«Nunca significa nunca. Nunca va a haber referéndum»

Sánchez pide el voto en Cataluña para legitimar su discurso de mano tendida

Pedro Sánchez, ayer en Badalona (Barcelona) EP
Víctor Ruiz de Almirón

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Pedro Sánchez busca en Cataluña un aval a su discurso territorial y a su ambición de hacer mayoritario un tercer espacio (entre el independentismo y los partidos a su derecha) que hasta ahora ha naufragado en las urnas de la mano del PSC.

El presidente del Gobierno visitó ayer Cataluña con un paseo por Lérida y un mitin en Badalona. Volverá el próximo 25 de abril. El PSOE busca apuntalar el crecimiento del que hablan las encuestas . En Ferraz consideran «muy importante» como aval a la estrategia territorial lograr un buen resultado en Cataluña.

El PSC acude por primera vez en más de una década a las urnas con buenas expectativas. «El balance de los primeros días es positivo. Nuestra gente está ilusionada pero muy impregnada del mensaje: no hay que confiarse», dice un destacado dirigente del PSC.

La intención es pelear la primera posición con ERC , que según apuntan las encuestas podría ser primera fuerza. En las filas socialistas creen que los independentistas están muy altos en los sondeos porque tienen «un voto declarado más alto», pero confían en que bajarán cuando se emitan todos los votos.

El presidente del Gobierno explotó el discurso del miedo a la derecha, algo que entienden los socialistas que en Cataluña les aporta mucho rédito. Sánchez aseguró que existe un «riesgo real de que la derecha y sus tres siglas sumen». Y volvió a insistir: «El riesgo real de que estos tres sumen es cierto». Reforzaba la idea la número uno por Barcelona, Meritxell Batet, al azuzar el miedo a «un 155 perpetuo» que según ella significa un rechazo al Título VIII de la Constitución, que regula el Estado de las Autonomías: «Les sobra un título entero de nuestra Constitución».

Respuesta a Jordi Sànchez

Pero los socialistas tuvieron que salir a frenar en seco la petición en la que insistió ayer el independentismo: estabilidad para un Gobierno de Sánchez a cambio de un referéndum en Cataluña . «He vuelto a escuchar que quieren el referéndum. Ya habéis visto que cuando digo no es no. Nunca significa nunca. Nunca va a haber referéndum. Nunca va a haber independencia».

El líder del PSC, Miquel Iceta , expresó su confianza en que terminará siendo el independentismo el que renuncie al referéndum: «Tarde o temprano los independentistas van a renunciar a dividir Cataluña» . Iceta cree que el independentismo va a terminar aceptando que «la solución es un acuerdo sobre el autogobierno».

Sánchez reclamó el voto el 28 de abril a los catalanes y así ganar argumentos para su proyecto político: «Cataluña tiene que dar un paso al frente. Decirle al independentismo y a la derecha que por ahí no».

El objetivo del PSC es saquear la bolsa de votos de En Comú Podem. Objetivo goloso, ya que la marca asociada a Unidos Podemos fue primera fuerza en 2015 y 2016. «Son el voto útil de los independentistas», dijo Batet. Pero también existe entre los socialistas la intención de atraer a sectores más blandos del secesionismo. La número uno por Barcelona, Meritxell Batet , está desplegando un discurso en ese sentido contra ERC, acusándolos de no ser de fiar y cuestionando que gobiernen con Junts per Catalunya para intentar atraer a su electorado de izquierdas.

En las filas socialistas existe preocupación por la elevada incertidumbre que se percibe en los sondeos y cómo eso puede trastocar la ventaja socialista que ahora marcan los sondeos. «Esto no está ganado. Recordemos lo que nos pasó en Andalucía», dijo Iceta.

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