Rivera endurece su discurso ante su estancamiento en las encuestas
El presidente de Ciudadanos se centra en movilizar a los indecisos y acusa al Gobierno de Rajoy de conformista y perezoso

Todas las encuestas publicadas en el último fin de semana apuntan a un estancamiento o incluso bajada en la estimación de voto de Ciudadanos respecto la tendencia alcista con la que inició la campaña. El último sondeo de GAD3 para ABC señala que el partido obtendría entre 59 y 63 escaños el próximo domingo. Lejos del objetivo que se marcaba Rivera de superar al PSOE , ahora está mirando por el retrovisor la posibilidad real de una remontada de Podemos.
Albert Rivera se marcó como regla de cara a la campaña un discurso en positivo, pese al hándicap de que haber presentado su programa a lo largo de todo el año ha dejado al partido sin «balas» en forma de anuncios electorales durante estos quince días. El último barómetro del CIS señala que del 41% de indecisos la mitad tendrían a Ciudadanos como una de sus opciones. En el equipo de campaña del partido han detectado que en esta última semana «va a ser fundamental» los que aún hoy dudan entre ellos y el PP . En Ciudadanos se ha detectado cierta indefinición entre el electorado más joven. Aunque creen que ellos parten con ventaja en esa franja de edad, se reservan «algún guiño» para acabar de atraer el voto de ese electorado. Además, creen que también les ayudará a seguir compitiendo con PSOE y Podemos.
El debate es un punto final
La presencia de Rivera esta tarde en el funeral de Estado por los dos policías españoles asesinados por los talibanes en Kabul, Afganistán, ha obligado a modificar su agenda de campaña. Rivera ha cancelado sus actos en Coruña y Oviedo, donde será relevado por Inés Arrimadas, y los sustituirá por un acto por la mañana en Guadalajara. Allí podría lanzar alguno de esos guiños electorales.
En el día de ayer quedó patente ese tono más duro con sus contrincantes. Por la mañana, durante un acto en Madrid, Rivera ni siquiera esperó a la celebración del cara a cara entre Mariano Rajoy y Pedro Sánchez para asegurar que se trataba de un fin de etapa. Y aseguraba que «media España ya no está ahí. Media Epaña está en otra cosa ». Rivera llegó a decir que «la vieja política, el bipartidismo, pone punto final con este debate». Además de criticarlos por «retroalimentarse», porque «se necesitan».
Por la tarde, durante un acto de campaña en Ávila, insistió en ese discurso. «Hoy (por ayer) la vieja política se da la mano para salvar al soldado Sánchez. Son los últimos coletazos de un regimen bipartidista agotado y sin ideas ». En la tierra de Adolfo Suárez, donde recibió una gran acogida, reivindicó su posición centrista como única alternativa para lograr un cambio real: «Ha llegado la hora de parecerse a las mejores épocas de España y dejar esta etapa de política mediocre». Rivera aseguró que « si no gobernamos nosotros o no cambiamos o el cambio será peor ».
Rivera hizo algo además a lo que no acostumbra, hablar de un líder político que no sea uno de sus tres principales contendientes. Le tocó a Pablo Casado, vicesecretario del PP y número uno por Ávila: «Sí, es joven. Pero es un joven viejo. Tantos años en las juventudes de un partido que luego al final no ha trabajado en ningún sitio».
En Ciudadanos se ha impuesto la estrategia de alentar a la movilización de cara a la parte final de la campaña, y el propio Rivera reconoció que su formación necesita un empuje adicional para plantar cara a los grandes partidos. «Estamos compitiendo con los viejos partidos, pero es verdad que falta un sprint y tiene que ser la participación», señaló. En la dirección de campaña del partido naranja creen que con una participación «récord» en torno al 80% «todo es posible». A los indecisos dedicó una parte importante de su discurso y les pidió un voto de confianza «para un equipo responsable, con gente que viene de la sociedad civil». Pero no pretende convencerles solo con sus llamamientos a la ilusión, sino que trató de recordar las «vergüenzas» del PP y el PSOE con un discurso mucho más agresivo que de costumbre. «Han intentado organizar un país donde el bipartidismo lo controle todo, pero les vamos a desmontar el chiringuito». Al Gobierno de Mariano Rajoy lo calificó como «conformista y perezoso».
Talento como Garmendia
Por la mañana, Rivera compartió mesa y mantel con la exministra socialista, Cristina Garmendia, para presentar su programa de I+D+i. Aunque Garmendia dejó claro que «no va a a volver a la política», para Rivera se trataba de una imagen importante –suspendió un acto en Salamanca por ello– para demostrar su capacidad de «atraer talento» en esa idea en la que viene insistiendo de liderar un gobierno «de apertura con personas de la sociedad civil e incluso de otros partidos».