Así está la batalla por la candidatura del PSOE
Sánchez se confía a la recuperación de poder local tras el 24-M y Susana Díaz se niega a darle su plácet como cartel electoral
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123Optimismo ante el 24-M
Felipe González ha pasado de ofrecer a Pedro Sánchez su apoyo para «todo» a matizar que ve «bastante probable», pero no seguro, que le respalde como candidato a la Presidencia del Gobierno. Y eso ha devuelto el debate al seno del socialismo. Guillermo Fernández Vara recordó ayer que en el congreso de 2014 «elegimos líder, no un gerente de Ferraz».
Al fondo, la sombra de un posible mal resultado en las elecciones del 24 de mayo, que reabriría la posibilidad de otro cartel a La Moncloa. Ferraz cree que eso no se dará porque el PSOE será, como mínimo, segunda fuerza y va a arrebatar al PP el poder en numerosas plazas donde quedará primero sin mayoría absoluta.
El secretario general
La caída de Podemos en los sondeos refuerza su candidatura en las primarias del 26 de julio
A pesar de las dudas que José Luis Rodríguez Zapatero, Susana Díaz, Tomás Gómez, Ximo Puig, Emiliano García-Page y otros barones expresaron entre finales de 2014 y principios de año respecto a quien debe ser candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez siempre ha tenido claro que él se presentará. Y lo ha llegado a expresar de forma retadora, con afirmaciones como que irá a las urnas el 26 de julio y «cualquier compañero o compañera» que quiera competir puede hacerlo.
Eran meses en los que Podemos desbancaba al PSOE en los sondeos y los nervios llegaban a la sede de Ferraz porque la presidenta andaluza había adelantado las elecciones autonómicas al 22 de marzo. Todo el partido interpretó que realmente lo que buscaba Díaz era «desembarcar» en Ferraz y nadie daba un duro por Sánchez tras esas elecciones del 24 de mayo.
Pero, de forma consecutiva, se fueron produciendo acontecimientos que han terminado dando la vuelta a la tortilla: Podemos empezó a caer en las encuestas igual de rápido que subió, Sánchez defenestró por sorpresa a Tomás Gómez como líder del socialismo madrileño, y tuvo una actuación en el Debate sobre el estado de la Nación, que gustó a muchos en el Grupo Socialista y en el partido; y, además, el 22 de marzo no le salió a Susana Díaz como quería.
La presidenta de Andalucía había argumentado el adelanto electoral con la idea de generar una estabilidad que no le daba IU, y está viendo como el remedio puede ser peor que la enfermedad: todavía no está descartado que tenga que ser el PP el que se abstenga para facilitar su investidura, porque Podemos y Ciudadanos siguen sin dar el sí.
Paradójicamente, y en la medida en que esa situación «ata» a Díaz a Andalucía, fortalece a Pedro Sánchez. Los otrora barones críticos están hoy preocupados en volver al poder autonómico y municipal, y, si lo logran, la victoria catapultará a Sánchez como candidato único en las primarias del 26 de julio, dicen en Ferraz. Felipe González dijo el martes que ve «bastante probable» que le apoye finalmente, pero no lo dio por seguro. Todo lo contrario que el extremeño Guillermo Fernández Vara, «madinista» de primera hora, que un año después no concbe que nadie le haga la guerra al secretario general, como dijo ayer en un desayuno en Madrid.
La alternativa
La complicación del resultado andaluz ha dañado su opción como recambio
Los modos arrolladores en política de la presidenta en funciones de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, enmudecieron a partir de la noche del 22 de marzo cuando vio que su investidura iba a requerir una negociación a dos bandas con Podemos y Ciudadanos, sin descartar que tenga que ser finalmente el PP quien se abstenga para no forzar nuevas elecciones.
Ese complicado panorama andaluz, es, ironías de la política, el gran aliado que tiene ahora mismo Pedro Sánchez en su camino a la nominación como candidato a la Presidencia del Gobierno. En el mejor de los casos, su gran rival será investida el próximo jueves 7 de mayo -aunque no se descarta incluso que el asunto se demore hasta después de los comicios de mayo-y, a partir de ahí a Díaz le espera una legislatura mas complicada políticamente, si cabe, que la anterior.
La presidenta andaluza, aún así, no da su brazo a torcer y se niega a respaldar la candidatura de Sánchez a la Moncloa porque ella tiene que ser «neutral»; Lo cual es tanto como insinuar que habrá otro candidato... patrocinado por ella como cabeza visible de los críticos. Porque a nadie se le ocurre pensar que si Carme Chacón se presenta en las primarias del 26 de julio frente a Sánchez lo hará en solitario, dicen todas las fuentes consultadas.
La exministra de Zapatero, a quien se le ha complicado también el panorama, debe optar entre ser rival de Sánchez, presentarse a las primarias del PSC para ser candidata a La Generalitat o a las primarias para ser «número uno» al Congreso por Barcelona en las elecciones generales-, sigue sin deshojar la margarita.
Hace dos meses, Chacón reconoció a ABC que todavía no había tomado una decisión, pero hoy son pocos en el partido los que la creen en disposición de disputar a Pedro Sánchez la candidatura a la Presidencia. dependerá, y mucho, de los resultados en los comicios del 24 de mayo.