Entrevista
Ana Botella: «Mi retirada de la política es definitiva. No tengo dudas»
La alcadesa de Madrid reconoce que en el PP algunas decisiones en materia de terrorismo no han gustado al electorado

Hace justo un año Ana Botella tomó la decisión de dejar la política. Lo hizo –según confiesa ahora– por «razones personales» . Pese a que Rajoy intentara persuadirla para que retrasara el anuncio, la alcaldesa de Madrid hizo pública su decisión en septiembre. Cuatro meses después decide romper su silencio con una entrevista para ABC que le sirve para hacer balance de gestión y, de paso, analizar la convulsa situación política. La cita, en su despacho del Palacio de Cibeles, se produce tras los cinco minutos de silencio en recuerdo del cruel atentado en la revista «Charlie Hebdo» . Un ataque que a la alcaldesa le trae a la memoria los atentados del 11-M que vivió en La Moncloa y ya como concejal de Servicios Sociales.
–¿Cuándo decidió marcharse de la Alcaldía?
–Tomé la decisión de irme hace ahora justamente un año.
–¿Y por qué?
–Fundamentalmente lo hice por motivos personales: en junio llevaré doce años aquí, ocho como concejal y tres y medio como alcaldesa; creo que es suficiente. Para mí ha sido un orgullo, pero los periodos en la vida hay momentos en que se cierran; tengo alguna experiencia cercana en esto.
–¿Y va a seguir en política?
–No, me retiro definitivamente. No tengo dudas.
–Cuando llegó, tenía una losa encima que casi podía considerarse insoportable: la deuda.
–Pero nunca se había hecho una transformación urbana tan importante, y es verdad que habíamos perdido 1.600 millones de euros de ingresos como consecuencia de la crisis. Cuando yo me hice cargo del Ayuntamiento de Madrid, ya sabía que lo que tenía que hacer era complicado, pero creo que con todos los errores que hayamos cometido, el resultado ha sido bueno. Y ha sido un trabajo ingrato; es mucho más fácil cuando se puede invertir que cuando lo que hay que hacer es ajustar.
–Pero tenía las manos atadas, por falta de dinero.
–Sin duda, tienes obras en la cabeza, que te gustaría hacer. Pero ha habido que poner en marcha mucho de lo que se hizo: por poner un ejemplo, 300.000 metros cuadrados de espacios culturales, que se habían acabado pero estaban sin actividad. Ahora, la zona cultural de Cibeles es el tercer espacio más visitado de Madrid.
–¿Se ha sentido poco respaldada?
–No, no. Todas las administraciones hemos tenido en estos años una tarea muy ingrata. Está clarísimo que ninguno de los que estamos aquí hemos vivido una crisis económica tan profunda como esta. Salíamos además de un gobierno del PSOE que la profundizó, pospuso las soluciones. La peor parte la han llevado los ciudadanos.
–¿No ha tenido el sentimiento de no estar acompañada en la toma de decisiones?
–No, yo me he sentido muy acompañada aquí, dentro del Ayuntamiento; hemos conseguido hacer un equipo, hemos trabajado mucho.
–¿Y fuera del Ayuntamiento? No me diga que no ha habido «fuego amigo», intentos de moverle la silla…
–No… yo siempre estaré orgullosa de haber sido alcaldesa de esta ciudad y de haber sido la primera mujer en ocupar el cargo.
–Eso se llama amnesia selectiva. ¿Se marcha con la sensación de que no se ha valorado lo que ha hecho?
–No; creo que las cosas, cuando se hacen, es porque crees que debes hacerlas.
–¿Qué ha sido lo peor de estos años?
–El Madrid Arena.
–¿Y tiene algún recuerdo bueno?
–Muchiiiiiisimos. Nunca podré devolver todo el cariño y el afecto que he recibido de muchísima gente anónima. Y eso no hay nada que lo supere.
–El día 24 de enero se celebra la Convención Nacional del PP, donde posiblemente se conozca el candidato a la Alcaldía ¿Quién debería ser?
–Esa es una responsabilidad que no me compete. Tiene que ser aquella persona que decida el PP; lo importante es el proyecto, que con errores y defectos, se ha demostrado que es válido. Y dentro de esto, aquella persona con más capacidad para volver a conectar con nuestro electorado.
–De los nombres de los que se habla, ¿se queda con alguno?
–Todos son válidos. El PP tiene banquillo.
–¿Es mejor renovar o tirar de la reserva?
–La renovación siempre es fundamental en un partido político. Pero eso hay que combinarlo con la experiencia.
–El mismo día 24, habrá una manifestación de la AVT por los incumplimientos del PP en política antiterrorista. Usted dijo que estará con ellos. ¿Ha habido incumplimientos del PP?
–Ha habido una serie de cosas en esta materia que a nuestro electorado no le han gustado. Hay que ser en este tema inflexible, y saber que la historia se tiene que seguir escribiendo con vencedores y vencidos. Las víctimas han sido un ejemplo: ¿quién ha tomado la justicia por su mano? Nadie; ¿han puesto palos en nuestra democracia, por haber sido víctimas del terrorismo? Nunca.
–Mar Blanco dice que quienes dejan libres a los terroristas son los jueces, no los gobiernos.
–Y así es.
–¿Qué opina del fenómeno Podemos?
–Me parece muy peligroso: no podemos poner en duda todo lo que hemos hecho desde la Transición, la democracia, la que nos ha valido para llegar a nuestras mayores cotas de seguridad, al mayor periodo de tranquilidad de nuestra historia. Los populismos nunca son buenos, ni de derechas ni de izquierdas. Miremos a los países en que ha habido fenómenos parecidos, por ejemplo, Venezuela: es un auténtico desastre que un país como aquel, que tiene una cantidad enorme de petróleo, esté teniendo que importarlo porque no es capaz de hacer la extracción. Es bueno hacer las regeneraciones desde dentro; cuando se hacen desde fuera, suelen ser muy peligrosas.
–En su primera entrevista como alcaldesa, hablábamos del PP como el partido de la honradez. Esto, por diversos motivos, se ha venido abajo.
–Es verdad que la corrupción ha sido terrible, pero tenemos que ser conscientes de que se está actuando; hay que ser inflexible contra la corrupción, hacer todo aquello que prevenga situaciones como las que estamos viviendo. Nuestro sistema de derecho tiene los suficientes resortes para castigar al delincuente y para proteger al inocente. Los casos de corrupción que ha habido no pueden poner en duda el sistema que tenemos, que es el mejor que existe, con todos sus defectos.
–Dice que una característica de las políticas del PP es bajar los impuestos, pero Rajoy los subió.
–Pero ahora ya los va a bajar.
–¿Y eso compensa el desencanto de quienes creyeron en sus promesas?
–Durante los años anteriores no se ha cumplido aquello que se comprometió en campaña, pero luego se han puesto las condiciones para poder cumplirlo ahora. El gobierno tenía la obligación de cumplir los objetivos de déficit. Los ayuntamientos han contribuido, y Madrid el que más. Creo que hay objetivos comunes que siempre son prioritarios, siempre es más importante el todo que la parte.
–También prometió el PP cambiar la ley del aborto, y no lo ha hecho. Llevándose, de paso, la cabeza de su antecesor, Alberto Ruiz-Gallardón. ¿Cree que hay que cambiarla?
–El PP siempre ha sido un partido a favor de la vida. Y tiene el compromiso de modificar la ley del aborto. No sé qué tanto por ciento de su electorado se lo reclama, pero evidentemente hay un tanto por ciento del electorado que quiere ese cambio, entre los cuales desde luego me encuentro.
–¿Se imagina una España gobernada por Podemos?
–No.
–¿Y por una coalición de PP y PSOE?
–Ahora tenemos que tratar de recuperar al electorado basándonos en nuestros principios y políticas, y atraer al mayor número posible de gente, y después de las elecciones ya veremos.
–Pero como punto de partida ¿le parece algo posible?
–Hombre, me gustaría más que el PP pudiera gobernar solo.
–¿Qué solución hay que aplicar en Cataluña?
–La unidad histórica de la nación española se debe garantizar. La presencia del Estado debe aumentar en Cataluña, y el gobierno español debe amparar a todos aquellos catalanes no nacionalistas que se han sentido en cierta forma desatendidos.
–¿Sería posible un cambio en la Constitución que abriera la puerta a un futuro independentista en Cataluña?
–No, no, no, yo espero que no. Creo que si se cambia la Constitución Española debe ser precisamente en sentido contrario, para fortalecer al Estado en Cataluña, no para disminuirlo.
–¿El papel de Rajoy en la polémica ha sido suficientemente firme?
–Él ha dicho de manera muy clara que nunca va a permitir la secesión.
–¿Se nota la llegada de Felipe VI?
–Hay algo de lo que todos nos sentimos orgullosos: se ha hecho dentro de la normalidad constitucional, de una manera que ha sido aceptada y valorada por todos los españoles.
–¿Es muy diferente la España de Juan Carlos I y la de Felipe VI?
–La de Felipe VI está empezando. Se ha recibido con una gran ilusión. Y del Reinado de Don Juan Carlos I, diré que su obra en conjunto ha supuesto uno de los mejores periodos de la historia de España.
–¿Se imagina a la hermana del Rey en un juicio por corrupción?
–A mi siempre que ocurre una cosa así, me produce tristeza. Lo que se está demostrando es que la justicia es igual para todos.
–Los últimos atentados en Francia traen de nuevo a primera página el peligro yihadista.
–Es algo que atenta contra nuestra forma de vida, contra nuestra libertad. Con todos los defectos que tenga nuestro sistema, con todos los errores que se cometan, es el sistema en que la dignidad del ser humano es igual para todos, para hombres y mujeres… Eso nos debe poner en guardia para saber el peligro que tenemos y que debemos ser muy claritos para defender nuestra forma de vida.
–¿No cree que los expresidentes deberían tener un papel más activo en el momento actual?
–Los expresidentes de gobierno en todos los países y las democracias más avanzadas tienen siempre un papel importante, porque tienen una experiencia. Eso siempre es bueno. La experiencia se tiene que poner en valor, y las personas que tienen experiencia en la sociedad española tienen que tenerse en cuenta.
–Hágame una valoración de Rajoy
–Rajoy se encontró con la situación más complicada con que se ha encontrado un presidente de Gobierno de la democracia española, y no sólo económicamente: también se habían dañado muchas cosas, se pusieron en duda muchas cosas, se hicieron muchas tonterías. El primer objetivo que se marcó, mejorar la situación económica, está empezando a tener frutos, y ahora es el momento de reconectar con el electorado, de hacer política.
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