Los presidentes autonómicos apelan a la unidad frente a la deriva de Mas

El lendakari se centra en la crisis económica, mientras que la mayoría de presidentes critica el independentismo

Los presidentes autonómicos apelan a la unidad frente a la deriva de Mas EFE

M. J. CAÑIZARES/J. J. BORRERO

El mensaje de fin de año de los presidentes autonómicos ha puesto de acuerdo a la mayoría de ellos a la hora de defender la unidad de España y la legalidad, frente a un Artur Mas que ayer dio otra vuelta de tuerca en su desafío independentista y anunció decisiones «de riesgo» para los próximos meses. A falta de que hoy interviniese el lendakari, Íñigo Urkullu, que se ha centrado en la crisis económica obviando el separatismo, anoche se visualizó que el presidente de la Generalitat está aislado y solo con su discurso secesionista y en su intento de mostrar al Estado como un enemigo.

Un año más, los presidentes autonómicos empezaron a desfilar ayer por la tarde ante sus medios públicos autonómicos para dirigirse a los ciudadanos. Son unos minutos de gloria a los que no renuncia ninguno, y que aprovechan para justificar su gestión y, de paso, abrir la campaña electoral, ante la cercanía de los próximos comicios autonómicos y municipales (24 de mayo).

En el caso de Mas, la comparecencia le sirvió para hacer otro llamamiento a los soberanistas , con el fin de ir juntos hacia unas elecciones que él llama «plebiscitarias», aunque en realidad el concepto no existe en España. Mientras el presidente autonómico catalán ponía todo su empeño en mostrar un enfrentamiento irresoluble con el Estado, el resto que compareció ayer defendía la Constitución y la convivencia en España. Así, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, reafirmó anoche su apoyo «al proyecto común de España» de la que Andalucía, dijo, «se siente y es parte fundamental», y defendió la igualdad de todos los españoles.

Mano tendida a ERC

Mas advirtió, en su mensaje retransmitido por TV3, de «decisiones complicadas y no exentas de riesgo» que, según él, deberá tomar en 2015. De esta forma, el dirigente nacionalista aludía veladamente a ERC, con la que estos días mantiene negociaciones para convocar anticipadamente unas elecciones plebiscitarias, pero el proceso está encallado . En este sentido, recordó la votación secesionista del 9 de noviembre como «muestra de que la unidad nos da fuerza como país, pues la unidad es lo que más teme el Estado. El Estado nos quiere divididos, cada uno por su cuenta. Sabe que así somos débiles y más vulnerables. Deberíamos ser bien conscientes, tomar nota y actuar en consecuencia».

Mas señaló que el camino hacia el 9 de noviembre estaba «lleno de obstáculos, muchos externos y algunos internos. Todos los pudimos superar». Al respecto, recordó que «si entonces no dudé en asumir personalmente las decisiones que creía más adecuadas, también lo haré en los próximos pasos que nos toca dar como país. Es mi responsabilidad como presidente: no huir las decisiones, por difíciles que puedan ser. Mientras tenga la confianza que me habéis otorgado con vuestros votos, así lo haré. Y serán solo con vuestros votos, cuando llegue el momento, los que configuren los escenarios de futuro que deben seguir guiando las riendas de este país».

Por otro lado, el presidente autonómico catalán aludió en su discurso institucional a la corrupción, precisamente en un año en el que ha saltado el caso Pujol , referente a la evasión fiscal confesada por el expresidente de la Generalitat. Tras recordar las medidas aprobadas en contra de la corrupción, apuntó: «No quiero decir con ello que todo se haga bien». Resaltó su compromiso de «administrar los recursos públicos con el mismo cuidado que si fueran nuestros, precisamente porque son de todos». Y reconoció que «no siempre ha sido así o, como mínimo, no ha sido suficiente. Ahora, sin embargo, hay una conciencia más extensa y una exigencia más grande para erradicar las malas prácticas o las prácticas dudosas».

«No» a los privilegios

El mayor contraste autonómico llegó desde Andalucía. En su mensaje de desde la Alcazaba de Almería, Susana Díaz subrayó que «el reconocimiento de la diversidad no puede ser excusa ni para privilegios ni para discriminaciones». «Trabajaremos, por tanto, siempre por lo que nos une y jamás por lo que nos separa. El desafío es grande, pero si hay voluntad y no se ciegan los caminos, se puede resolver», afirmó la presidenta de la Junta.

Una semana después de su reunión con el presidente Mariano Rajoy en el Palacio de la Moncloa , en la que ambos trataron la actual coyuntura política nacional, Díaz deslizó en su discurso institucional una sutil mención al manifestar que «el reconocimiento de la dura realidad no significa que despreciemos cuánto hemos avanzado como pueblo en todos estos años de democracia y autonomía. Todo lo contrario», enfatizó la presidenta, «estamos orgullosos de los muchos retos superados y valoramos el mayor periodo de convivencia en libertad de nuestra historia». Dicho esto, defendió que es la hora de «cambiar cuanto haya que cambiar para recuperar una vida digna y asegurarnos un futuro mejor».

Enfrascada en un animado debate sobre el liderazgo interno en el PSOE, Díaz afirmó que «ya no es tiempo ni de egoísmos ni de intereses partidistas, sino de sacar a Andalucía y a toda España adelante».

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