Un pueblo «a cuadros»

Los vecinos de Cuadros no salen de su asombro. La detención y el posterior ingreso en prisión del que ha sido su alcalde en los últimos 23 años ha dejado al pueblo perplejo. Desde hace unos días, en las calles de la localidad leonesa sólo se habla de Marcos Martínez. Acostumbrados a la tranquilidad que se respiraba en su día a día, ven con recelo haberse convertido en el foco de la noticia y pocos son los que se atreven a hablar delante de desconocidos sobre la situación actual del Ayuntamiento , aunque la mayoría de los que se animan coinciden en que Martínez debería ser apartado de la Alcaldía y no comprenden la postura de los hasta ahora ediles del PP de no apoyar la moción de censura que les permitiría pasar página en este turbio asunto. «No nos merecemos esto», destacan.

Muchos aseguran no entender todavía lo ocurrido apuntando que «nunca hubieran imaginado» que el hombre en el que han depositado su confianza pudiera verse envuelto en una trama de corrupción. «Tiene que haber alguna explicación», subrayan algunos, convencidos de la honradez de su regidor. Hay opiniones para todos los gustos y están los que expresan su decepción por lo acontecido. « ¿Cómo vamos a seguir si el alcalde está en la cárcel? Que le echen y pongan a otro y más adelante ya se verá» , comentan enfadados.

En las cafeterías, los vecinos leen la prensa y ven la televisión en busca de más información. Es la única manera que tienen de saber qué está pasando, de seguir la pista a su alcalde y de conocer de qué se le acusa. Martínez Barazón, que gobierna con mayoría absoluta desde hace años, tiene todavía muchos partidarios en el municipio. «Es muy buena persona... Como éste no encontramos a otro en la vida ya», confiesa Iván Mateos desde detrás de la barra de uno de los bares.

Y es que era una garantía para Cuadros. Bajo su gestión, este pequeño municipio leonés vivió una importante mejora, especialmente desde que entró en la Diputación junto a la malograda Isabel Carrasco. «Ha hecho parques, carreteras, arreglaba las calles, la piscina, puso autobuses cada dos horas… Siempre que podía hacer algo para el pueblo o sus pedanías o podía traer alguna subvención, lo hacía», señalaba ayer uno de los vecinos apuntando sin querer a un supuesto trato de favor de Martínez con su municipio que confirman desde la oposición en la institución provincial.

Ya en la entrada al municipio, tras el cartel que da la bienvenida al pueblo, dos paneles de la Diputación de León dejan constancia de este trabajo. En ellos se anuncian obras para la mejora de la infraestructura hidráulica y la urbanización de calles. El dinero destinado en cada caso fue de 74.699 y 84.997 euros, que se suman a una reciente ampliación de la piscina por 116.000 euros, «mucho más de lo que se da a otros pueblos con los mismos habitantes», recuerda el diputado no adscrito Matías Llorente.

Algunos se atreven a asegurar incluso que si sale de prisión y se presenta a la Alcaldía bajo cualquier sigla «volvería a ganar». «Aquí los partidos nos dan igual, lo que se vota es a la persona, a quien se vuelca con los vecinos», defienden. También creen que el foco del problema es la Diputación de León, a la que llegó en 2007 después de hacer el favor a Carrasco de colocarla como número dos de su municipio para que optara a la Presidencia que él heredó de su mentora y que ahora se niega a dejar -pese a su «plaza» en una de las celdas de Navalcarnero podría estar en el cargo hasta finales de año-. «Puede que quisiera seguir en el poder y se metiera en algo que no debía, porque lo que está claro es que el juez no lo iba a meter preso sin ningún motivo y menos así, sin fianza ni nada», argumentan sus paisanos.