vasco de colar en su página web a la Guardia Civil como «grupo terrorista» ha provocado indignación, no solo entre los agentes del Instituto Armado y sus familiares, sino fundamentalmente en la opinión pública. Es el colofón de una campaña de calumnias que se inició hace décadas y que tiene como objetivo erradicar a la Benemérita de las tierras vascas. Su presencia, como la de la Policía Nacional, recuerda que ETA ha sido derrotada policialmente, algo que nunca ha querido el partido fundado por Sabino Arana.

«A mí me produce mucho miedo pasar por el cuartel de Inchaurrondo», llegó a decir el entonces diputado del PNV José Juan González Txabarri en el Congreso, en mayo de 1995, cuando se investigaba la desaparición y asesinato de los etarras Lasa y Zabala. Por este execrable hecho, el diputado González implicó a todos los agentes de la Guardia Civil en un «bienio negro». Además, les atribuyó la muerte del presunto colaborador de ETA, Mikel Zabalza, cuya investigación judicial dictaminó que había muerto ahogado en aguas del río Bidasoa cuando intentaba huir; y el «ametrallamiento» de cuatro etarras en el puerto de Pasajes. Se refería maliciosamente a un tiroteo en el que murieron cuatro pistoleros de los Comandos Autónomos Anticapitalistas que desembarcaban en el puerto de Pasajes procedentes de Fracia para atentar en España. Además, el enfrentamiento fue con la Policía Nacional, ninguno de cuyos agentes fue procesado siquiera por el juez.

Poco antes, en enero 1994, fue el portavoz del PNV, Joseba Egibar, quien arremetió contra la Guardia Civil. En opinión del dirigente nacionalista, sus actuaciones «son una máquina que genera odio y rechazo» y constituyen «el contrapunto necesario de los terroristas».. «Esperemos -añadió- que con el despliegue de la Ertzaintza la Guardia Civil desaparezca de los cuarteles y carreteras». Todo ello porque los agentes habían retenido durante unos minutos en un control al alcalde nacionalista de Ormaiztegui, porque se negaba a mostrar su documentación. Y el regidor llegó tarde a una comida en una sociedad gastronómica. a

Cuatro héroes en Llodio

Miedo, odio... De ello acusaron a la Guardia Civil los representantes de un partido que no ha sentido la más mínima preocupación de trasladarse al sur de Francia para entrevistarse con cabecillas de ETA que portaban pistola.

En agosto de 1983 cuatro guardias civiles fallecieron en la localidada alavesa de Llodio, feudo tradicional de la «izquierda abertzale», cuando socorrían a los vecinos afectados por las dramáticas inundaciones que sufrió muy especialmente el País Vasco. Días después, el nacionalismo vasco homenajeaba a las «cuadrillas» que habían arrimado el hombro. Ni un reconocimiento a los cuatro agentes que dieron su vida. Antes al contrario, ETA intentó, al menos en dos ocasiones, provocar una matanza en la casa cuartel que la Guardia Civil tiene en esa localidad alavesa, con la connivencia pasiva del entonces alcalde batasuno.

De «máquina que genera odio» a «grupo terrorista»

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