El autocar de Murcia tuvo un accidente con 15 heridos en 2010 por un fallo en los frenos

El conductor, que achacó el siniestro al mismo fallo, queda en libertad pero imputado

El autocar de Murcia tuvo un accidente con 15 heridos en 2010 por un fallo en los frenos ABC

alicia negre

El mismo autocar y la misma explicación. El brutal accidente de la Venta del Olivo, que este fin de semana se cobró la vida de 14 personas, no era el primero que sufría ese autobús. Según ha podido comprobar este diario, ese mismo vehículo ya se salió en una curva en junio de 2010 cuando llevaba a bordo a los jugadores del equipo juvenil del Calasparra C. F., que volvía a casa tras jugar un partido. El accidente, que se registró en la N-340, en Castellón de la Plana, se saldó con quince heridos, ninguno de ellos de gravedad. Tras el siniestro, en declaraciones a «La Verdad», el conductor, José Ruiz, propietario de la empresa de transporte, explicaba que «iba a coger la autovía y al tomar la curva he notado que el freno fallaba». Una explicación que, curiosamente, coincide con la ofrecida, cuatro años después, por el chófer que estaba al volante en el trágico siniestro de Cieza.

Según relataron algunos de los supervivientes del siniestro de Cieza, segundos antes de precipitarse por el terraplén de la Venta del Olivo el conductor alertó a gritos a su compañero de que había un problema con el sistema de frenado del autocar. Un vecino de Bullas que se desplazó a la zona del accidente la madrugada del domingo relató a este diario que entre los heridos se encontraban su mujer y su hija y que, antes de que esta última fuera trasladada al hospital, pudo hablar con ella. «Me dijo que unos segundos antes del accidente, el conductor se puso a gritarle a su compañero que no le respondían los frenos». Estas declaraciones se ven ratificadas por el hecho de que en la calzada no existía huella alguna de frenada. Este periódico trató ayer de recabar la versión del propietario de la empresa, pero éste, al identificarse la periodista, cortó la comunicación.

«Cuando es bajada, no tira»

Los dos accidentes, con más de cuatro años de diferencia, tienen en común dos cosas: el vehículo y la explicación proporcionada por sus conductores. El primer siniestro se produjo el domingo 20 de junio de 2010. El autocar había trasladado ese fin de semana a los juveniles de Calasparra hasta Castellón, donde estos participaban en un torneo con varios equipos locales. Regresaban a casa el domingo, tras la comida, cuando ocurrió el accidente. El autobús abandonaba la N-340 para incorporarse a la autovía en dirección a Valencia cuando el conductor perdió el control del vehículo. Éste se llevó por delante una farola y terminó volcado en la cuneta.

La cercanía del Hospital General de Castellón facilitó el traslado de los 15 heridos. Entre ellos se encontraba un joven de 16 años, que sufrió una rotura de húmero, y un niño de tres -hijo del entrenador-, que sufrió un corte en la cabeza. «Los chavales se han puesto muy nerviosos y yo imagínese», explicaba el conductor. «Los cuatro adultos rompimos los cristales de delante y de detrás y los chavales fueron saliendo, por su propio pie».

«Me he puesto nervioso»

Sobre las causas del accidente, el conductor y propietario de la empresa aseguró que le habían fallado los frenos. «Me he puesto nervioso y he echado el freno eléctrico, pero se ve que cuando es bajada no tira».

Este diario también recabó el testimonio de algunos viajeros que relataban los momentos de tensión vividos en la carretera de Castellón y que corroboraban, con su relato, esa hipótesis. Joaquín Alcázar, entrenador del juvenil del Calasparra, explicaba que «cuando el conductor vio que se quedaba sin frenos, evitó dar un volantazo e intentó trazar la curva de acceso a la autovía, pero a la velocidad que íbamos era muy complicado». Según recordó, «todo sucedió muy deprisa y cuando nos quisimos dar cuenta ya nos habíamos salido de la calzada».

El segundo de los accidente protagonizados por este vehículo fue mucho más trágico y ya es sobradamente conocido. Rozando ya la medianoche del sábado, el autocar se despeñó por un terraplén de más de veinte metros de profundidad. Una caída que se cobró la vida de catorce personas y que exige ahora muchas respuestas.

A mediodía de ayer el conductor del autocar, Norberto Guirao, que está próximo a la jubilación, fue puesto a disposición de la titular del Juzgado de Instrucción 4 de Cieza. Tras declarar quedó en libertad aunque sigue imputado por homicidio imprudente y lesiones, debe comparecer periódicamente en el juzgado y se le ha retirado de momento el carné. Además, la juez ordenó precintar el autocar para que se practiquen las pruebas necesarias para determinar si fallaron los frenos.

El autocar de Murcia tuvo un accidente con 15 heridos en 2010 por un fallo en los frenos

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