¿Espadas o Zoido?: estas son todas las combinaciones posibles para ser alcalde

alberto garcía reyes

26/05/2015
Actualizado 27/05/2015 a las 18:53h.

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Las próximas tres semanas van a ser de cuchillos afilados en el Ayuntamiento de Sevilla. Y tal vez de Espadas. Los resultados de las elecciones no permiten vislumbrar claramente un alcalde. Lo único seguro es que será Zoido o será el candidato socialista. Pero es imposible vaticinar ahora quién de los dos y, sobre todo, cómo logrará el bastón. A ninguno le salen las cuentas pactando sólo con otro. Tanto el PP como el PSOE necesitan a dos de los otros tres partidos que han logrado representación para investir a sus cabezas de lista el próximo sábado 13 de junio, fecha en la que por ley se tienen que constituir los ayuntamientos de toda España. Y en esa coyuntura los socialistas tienen muchas más combinaciones a favor que los populares. Para entender mejor este juego matemático es fundamental conocer el funcionamiento técnico del proceso de elección del alcalde. En primer lugar, el día señalado cada partido tiene que proponer a su candidato. Posteriormente los 31 ediles votan su opción. Si sale elegido alguno con al menos la mitad de los votos más uno, es decir, con 16, se proclama directamente alcalde. Si no es así, resultará elegido automáticamente el que encabece la lista más votada en las urnas.

En la primera ronda ninguno por sí mismo tiene suficientes votos para ganar. El PP cuenta con 12, el PSOE con 11, Ciudadanos y Participa Sevilla con tres cada uno e IU con dos. Zoido, por tanto, necesita cuatro. Y sólo puede acercar posturas con Ciudadanos, por lo que las cuentas tampoco le saldrían, ya que el resto de fuerzas ya anunció antes de los comicios un mismo objetivo: echar al PP del Gobierno. Esto otorga más opciones a Espadas, que apelando a este fin conseguiría la mayoría con los tres votos podemistas y los dos comunistas. Incluso podría hacer combinaciones con Ciudadanos, que no es reacio a pactar con nadie. En resumen, en la primera ronda sólo Espadas podría lograr la investidura. Pero ahora hay que analizar cómo, si a través de pactos de gobierno o gobernando en solitario. IU ya ha dejado claro que no volverá a arrimarse al PSOE. El desgaste que esto le ha producido tanto en el mandato de Torrijos en Sevilla como en la Junta de Andalucía disipa cualquier opción de volver a repartirse carteras con los socialistas. Los de Podemos andan igual. Su propuesta es trabajar desde la oposición y no participar en componendas con ninguno de los dos grandes partidos, aunque a la hora de decidir gobiernos siempre apoyarían al PSOE frente al PP. Por tanto, es altamente probable que para escenificar este distanciamiento todos se abstengan o se voten a sí mismos en la primera vuelta, por lo que no habrá mayoría absoluta y tendría que celebrarse la segunda ronda, donde ya valdría con ser la fuerza más votada.

En ese turno, lo previsible es que Juan Espadas sea el triunfador. Es cierto que si se repiten los mismos resultados que en la primera votación ganaría Zoido porque es el que tiene más concejales como vencedor de las elecciones. Pero un acuerdo a tres bandas del PSOE impediría el gobierno de la fuerza más votada, que curiosamente es lo que Susana Díaz recrimina al PP en el Parlamento Andaluz. Para la presidenta de la Junta, los populares están bloqueando en Andalucía al partido con más apoyos. Sin embargo, en Sevilla, a su juicio, la gente ha votado cambio. Es decir, su postura es siempre la que más le favorece a ella. En las Cinco Llagas critica que no se deje gobernar al partido más votado y en la Plaza Nueva hará todo lo posible para que no gobierne.

Teniendo en cuenta que las tres formaciones que pregonan como primer punto de sus programas impedir que gobierne la derecha juntan entre sí la mayoría absoluta, el escenario parece claro: el alcalde será Juan Espadas con cuatro grupos políticos enfrente. Hasta para pagar la luz y el teléfono habrá disputas. El acuerdo «anti Zoido» puede darse con dos fórmulas: o con un poco probable pacto tripartito de gobierno entre PSOE, Participa e IU, o con el apoyo a la investidura de Espadas por parte de estos partidos, que a partir de ahí pasarían a la oposición. En esta situación, la sombra de la moción de censura planeará sobre la cabeza del alcalde durante los próximos cuatro años. El Pleno se convertirá en una lona en la que el primer regidor tendrá que hacer equilibrismo para ceder ante los demás sin traicionar a los suyos.

Resumiendo, al PP sólo le salen las cuentas por dos vías, pero siempre en la segunda votación, nunca por el camino de la mayoría absoluta, sino de la fuerza con más apoyos en el Pleno. La primera es que no haya acuerdos entre ningún partido y todos se voten a sí mismos. Zoido, con doce aprobaciones, sería el alcalde. La segunda es que Ciudadanos le apoye y bien Participa, bien IU se abstengan. No hay más.

Para Juan Espadas todo es mucho más fácil. Si Participa e IU le votan en primera ronda, ya sea para formar gobierno tripartito, ya para cumplir con su objetivo de echar a Zoido, obtendrá el bastón de la ciudad. También le vale con que le apoye Ciudadanos y una de las otras dos formaciones. En la segunda votación, la situación es idéntica, pero a ella sólo se llegaría en caso de que no hubiera acuerdos de gobierno.

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