El lapsus del ministro de Sanidad: «La presidenta del Gobierno, Soraya...»

El primer desayuno informativo de Alfonso Alonso como ministro de Sanidad y Servicios Sociales prometía. Y no ha defraudado. Ya se dijo en su día que Alonso hacía ganar peso político al Gobierno de Rajoy, y est jueves ha demostrado que se desenvuelve con mucha habilidad en el debate nacional, más allá de los temas propios de su departamento. Eso sí, con lapsus incluidos. Como el que ha cometido cuando se ha referido a la «presidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría».

Alonso se ha dado cuenta y ha rectificado rápidamente tras reconocer su lapsus. «Vaya lapsus. Quería decir la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría». En todo caso ha sido un lapsus celebrado por los asistentes, que se lo han tomado con humor.

El buen ambiente ha reinado en el desayuno, en un hotel cercano al Congreso. El acto ha empezado un minuto después de que se hiciera público el dato de la EPA, que refleja una creación de 434.000 empleos en el último año. Una de las más felices allí ha sido la ministra de Empleo, Fátima Báñez, que ha arropado a Alonso, lo mismo que la vicepresidenta, que se ha ocupado de su presentación.

Alonso es un «sorayo» desde que la legislatura pasada trabajó codo con codo con la que era portavoz del Grupo parlamentario Popular, Soraya Sáenz de Santamaría. El equipo de «sorayos» funcionaba como una máquina: ahí estaban Alonso, Báñez, José Luis Ayllón y Montoro, que ha pasado por muchas etapas, pero que en el Congreso fue una pieza clave del equipo que dirigía Santamaría.

Quizás para intentar arreglar su lapsus sin mayor importancia, Alonso se ha referido después a su etiqueta de «sorayo». Se lo han preguntado así, si él, como «sorayo», ve a su jefa más como vicepresidenta, como futura alcaldesa o bien como hipotética candidata a la presidencia del Gobierno en unos años. Alonso ha asegurado que, en realidad, más que «sorayo» se siente un «rajoyo». Y luego ha explicado que él no ve a la vicepresidenta con otras tareas que las que le ha encomendado el presidente del Gobierno desde el principio de la legislatura.

Claro que tampoco se ve, ahora mismo, como candidato a lendakari. Lo cual no quiere decir, como ha dicho él mismo, que en un futuro cambien de planes y se presente como candidato en el País Vasco. «Pero Soraya tendría que aprender euskera para hacer mi presentación», ha bromeado.