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Pedro Sánchez rehúye el debate y enmudece al hablar de pactos e indultos
Iba con el guión aprendido, hasta el punto de que en varios momentos se le vio leyendo una hoja sujetada con las dos manos
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Confuso debate del presidente del Gobierno en RTVE . Pedro Sánchez ha desarrollado una intensa precampaña desde el mes de enero que se ha intensificado durante la campaña electoral . Mucha actividad pero un mensaje muy sencillo, caracterizado por defender su acción de Gobierno. Y ese fue su debate. Intentó lanzar su mensaje y le costó mucho entrar en el debate. Encorsetado al inicio, se notó en exceso que iba con el guión aprendido. Hasta el punto que en varios momentos se le vio leyendo una hoja sujetada con las dos manos y mirando hacia abajo.
El presidente del Gobierno arrancó su minuto inicial con un ataque duro al PP por los «recortes» efectuados durante la crisis económica, mencionó la sentencia «demoledora» en la que justifica la moción de censura. Incluso mencionó que fue con un Gobierno del PP cuando se produjeron los referéndums ilegales y la declaración de independencia.
En ese fuerte arranque Sánchez se trabó, mostrando nervios y un exceso de recitación. A partir de ahí se diluyó. Sánchez intentó recitar su acción de Gobierno planteando el reto de la desigualdad y «conciliar crecimiento económico con justicia social».
Sánchez dio muestras de no querer entrar en los primeros ataques de Albert Rivera y se centró en definir como «injustas» e «irresponsables» las propuestas planteadas por la revolución fiscal de Pablo Casado.
La tónica general fue que el presidente del Gobierno estuvo muy desaparecido en el comienzo del debate. En los dos primeros bloques, el económico y el social, rehuyó toda confrontación. El mensaje que Sánchez ha querido lanzar durante toda esta campaña electoral es plantear una disyuntiva: o un Gobierno presidido por él o la alternativa de un Gobierno como en Andalucía que dependa del apoyo de Vox. Y no fue hasta el tercer bloque cuando consiguió nombrar «al trío de Colón».
En su primera intervención sobre política territorial se proclamó «orgulloso de ser español» pero evitó un posicionamiento claro en política territorial más allá de proclamarse «orgulloso en su diversidad lingüística y de costumbres».
Sánchez lanzó el mensaje de que «la independencia no se va a producir» y definió la situación de Cataluña como «un problema de convivencia» para el que recetó «dialogar dentro de la Constitución». El presidente quedó contra las cuerdas con las preguntas de Casado y Rivera sobre si está dispuesto o no a indultar a los líderes independentistas: «no puede haber indulto preventivo ni la negación preventiva del indulto».
Tampoco respondió Sánchez a si dimitiría en caso de una sentencia condenatoria en el caso de los ERE de Andalucía. También rehuyó las reiteradas súplicas de Pablo Iglesias para que dijera que no pactaría con Ciudadanos, dejando en el aire su política de pactos.
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