El PSOE tiene más opciones que el PP de presidir el Congreso
Todo apunta a que se superará el récord de 45 días en nombrar presidente (año 2000)
Inexorablemente, la caída de escaños del Partido Popular comenzará a traducirse ahora en una pérdida de poder en los principales organismos e instituciones del Estado. Y la primera «baja» visible será la Mesa del Congreso de los Diputados. El próximo 13 de enero, en tan sólo 22 días, tienen que constituirse las nuevas Cortes que elegirán al presidente, cuatro vicepresidentes y cuatro secretarios . Los resultados del domingo apuntan a una «alta probabilidad» de que el PP pierda la presidencia de la Cámara, que hoy ocupa Jesús Posada, y que, además, sus cargos en la Mesa queden reducidos a menos de la mitad: de los cinco actuales a tan sólo dos. El motivo es el sistema de elección de los miembros de este órgano, a través de tres votaciones diferenciadas que pueden llegar a cuatro.
En primer lugar se elige al presidente del Congreso entre los candidatos de los distintos partidos, teniendo que recibir la confianza de la mayoría absoluta, un respaldo que el PP descarta completamente conseguir, tendrán capacidad para designar al próximo presidente de la Cámara, aunque posteriormente no se pongan de acuerdo para formar gobierno. En el caso de que no haya pactos, se celebrará una segunda votación entre los dos candidatos más votados , en este caso, serán uno del PP y otro del PSOE, y será elegido por mayoría simple, más votos a favor que en contra. Pero incluso en este escenario los populares siguen sin tenerlo fácil ya que es más probable que los partidos de izquierdas, Podemos, IU, y los independentistas catalanes, ERC y DiL apoyen al candidato socialista que al popular. Por primera vez en la historia de la democracia, es probable, así, que el presidente del Congreso sea de un color distinto a la formación que ha ganado las elecciones. Sólo un pacto entre PP y Ciudadanos, condicionado a que las fuerzas de izquierdas no lleguen a un acuerdo con los independentistas catalanes, y estos se abstengan, o un pacto con el PSOE podrían permitirle al PP renovar la presidencia. Dos escenarios improbables. En cuanto a los posibles candidatos a presidente del Congreso, aún no ha trascendido ningún nombre por parte de ninguna de las dos grandes formaciones.
Pacto de izquierdas
Una vez elegido el presidente del Congreso de los Diputados, se convoca una única votación para elegir a los cuatro vicepresidentes , entre los candidatos más votados, y una posterior con el mismo mecanismo para elegir a los secretarios. Si el PP quiere asegurarse dos puestos en la Mesa, un vicepresidente y un secretario, tendrá que proponer un único nombre para cada uno de estos cargos. De este modo, haya o no acuerdo entre los partidos de izquierdas, siempre conseguirá dos representantes en la Mesa del Congreso, el vicepresidente primero y el secretario primero.
En este escenario, el PSOE, Podemos y Ciudadanos también contarían con un vicepresidente y un secretario cada uno, lo que dificultará que la futura Mesa del Congreso pueda adoptar decisiones con un holgado consenso . Otra estrategia más arriesgada que podría adoptar el PP en aras de conseguir una mayor representación en la Mesa del Congreso sería repartir su fuerza entre dos candidatos a vicepresidente y dos a secretario, pero podría quedarse sin representación en el caso de que la izquierda alcanzara un pacto amplio.
Un acuerdo con Ciudadanos tampoco le servirá de gran ayuda al PP en este caso, ya que la suma de ambas formaciones, no permite asegurarle más puestos que los que conseguiría cada una por separado. Sólo en el escenario de una gran coalición PSOE, Podemos, IU, DiL y ERC podría darse la posibilidad de que Ciudadanos se quedara sin respaldo en la Mesa del Congreso y tuviera que unir sus fuerzas con el PP , para evitar que los independentistas catalanes se sentaran en este órgano en vez de la formación naranja. Fuentes del grupo parlamentario confían, en todo caso, que para la elección de la Mesa del Congreso puedan establecerse pactos que aseguren que los cuatro partidos más votados tengan representación en este órgano.
La composición de la Mesa del Congreso será así la primera prueba para el próximo gobierno, pero también para los dos partidos emergentes, Podemos y Ciudadanos, que han insistido durante la campaña que su objetivo no era en ningún caso ocupar cargos ni sillones sino provocar un gran cambio social en el país. El 13 de enero es, en todo caso, el día en que los cuatro partidos comenzarán a mostrar sus cartas .