El aforo real de las plazas revela las falsas cifras para hinchar las manifestaciones
Manifestación en Barcelona - Inés Baucells

El aforo real de las plazas revela las falsas cifras para hinchar las manifestaciones

Pese a que los avances científicos permiten calcular con precisión de cirujano el número de asistentes a una manifestación, los convocantes tienden a manipular los datos ofreciendo asistencias inalcanzables

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Pese a que los avances científicos permiten calcular con precisión de cirujano el número de asistentes a una manifestación, los convocantes tienden a manipular los datos ofreciendo asistencias inalcanzables

12345678
  1. Cifras infladas

    Manifestación en Barcelona
    Manifestación en Barcelona - Inés Baucells

    El baile de cifras sobre el número de asistentes a una manifestación se ha convertido en espectáculo habitual en España. Manipular el número de personas que ha decidido apoyar con su presencia tal o cual protesta es tan fácil como inventarse una cifra... aunque la evidencia científica revele que es imposible meter a tanta gente en la plaza o calles en cuestión.

    En la actualidad existen métodos científicos suficientemente desarrollados como para cuantificar con elevada precisión el número de asistentes a una concentración. Además, hay un cálculo muy sencillo que deja en evidencia cómo los convocantes suelen inflar sus cifras de asistentes para tratar de multiplicar el efecto de sus proclamas.

    Se trata de una sencilla operación matemática al alcance de cualquier colegial: multiplicar el número de metros cuadrados del lugar de la manifestación por cuatro, que son las personas que pueden desenvolverse razonablemente en ese espacio. Esa será una buena pista del alcance real de la marcha. De esta forma, como revela este reportaje realizado por ABC en siete de las principales ciudades españolas, queda más que claro que los «millones» de manifestantes o los «cientos de miles» de asistentes no son solo una ensoñación. Son, además, una burda mentira.

  2. Las cifras imposibles de las últimas «diadas»

    Plaza de Sant Jaume
    Plaza de Sant Jaume - abc

    À. GUBERN / BARCELONA. Plaza Sant Jaume, sede del poder institucional en Cataluña -allí están frente a frente el Palau de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona- es también el lugar donde tradicionalmente acaban todas las manifestaciones de tamaño medio. Con una superficie de unos 2.300 metros cuadrados, en ella podrían llegar a caber unas 9.000 personas, aunque siempre que ocupasen todo el espacio -descontanto mobiliario urbano- cuatro personas por metro cuadrado, lo que raramente sucede. Otro tanto ocurre en otro espacio clásico para las manifestaciones en Barcelona, la plaza de Cataluña, mucho más amplia y de perímetro menos definidos, con lo que se hace casi imposible un recuento preciso. Allí la Guardia Urbana llegó a contar a 110.000 personas en la última concentración soberanista el día 19. Una semana antes, con motivo del 12 de octubre, la Policía local contó a 38.000. Más controvertido fue, por hinchado, el recuento de la «Diada», donde la policía local contó unos imposibles 1,8 millones en la «V» soberanista.

  3. Unos 12.000 manifestantes bajo las «setas»

    Metropol Parasol
    Metropol Parasol - ABC

    J. MORILLO / SEVILLA. Las manifestaciones en Sevilla no suelen concentrarse en una plaza concreta, sino como marchas entre dos puntos. La mayor manifestación del último lustro recorrió la distancia que separa el Palacio de San Telmo del Parlamento andaluz. Fue el 22 de enero de 2011 y más de 45.000 funcionarios protestaron en la llamada «ronda histórica» contra el llamado «decreto del enchufismo» que aprobó José Antonio Griñán para reordenar el sector público andaluz. En los últimos años, sin embargo, ha cobrado protagonismo como lugar de concentración el Metropol Parasol, conocidas popularmente como las «setas» de la Encarnación. Los mayores culpables del auge del Metropol Parasol fueron los activistas del denominado movimiento 15-M, a cuyas protestas en las escaleras que llevan a la plaza bajo las «setas» acudieron en varias fechas de aquella primavera de 2011 varios miles de personas. Su dimensión es de 3.000 metros cuadrados, por lo que puede albergar a unas 12.000 personas bajo los parasoles.

  4. Cien mil personas durante la mascletà de las Fallas

    Plaza del Ayuntamiento
    Plaza del Ayuntamiento - abc

    A. CAPARRÓS / VALENCIA. La Plaza del Ayuntamiento de Valencia constituye el centro neurálgico de las celebraciones. Según un informe de los Bomberos municipales, tiene unas dimensiones de 13.445 metros cuadrados, lo que supondría un aforo máximo de 53.780 personas. El documento incluye las calles adyacentes, que abarcan 39.850 metros cuadrados. Estas vías suelen albergar las manifestaciones que se convocan en la ciudad (1.091 entre enero y septiembre de este año según la Delegación del Gobierno). El dispositivo de seguridad establecido por el Ayuntamiento fija un máximo de 5,6 personas por metro cuadrado, lo que arrojaría una capacidad de 223.020 personas. Fuentes oficiales del consistorio explican que las principales concentraciones en la esa plaza se producen con motivo de las fiestas de Fallas. Durante el disparo de los fuegos oficiales de la «mascletà» se pueden concentrar hasta 100.000 personas. Las principales manifestaciones de los últimos años coincidieron con las protestas del colectivo del 15-M en 2011.

  5. Contar a los manifestantes por sus paraguas

    Plaza del Obradoiro
    Plaza del Obradoiro - abc

    P. ABET / SANTIAGO DE COMPOSTELA. En el caso de la capital gallega son dos las plazas emblemáticas a la hora de convocar una concentración, ya sea para protestar o para celebrar algún hecho. Ubicadas ambas en pleno casco histórico, es en la Plaza del Obradoiro -a los pies de la Catedral de Santiago- donde más personas se pueden dar cita. En concreto, unos 25.000 individuos, que ocuparían una extensión aproximada de 7.700 metros cuadrados.

    En el caso de la Plaza de la Quintana, situada en la parte trasera del templo, la superficie útil se reduce hasta los 2.500 metros cuadrados, ,lo que sitúa su aforo aproximado en unas 8.000 personas.

    A la hora de cuantificar el número de manifestantes que acude a una concentración en la Comunidad gallega -uno de los puntos más lluviosos del país- algunas fuentes también apuntan como válido igualar el número de asistentes con el número de paraguas computados, por ejemplo, a través de las fotografías aéreas tomadas de la movilización.

  6. La plaza del Pilar de los «200.000» aragoneses

    Plaza del Pilar
    Plaza del Pilar - abc

    ROBERTO PÉREZ / ZARAGOZA. El Paseo de la Independencia acostumbra a ser centro de manifestaciones. Solo en el caso de las más multitudinarias lo ha sido también la Plaza del Pilar. Para llenar por completo el Paseo de la Independencia hacen falta que se concentren del orden de 65.000 personas, y los 60.000 metros cuadrados de la Plaza del Pilar dan de sí para acoger a menos de 200.000 ocupando cada porción de todo este gran espacio urbano.

    En octubre de 2000, se dio la cifra oficial de más de 300.000 personas en la manifestación contra el trasvase del Ebro ante una Plaza del Pilar llena. Matemáticamente, habrían hecho falta otros dos paseos como la Independencia al completo para que se hubiera podido llegar realmente a esa cifra. En la manifestación del «No a la guerra» secundada contra el PP por todos los demás partidos políticos, se dio la cifra de más de 400.000 manifestantes. Para que se alcanzara realmente esa cifra harían falta más de seis paseos de la Independencia totalmente llenos.

  7. Los «100.000» de Batasuna, llueva, granice o truene

    Calle Autonomía
    Calle Autonomía - abc

    ITZIAR REYERO / BILBAO. La calle Autonomía de Bilbao es el «manifestódromo» habitual de Batasuna, que cada mes de enero convoca a ciudadanos del País Vasco y Navarra en protestas a favor de los «derechos» de los presos de ETA. Según la herramienta de cálculo de superficies de Google Maps, la extensión de la arteria utilizada alcanza los 20.000 metros cuadrados, lo que, multiplicado por cuatro manifestantes el metro cuadrado, permite una concentración de hasta 80.000 personas. También la Gran Vía bilbaína es punto de encuentro de movilizaciones sociales. Si se toma de referencia la plaza del Sagrado Corazón de Jesús hasta la Plaza de Moyúa, la distancia es de un kilómetro exacto que, multiplicado por los 25 metros de la calzada por donde suele trascurrir la marcha, arroja una superficie de 25.000 metros cuadrados y un máximo de 100.000 manifestantes. Una cifra rebasada en 1997 cuando la sociedad salió en repulsa del secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco.

  8. Cálculos desde helicópteros, por fotos y hasta en zepelín

    Puerta del Sol
    Puerta del Sol - ABC

    C. HIDALGO / MADRID. Desde hace unos años la Policía no realiza recuentos oficiales, sólo cálculos «a ojo» para consumo interno. Fue durante la segunda legislatura de José María Aznar al frente del Gobierno y en los primeros años de Rodríguez Zapatero cuando el Ministerio del Interior solicitaba al Cuerpo Nacional de Policía cifras concretas sobre cuántas personas tomaban parte en protestas.

    Eran años en los que las grandes ciudades españolas, pero sobre todo Madrid, acogían manifestaciones de gran magnitud de manera periódica. Entonces, el método más fiable, aunque no exento de polémica, era el siguiente: desde el helicóptero de la Policía se tomaban fotografías aéreas, en distintos tiempos; sobre todo, al inicio, a la mitad y al final del recorrido, y se iba parcelando las áreas según el nivel de concentración que registraran.

    Los resultados se transmitían a un centro de control, donde se cruzaban con los datos aportados por un programa informático de la Policía Municipal que calculaba la superficie útil: los metros cuadrados que podían ser ocupados por los manifestantes.

    Dependiendo de la densidad, se adjudicaba por zonas una persona, dos, tres o cuatro por metro cuadrado, hasta alcanzar la cifra total. La Policía estima que en Cibeles caben unas 25.000 personas, unas 18.000 en Colón y unas 9.000 en Sol. La mayor manifestación que la Policía computó con este sistema fue la convocada contra la guerra de Irak en 2003: ofreció el dato de un millón de asistentes.

    En España solo una empresa se dedica de manera especializada a contabilizar el número de asistentes a manifestaciones. Se trata de Lynce, que suministra sus datos a la agencia Efe. Lynce deja de lado la densidad y, mediante fotografías aéreas (incluso desde un zepelín) y tomadas desde la calle, cuenta uno por uno a los manifestantes, mediante un «software» en continua actualización, según resume su director, Juan Manuel Gutiérrez. Esas imágenes son procesadas informáticamente. Los resultados son muy alejados de las astronómicas cifras que normalmente aportan los convocantes de las protestas.

Ver los comentarios