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Aguirre, esta campaña sí cuenta
En Génova se calcula que un 30% del voto puede decidirse en los 15 días de campaña
Sábado, 21 de abril. Plató de Telecinco. Esperanza Aguirre , vestida de naranja, baila al son de Ketama y su éxito «No estamos locos». Luego tarareará, junto a la presentadora María Teresa Campos, los «19 días y 500 noches» de Sabina. La candidata popular, «trending topic» nada más arrancarse en plató abre una sección en el programa «Qué tiempo tan feliz» que rememora «Las canciones de su vida». La siguiente semana no faltará a la cita Antonio Miguel Carmona , su principal adversario en la capital, y en los próximos sábado van a acudir otros aspirantes a coche oficial.
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A todos, sus respectivos jefes de campaña les han dicho una cosa, que para Aguirre no es nueva: hay que acudir a los programas de máxima audiencia así como no perder el contacto con la calle porque «este año la campaña electoral sí va a ser decisiva». Tanto, que entre los populares empieza a extenderse la idea, refrendada por las encuestas propias, que durante las últimas semanas la candidatura de la presidenta del PP madrileño «ha escalado posiciones, gracias a que se ha volcado durante la precampaña, tanto en los barrios como en los programas de más share. Importa tanto o más dar a conocer el programa como no rehuír preguntas en los medios por muy incómodas que sean», apuntan en Génova.
Tendencia al alza de Aguirre
El equipo de campaña, que se reúne diariamente, sigue muy de cerca la evolución del «voto más volátil de la democracia», según asegura uno de sus miembros. «Nunca se había producido un cambio tan drástico en la intención de voto desde la desaparicion de UCD», argumentan en el partido. Tanto es así que en pasadas campañas la variación del «voto flotante» podía ser del 4 o el 5 %, mientras que en la que comienza el próximo viernes «puede llegar a un 30%». El problema, aseguran en la cúpula del partido, es que «tenemos que aprovechar esa volatilidad exagerada para convencer a nuestros electores que somos los que podemos garantizar la estabilidad que necesita España».
Si antes no había cambios significativos ni en tres meses, «ahora se producen variaciones cualitativas en un par de semanas», insisten. Lo que está claro es que las encuestas internas del PP ofrecen una tendencia positiva en las dos candidaturas municipales más importantes: tanto Aguirre como Rita Barberá , que intentará revalidar el 24-M la Alcaldía de Valencia, mejoran sus expectativas según se acercan las elecciones, a pesar de que «parte de nuestro voto consolidado se lo había llevado Ciudadanos ».
Los expertos electorales del PP tienen claro también que «la presencia sin complejos en Internet y en los medios de comunicación más hostiles a los candidatos ofrecen un plus a los cabeza de lista». La que fuera presidenta madrileña, que siempre ha fiado a la campaña buena parte de su tirón electoral (suele repetir que es el periodo que más le divierte), ha redoblado su presencia en programas donde «es difícil ver a políticos del PP», reconocen en su partido. De hecho, Aguirre no solo ha acudido al espacio musical de Telecinco y a las tertulias políticas de esta cadena, de Antena 3 o a «Los Desayunos» de TVE, sino que se ha atrevido con formatos «más agresivos y críticos con su partido».
Uno de ellos, «La Sexta Noche», el espacio nocturno de los sábados en La Sexta, solo ha sido visitado por contados pesos pesado del PP. Los más destacados, María Dolores de Cospedal, Cristina Cifuentes y Núñez Feijóo. Aguirre no lo había hecho nunca hasta que se prestó el pasado sábado a «una entrevista dura, –según reconocen en el PP–, con acusaciones fuertes sobre connivencia con la corrupción, de la que supo salir airosa en una empresa que no era nada fácil».
Audiencia en El Hormiguero
En su incansable periplo, la dirigente madrileña acudió el lunes al espacio «El Hormiguero», donde además de bailar con el presentador, Pablo Motos, cosechó un triunfo mayor: su entrevista fue líder absoluta en su franja horaria, con tres millones de televidentes. El análisis que se hace en su partido es que «el paso de los días y el conocimiento de las interioridades de Podemos y Ciudadanos, les resta votos y favorece la visibilidad de los perfiles más fuertes, como el de Aguirre».