El CIS y las sorpresas electorales
«Esta estimación será la peor de toda su historia, no cuadra la estimación de ningún partido»
Elecciones generales: última hora de la participación en directo
En las elecciones del 28 de abril afirmé en Twitter: «Es la primera vez en una década que Tezanos se va a equivocar en la estimación de su partido menos de 8 puntos. Incluso se quedará corto». Efectivamente, la estimación sólo se desvió sólo 1,5 puntos. En esta ocasión he de afirmar lo contrario: esta estimación del CIS será la peor de toda su historia , no cuadra la estimación de ningún partido.
El motivo es doble. En primer lugar las fechas de campo, que en encuestas de voto es un factor clave. Cuando en 1948 el instituto Gallup anticipó erróneamente la derrota de Truman frente Dewey descubrieron luego que en un mes había cambiado mucho el voto. Ya nada era igual. Si eso era antes de la existencia de internet e incluso de la televisión, imaginen en la actualidad.
Pues bien, las entrevistas domiciliarias del CIS están realizadas en su mayoría antes de la publicación oficial de las listas, cuando ni siquiera se sabía qué formaciones se presentaban y dónde. Pero más importante aún: el campo termina la víspera de la publicación de la sentencia sobre el «procés» y la reacción de extrema violencia de una minoría a la misma. Desde entonces el voto no ha dejado de moverse, como ha ido mostrando el sondeo continuo de GAD3 para ABC, que lleva ya tantas entrevistas como el CIS, más de 17.000, pero con la mitad realizadas tras los altercados de Cataluña.
En segundo lugar está el método de estimación de voto. Es verdad que la estimación del CIS se parece más a las publicadas hace un mes por los institutos privados que a las actuales, pero aun así, es muy diferente. Y lo es porque la estimación de voto vuelve a ser incoherente con los propios datos de la encuesta . Es imposible deducir con rigor científico que la suma de los partidos de izquierdas vaya a superar en doce puntos a la suma de derechas cuando en abril empataron.
Se trata del desvío sistemático que Tezanos tenía con sus encuestas en la Revista Temas y que ahora ha incorporado en la cocina del CIS. En Andalucía y en la Comunidad de Madrid estimó la victoria de los partidos de izquierdas por 16 y 7 puntos respectivamente. Perdieron en ambos casos. Con los datos del CIS en la mano se puede afirmar lo que dicen la mayoría de los institutos: la victoria de Pedro Sánchez será menos holgada que en abril y necesitará de nuevo a los partidos nacionalistas para la investidura. Salvo sorpresa.
