El PSOE admite ya que aparca su propuesta de reforma federal
«Vamos a ver si se abren esos puentes de diálogo que ofrece Rajoy», dice Sánchez
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, confirmó ayer que su partido va a aplazar su petición de ponencia para reformar la Constitución hasta ver si el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, abre los «puentes de diálogo» con el resto de fuerzas políticas.
Sánchez ya lo tenía decidido en verano, como adelantó ABC el pasado 19 de agosto, pero, antes de anunciarlo en septiembre, prefirió hacer una ronda de contactos con todos los partidos para sondear su disposición a esa reforma constitucional. Y en esa ronda se ha encontrado con una nula disposición, al menos de cara a la galería, por parte del PP, y con intenciones contrapuestas entre, por ejemplo, UPyD y los nacionalistas; e incluso con propuestas de IU que considera maximalistas.
Así las cosas, el líder socialista insistió ayer en los pasillos del Congreso en que la reforma de la Constitución es la única alternativa a la crisis catalana , pero sin concretar si el Grupo Socialista, que dispone de los diputados suficientes, registrará en el Congreso la petición de ponencia de reforma constitucional tras la consulta soberanista del 9 de noviembre .
«Tiempo al tiempo», respondió. «Vamos a esperar a ver si esos puentes de diálogo que dice Rajoy que va a ofrecer se pueden abrir y, en consecuencia, afrontar ese proceso de reforma de la Constitución que creo que es la única alternativa a este choque de trenes en el que están el señor Rajoy y el señor Mas».
El PSOE sabe que, si pusiera en marcha la ponencia de reforma constitucional en solitario, automáticamente el PP y los nacionalistas la controlarían copando los titulares con una dialéctica de enfrentamiento territorial que favorece sus discursos, no el socialista.
Blindar educación y sanidad
Por eso, el interés de Sánchez y del PSOE en esa reforma no solo va por arreglar el problema territorial : quieren eso, pero también «blindar» un porcentaje de PIB mínimo anual para la educación y la sanidad en la Carta Magna. Se trata de introducir un artículo «135 bis», que les redima de la reforma del artículo 135 llevada a cabo, deprisa y corriendo, en agosto de 2011, por el Gobierno Zapatero para priorizar el pago de la deuda pública. Una medida aprobada con el apoyo del PP y que les pasó factura electoral.
El nuevo equipo dirigente del PSOE trata de arrebatar así a Podemos y a IU el discurso de izquierdas, claramente diferenciado del PP, poniendo el acento en la clase media trabajadora «empobrecida», según viene repitiendo Pedro Sánchez en sus discursos.
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