La vida misma

Los académicos serán un sillón, al morirse, según la máxima de un pérfido, pero los políticos, al irse, son un samsung de vacío, y la silla huérfana de la afición, que se va recogiendo agavillada, como un bar a deshoras. Esta lámina corresponde a un acto del PP, pero eso nos da igual. He aquí el costado general, y no común, de la campaña, ese momento previo, o posterior, a la apoteosis oral del candidato, entre la mudanza y el desguace.

Esta estampa de hoy recoge un poco las prisas que tiene el levantar todo escenario de cháchara, o retirarlo, aunque a las mocedades que se emplean en el asunto las veamos poco urgidas y hasta muy aseadas, como si más bien se ocuparan en la tecnología del show, y no en el ajetreo del mobiliario. Esta foto tiene algo de desmontar la terraza, después del verano. Pero ahora la terraza la tenemos montada en invierno, y se ve ahí la vida misma, si se fijan: lo que fue todo será nada.