Vetar a Rajoy pero pedir «negociar sin condiciones» y otras contradicciones de Ciudadanos

El candidato de Ciudadanos ha ido cayendo en contradicciones a la vez que buscaba pactos

EFE
Isabel Miranda

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Ayer el líder de Ciudadanos, Albert Rivera , propuso una mesa de negociación con PP y PSOE «sin condiciones, sin sillones» a partir del 26-J ante una situación de posible bloqueo, pero en su planteamiento había dos líneas previas que el candidato no negó.

La primera, sobre la que está girando toda su campaña electoral: el veto al líder del Ejecutivo en funciones Mariano Rajoy , en el que ayer se reafirmó. «Una cosa es el PP y otra fiarlo todo a Rajoy . Los votantes del PP también quieren que el país se ponga en marcha», dijo al ser preguntado a este respecto. La segunda condición es la que excluye a Podemos de la negociación porque «Europa, la Constitución, la unión de los españoles es una condición previa», dijo después, por lo que Podemos se «autoexcluye». A la hora de la verdad, el partido de Albert Rivera ha llegado a sentarse a negociar con la formación liderada por Pablo Iglesias.

Desde que Ciudadanos irrumpió en el panorama político nacional ha jugado a los matices . Luchando en campaña por un electorado altamente volátil, que se mueve en el centro y viene tanto de PP como de PSOE, Rivera ha tenido que ir definiendo sus posturas y adaptando su discurso a los resultados que finalmente ha obtenido en las urnas, a veces a costa de caer en contradicciones.

Del dicho al hecho en Andalucía

Ciudadanos no iba a pactar «con el partido de Manuel Chaves y José Antonio Griñán ». Pero tras las elecciones andaluzas selló su acuerdo para investir a Susana Díaz como presidenta de la Junta de Andalucía sin que esta apartara a Griñán, la siguiente «línea roja» que impuso la formación de Rivera. Antes de apoyar a Susana Díaz pedían la renuncia hasta «por escrito» como condición previa para cualquier negociación posterior. Sin embargo, finalmente, Ciudadanos se conformó con un acuerdo en el que se aseguraba que se apartaría a los imputados por corrupción, sin mención específica a Chaves, que en ese momento estaba a la espera de que el Tribunal Supremo confirmara si le mantenía la imputación por el caso de los ERE.

Más reciente y más rápido fue el cambio de opinión, también en Andalucía, sobre el consejero de Economía Antonio Ramírez de Arellano , que llegó a estar investigado por prevaricación. Aunque en principio Ciudadanos amagó con romper el pacto que mantiene con Susana Díaz, 24 horas después el partido, en boca del vicesecretario general José Manuel Villegas , lo rechazaba al no tratarse «de un caso de corrupción», argumento que también han esgrimido en referencia a la actual candidata en Pontevedra, que falsificó tarjetas de minusválidos para aparcar.

Pacto con el PSOE y gabinete conjunto

La campaña de las elecciones generales de diciembre se caracterizó por un mensaje: Ciudadanos no pactaría ni formaría parte de un gobierno que no encabezara Albert Rivera ni en el que estuvieran Mariano Rajoy o Pedro Sánchez. El partido venía de un contexto en el que las encuestas les daban unos resultados excepcionales e incluso algunas les situaban en segundo lugar.

Tras las elecciones del 20-D, el nuevo tablero político desembocó en un escenario en el que Rivera se sentó a hablar con Sánchez hasta alcanzar un acuerdo. «Ningún compañero mío, ni yo, vamos a ser ministros ni vicepresidentes de Pedro Sánchez», había dicho Rivera en abril de 2015.

Un año después, el portavoz en el Congreso, Juan Carlos Girauta incluso planteó en una comparecencia un gobierno conjunto con los socialistas, ya que «un gobierno monocolor del PSOE sería muy débil», con ministros de ambas formaciones.

No obstante, ahora Rivera asegura que aquel acuerdo se buscó solo porque Rajoy le dijo «no» al Rey para someterse a la investidura y, por tanto, el acuerdo de Ciudadanos con el PSOE fue un intento para desbloquear la situación. Este hecho ha desembocado en que, durante esta campaña, Rivera esté asegurando que dicho pacto no se puede dar por supuesto tras el 26 de junio.

No negociría con Podemos

Tanto en esta campaña, en la que Rivera deja a Podemos fuera del bloque de partidos «constitucionalistas» por no tener «nexos comunes», como en las pasadas elecciones, Rivera aseguró que no se sentaría a negociar con la formación liderada por Pablo Iglesias. Sin embargo, sí que lo hizo tras las elecciones de diciembre. Primero, ofreciéndose abiertamente a sentarse con la formación morada. Algo más adelante, haciéndolo en una mesa en la que también estaba el PSOE. Su objetivo era obtener la abstención de Iglesias ante un posible Gobierno de coalición, según ha explicado Rivera en más de una ocasión.

La lista más votada

Durante la campaña previa a los comicios del pasado 20 de diciembre, el candidato de Ciudadanos también aseguró que no apoyaría un Gobierno «de perdedores» en coalición . Quien debía intentar gobernar era la lista más votada. Entonces, en Ciudadanos no descartaban para ello ofrecer su abstención al que ya suponían que sería el PP. Asimismo, en la pasada carrera electoral, Rivera también explicó que su partido no se planteaba votar a favor de una investidura del socialista Pedro Sánchez. Al final, Ciudadanos intentó gobernar con el PSOE, algo que hubiese hecho si Podemos o el PP se hubieran abstenido y votó afirmativamente en la investidura fallida de Pedro Sánchez.

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