Rajoy asegura que apoyaría a Rivera si fuera el más votado
La bajada de dos puntos en todos los tramos del IRPF se aplicará a partir de 2017, asegura el presidente
Rajoy volvió a defender su idea de que gobierne la lista más votada, e incluso se mostró partidario de apoyar a Ciudadanos si ellos fueran la primera fuerza. De hecho recordó, en entrevista en 13TV, que esa propuesta, aplicada a los alcaldes, ya la lleva en su programa electoral para el 20-D. Y en el caso de que Ciudadanos u otro partido le exigiera retirarse como candidato para dar su apoyo al PP, Rajoy no lo considera posible porque «no tiene ningún sentido y sería ir contra los deseos de los votantes». Bromeó con la crítica de algunos partidos emergentes, que «no han vuelto a decir lo de la casta porque ahora ellos también lo son».
A preguntas del periodista Antonio Jiménez, el presidente indicó que no cree haber sentido el «síndrome de la Moncloa», pese a haber tenido que echarle «muchas horas en el despacho» a lo largo de la legislatura. De entre las duras decisiones que tuvo que tomar, la peor, aseguró, fue la de subir el IRPF, saltándose su promesa electoral. «Dijimos que sería temporal la subida, y lo hemos cumplido», recalcó. Su primer compromiso electoral ha sido bajar dos puntos todos los tramos del IRPF, una medida que se aplicará a partir de 2017, indicó.
Rechazó haber sido, desde el Gobierno, insensible con los más necesitados. Justificó las medidas tomadas en la necesidad de recortar gasto público, pero siempre con líneas rojas: no tocar las pensiones, ni el seguro del desempleo -«llegamos a gastarnos 30.000 millones de euros al año»- y no tocar la sanidad pública y gratuita,la educación pública y gratuita o los servicios sociales. «Lo que pasa es que hay quien pone el énfasis en lo que esta mal», afirmó.
La corrupción volvió a salir a debate, y de nuevo el presidente se dolió del daño causado. Tal y como señala en su programa electoral, se mostró partidario de que cualquier cargo público al que se le abra un juicio oral por corrupción debe ser apartado inmediatamente de su responsabilidad.
Otro asunto de plena actualidad, el yihadismo, fue abordado en la entrevista: el presidente Rajoy aclaró que tomará las medidas necesarias sobre el envío de ayuda en la lucha contra este terrorismo, en Siria o en otros puntos, en función de lo que pida Francia y los planes que se tomen en Europa. Y lo hará independientemente de la fecha electoral: «Si es necesario, tomaremos la decisión el 19 de diciembre», pero siempre «consultándolo con el Parlamento». En cualquier caso, se negó a actuar forzado. «No voy a actuar por un periódico que pretende presionarme».
El aborto, uno de los asuntos más espinosos de los últimos años para el PP, no figura en el programa electoral para el 20-D. Rajoy aseguró que su intención es «tener una regulación que tenga la mayor aceptación posible».
Sobre el problema catalán, pidió «seriedad y firmeza» para tratarlo, y lo contabilizó entre los asuntos innegociables, junto con la igualdad de todos los españoles o el cumplimiento de la ley. Espera y confía en que no se incumpla la resolución del TC que anula la resolución independentista. Y resaltó que, a dos meses largos de las elecciones catalanas, ni tienen gobierno en aquella comunidad ni hay previsto que lo haya en las próximas semanas, y se vive una situación «disparatada».
Justificó su casi frenética actividad pública en medios de comunicación en los últimos tiempos, que tanto contrasta con su silencio del resto del mandato, porque «había que solucionar los problemas; me he concentrado en lo que era mi principal obligación». No obstante, bromeó, «es difícil que yo termine bailando», como hizo la vicepresidenta Sáenz de Santamaría. En todo caso, reconoció el error de no haberse explicado mejor durante el mandato.
Respecto a las críticas del expresidente Aznar, indicó que «todos somos como somos», pero aseguró haberse sentido querido y apoyado por «la gente del partido». Hizo, aseguró, «lo que tenía que hacer» y «no tengo que reprocharle nada a nadie».
No quiso aclarar si la próxima, en caso de ganar el Gobierno, sería su última legislatura: «No estoy pensando en eso». Sí que abogó por limitar los mandatos a ocho años, como ocurre en los Estados Unidos, aunque no en Europa ni en Canadá, recordó.
También negó que sea un hándicap ser el mayor de entre los candidatos a presidente del Gobierno. «Creo que la experiencia es buena; tal como están las cosas en España, cuando no está definitivamente consolidada la recuperación, con los problemas que tenemos en algunas partes de España y los temas de terrorismo, se necesita tener experiencia y un partido con equipos formados detrás». La edad, aseguró, «no es un factor determinante» pero «te da seguridad». Puso como ejemplo que «un periodista no puede empezar su carrera siendo director de un importante periódico; se supone que hay que tener una trayectoria».