Los oportunos viajes de Duran

Casualidad o no, al líder de UDC le coinciden las visitas al extranjero con algunas de las fechas más controvertidas

Los oportunos viajes de Duran Efe

Isabel Miranda

El líder de Unió Democràtica de Catalunya (UDC) Josep Antoni Duran Lleida siempre tiene una coartada. Eso sí, esta vez regresa a tiempo, in extremis. Vuelve a Cataluña por el 9-N. Pero lo hace tras pasar toda una semana clave en México, desde donde podía observar tras una barrera atlántica cómo se desarrollaba la lucha entre el Gobierno y el presidente de la Generalitat Artur Mas con motivo de la celebración de la consulta. Casualidad o no, en la agenda de Duran parecen solaparse fechas comprometidas con eventos en el extranjero.

Mucho se ha hablado de los viajes del líder de Unió como presidente de la Comisión de Exteriores del Congreso. Es una de las contradicciones que no han pasado por alto en lo últimos años: un día dice que defiende los intereses de Cataluña y al día siguiente se va de viaje representando a España.

Precisamente uno de sus viajes más sonados y quizá más oportunos fue el de la Diada de 2013, cuando en vez de sumarse a la vía catalana con la que la Asamblea Nacional Catalana (ANC) pedía la independencia —y que sí contó con el apoyo de CDC y ERC—, Duran prefería volar a Panamá con la comisión. Eso sí, después de haber asistido a primera hora a la ofrenda floral al monumento de Rafael Casanova.

Su visita a Panamá se producía un año después de ser abucheado en la manifestación independentista del 11 de septiembre de 2012. En aquella ocasión la primera intención de Duran había sido la de no acudir tampoco, aduciendo otro viaje, pero de corta distancia: a Madrid, con motivo de su participación en el pleno en el Congreso de los Diputados. Finalmente rectificó y, aunque incluso apareció en muletas —había sido operado del menisco— no le valió para ahorrarse los pitidos.

Lo cierto es que los «problemas» de agenda se llevan produciendo durante años. Y, precisamente por eso, en algún momento le tenía que salir mal. Le ocurrió en el año 2011, con motivo de la votación por la independencia que se celebró en Barcelona el 10 de abril de ese año. Al ser preguntado sobre su participación , Duran daba la respuesta oficial: «No estaré, tengo un viaje a Berlín». La excusa no le duró mucho, al ser informado inmediatamente de que existía el voto anticipado. «Los políticos nos tenemos que pronunciar desde las instituciones, por lo que no hace falta ni que me plantee lo que haré», reconocía entonces.

Estos oportunos viajes no solo se le han solapado en fechas claves para el proceso independentista impulsado por su socio de coalición, sino también coincidiendo con otras clase de momentos comprometidos. En 2013, en las fechas en las que se dio a conocer el pacto de UCD con la Fiscalía en el caso Pallerols, su líder se fue de viaje a Chile. Con este pacto, la formación evitaba ir a juicio a cambio de devolver los 300.000 euros desviados de subvenciones públicas, reconociendo así la responsabilidad del partido. Lo más curioso es que Duran rompía el silencio en el que se había mantenido desde que se conoció dicho acuerdo desde el otro lado del mundo y en declaraciones a la prensa extranjera. En concreto, se lo decía al diario chileno «La Tercera» , desde donde respondía a quienes pedían su dimisión: «Por supuesto, no pienso dimitir».

Pero no todo han sido viajes. A veces basta con una simple gripe intestinal. Como cuando volvió de Chile. Así evitó asistir a un debate sobre la corrupción en el pleno del Congreso.

Los oportunos viajes de Duran

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