Pasaba por allí...
La noche del muerto viviente
El PSOE se olvida de Cataluña y se disfraza de Franco para celebrar Halloween en el mitin de apertura de campaña en Sevilla
Elecciones generales en directo

Truco y trato. El PSOE no dio opción de elegir anoche a sus votantes en el mitin de Halloween que abría la campaña electoral en Sevilla , con Pedro Sánchez y Susana Díaz como cabezas de cartel. Hubo truco, porque el candidato socialista hizo un repaso edulcorado de la realidad española en el que ni siquiera citó a Cataluña, y también trato, porque se comprometió a alcanzar —esta vez sí— una mayoría de gobierno si la militancia del PSOE se moviliza en las urnas.
El polideportivo de Pino Montano , un barrio de consolidada mayoría socialista, brindó una calurosa acogida a Pedro Sánchez en el acto que abría la campaña electoral. No tanto por el entusiasmo como por la temperatura, que superaba los 30 grados debido al atípico otoño sevillano, todavía con registros primaverales. El modesto recinto —unas 2.000 personas— estaba lleno, porque el PSOE se había esmerado, a diferencia de la última campaña electoral, en que nada fallara . Autobuses de distintos puntos de Andalucía y banderas rojas con el logo del partido para todos. Llamó la atención que no hubiera ni una bandera andaluza en el auditorio; se pudo ver sin embargo una enseña nacional, que portaba una joven con la cara de circunstancia de quien se presenta con corbata en una fiesta rave. Hay que ser condescendientes con su desazón: son tantos los virajes que es lógico que el militante socialista no sepa ya cuándo toca ir con la bandera de España y cuándo no.
Abrió el acto la secretaria provincial del PSOE sevillano, Verónica Pérez, quien dio las gracias efusivamente a Pedro Sánchez por su gestión y recordó que el PP es «el único partido de Europa» condenado por corrupción. «Qué pronto se olvidan las cosas», lamentó. Y tanto. Entre loa y loa a Sánchez, pocos recordarían que hace justo tres años Verónica Pérez se autoproclamó «la única autoridad» del PSOE frente a la diezmada Ejecutiva del hoy presidente del Gobierno en funciones. Lo que cambia el cuento.
Pérez habló de sus antepasados fusilados en la Guerra Civil, y tras ella María Jesús Montero, cabeza de lista por Sevilla y ministra de Hacienda en funciones, arrancó dando las gracias a Sánchez por sacar a Franco del Valle de los Caídos. El público se puso en pie. No en vano, en la noche de Halloween los dirigentes del PSOE se disfrazaron de Franco para pedir caramelos en forma de votos a sus seguidores. En los mítines de la campaña electoral de 1977 no se citó tanto al franquismo como anoche en Sevilla, un régimen reencarnado ahora, explican, en el nuevo «trifachito» de PP, Ciudadanos y Vox. Tanta sobredosis de franquismo provocó un lapsus a María Jesús Montero, quien pidió el voto para que el PSOE pueda gobernar «los próximos cuarenta años . Perdón, los próximos cuatro años», corrigió algo azorada.
Susana Díaz, a quien ya se le advierte su embarazo, abrió su intervención sacando músculo ante Sánchez: «Aquí está el PSOE de Andalucía, la principal federación de España y la que nunca le falla al partido», presumió. En cada acto que comparten Pedro y Susana la audiencia busca morbosamente algún síntoma de distanciamiento, pero ambos han desarrollado ya una coreografía un tanto aséptica de sonrisas e incluso arrumacos. Díaz reivindicó un «patriotismo de la gente, no de banderas» —la chica de la rojigualda no sabía dónde meterse— y se despidió con una cursilada relamida: «las grandes alamedas de Allende se han vuelto a abrir con Pedro Sánchez».
Sánchez estuvo sobrio, casi frío. Se centró en dos mensajes básicos, la movilización del voto —«la derecha sueña con el no votarán»— y la idea de que la única opción de gobierno pasa por el PSOE . Ni una sola frase sobre Cataluña y su poquito de franquismo para terminar. Era Halloween y había que sacar los muertos a pasear.