The Wall Street Journal sobre Albert Rivera: «Es el actor clave del futuro político de España»

Hace poco más de un año era poco más que un elemento exótico en la política española. Un político al que se recordaba principalmente por una agresiva política de marketing en la que se embarcó para aparecer desnudo en un cartel para la campaña electoral en las elecciones catalanas de 2006. Pero en poco más de un año Albert Rivera se ha subido a la ola del cambio político que germina en la sociedad española . El partido que preside, Ciudadanos, es ya un actor imprescindible para realizar un análisis sobre la situación política del país.

Desde hace un par de meses su efecto ya se deja sentir en las encuestas. Su creciente influencia ya ha traspasado nuestras fronteras. Como sucedió hace unos meses con Pablo Iglesias, la figura de Albert Rivera comienza a obtener proyección internacional.

El diario estadounidense The Wall Street Journal (WSJ) dedica hoy una extensa información a la figura de Rivera, al que califica como «el actor clave del futuro político de España» . El diario pone en valor el cambio político que vive el país, y como se avecina, a la luz de todas las encuestas, una profunda transformación del sistema de partidos. Algo que el Journal considera como el «resurgimiento de la política» en el país.

WSJ también recuerda los tiempos en los que Rivera tuvo que recurrir al desnudo como reclamo electoral y destaca su fulgurante crecimiento fuera de Cataluña en los últimos meses. Destaca cómo ha sabido hacerse un hueco entre el desencanto «con los dos partidos tradicionales de España y el miedo al partido de izquierda , Podemos». El diario considera muy positivamente alguna de las medidas que ya ha anunciado la formación, como «los proyectos para estimular el espíritu empresarial y la investigación y el desarrollo como principal motor del país para reformar la moribunda economía de España». Un partido al que define como favorable a la economía de libre mercado y las políticas socio-liberales.

Pero especialmente atribuye su crecimiento al hartazgo por la corrupción en España. Algo que no supone una tacha en su historial. «A diferencias de otros muchos dirigentes políticos en España» no se ha visto contaminado por los casos de corrupción.