Del «pásalo» al «los españoles se merecen un Gobierno que no les mienta»
Pablo Iglesias asegura que el mensaje de texto que provocó las manifestaciones en la jornada de reflexión de las primeras elecciones que ganó Zapatero surgió de su entorno
El 12 de marzo de 2004, un día después de los atentados del 11-M en Madrid, 11,7 millones de personas se manifestaron en toda España contra el terrorismo. Al día siguiente, miles de ciudadanos volvieron a salir a la calle. Se concentraron 24 horas antes de las elecciones generales frente a la sede del PP en Génova, en la Plaza Mayor y la Puerta del Sol. Esta vez, para exigir al Gobierno información sobre quiénes fueron los autores de los atentados que mataron a 191 personas.
En una primera comparecencia, horas después de los atentados, Ángel Acebes, entonces ministro del Interior, aseguró que no había «duda de la autoría de ETA » y el Ministerio de Exteriores lo confirmó a los embajadores. Mientras, las «Brigadas de Abu Hafs Al Masri» reivindicaban en nombre de Al Qaida los ataques. Esa misma noche, cuando la Policía encontró en Alcalá de una furgoneta robada, con siete detonadores, restos de explosivo y una cinta en árabe con versículos del Corán, Acebes ya no descartaba «ninguna línea de investigación».
El día 13 por la tarde, en la jornada de reflexión previa a las elecciones que terminarían dándole la victoria al PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero, el Gobierno reiteró que ETA seguía siendo la principal línea de investigación. En ese contexto comenzó a circular un mensaje de texto que movilizaría a miles de personas contra la política comunicativa del Ejecutivo.
«Pásalo»
«¿Aznar de rositas? ¿Lo llaman jornada de reflexión y Urdaci trabajando? Hoy 13-M, a las 18h. Sede PP, c/Génova 13. Sin partidos. Silencio por la verdad. ¡Pásalo!», decía aquel sms. ¿Quién lo difundió? Pablo Iglesias asegura que se gestó en su entorno . «El famoso sms se gestó en mi facultad con un grupo de gente pensando la manera en la que había que ponerlo para que cupiera en los caracteres y generara ese efecto de flashmob», le aseguró el hoy líder de Podemos al periodista Iñaki Gabilondo en una entrevista.
Estas declaraciones han provocado las chanzas entre los distintos partidos políticos. La diputada socialista Isabel Rodríguez ironizó: «No necesita abuela» . Rodríguez recriminó a Iglesias que se atribuyera «lo que fue una acción social». En la misma línea, Ricardo Sixto, de IU, subrayó que «hubo mucha gente organizando movilizaciones» aquel día, «no sólo fue Pablo Iglesias».
Cuando ocurrieron los atentados del 11-M, Pablo Iglesias tenía 25 años. Una decena de alumnos de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense fueron de los primeros en difundir ese mensaje, aunque no hay constancia de que Iglesias estuviera entre ellos. Sí algunos estudiantes que ahora integran la cúpula de Podemos.
Concentraciones «gravemente antidemocráticas»
Este descontento por las explicaciones del Gobierno derivaron en las manifestaciones ocurridas horas antes de que se abrieran las urnas. Ayer jueves, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, recordó que entonces hubo un debate sobre si aquellas movilizaciones « fueron o no acorde con los derechos y libertades que tienen los ciudadanos en una jornada de reflexión».
Mariano Rajoy era el candidato del PP a las generales. Denunció las concentraciones «ilegales e ilegítimas», pidió a los ciudadanos que no las secundaran y exigió a los organizadores que las desconvocaran. Rajoy aseguró que las concentraciones eran «gravemente antidemocráticas» por imputar «graves delitos» a los «populares» y por celebrarse en la jornada de reflexión con el «objetivo de influir y coaccionar al electorado».
El PSOE salió aquel día a la calle, aunque se quiso desvincular de las movilizaciones. «El PSOE nunca ha convocado ni convocará» manifestaciones contra otros partidos, dijo Alfredo Pérez Rubalcaba, que leyó un comunicado en nombre de Zapatero. En él, pidió calma y reflexión a los ciudadanos y felicitó a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por las detenciones que practicaron. También dijo la frase que se repitió una y mil veces: «Los españoles se merecen un Gobierno que no les mienta».
«Pensé mucho la frase», ha reconocido recientemente Rubalcaba, ya fuera de la política. «Se la consulté a Zapatero y él me preguntó: "¿Estás seguro de que eso es lo que hay que decir?". Le dije que sí y me respondió: "Pues hazlo"».
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