Iglesias ya no es socialdemócrata: reivindica el 15M, al PCE y a Monedero para "derrotar al PP"

Tras una campaña de perfil retorna el Iglesias original pese a su voluntad de reclamar el voto útil

Pablo Iglesias durante el cierre de campaña AFP
Víctor Ruiz de Almirón

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Unidos Podemos construyó toda su estrategia de campaña pensando en la confrontación directa con el Partido Popular, dando por descontado que superarán al PSOE y vendiendo una imagen de «mano tendida» hacia los socialistas. Pero ayer, las referencias al PSOE brillaron por su ausencia y su reivindicación socialdemócrata se diluyó en su esencia original .

Durante toda la campaña, Iglesias ha tratado de presentar una versión moderada de sí mismo. Una estrategia que, cómo se percibió en el debate a cuatro, iba encaminada a no cometer errores. Un ejercicio de contención que llevó al partido a descargar la exposición de Iglesias en favor de Alberto Garzón e Íñigo Errejón. Pero como si las «cadenas» que lo atenazaron durante estos quince días se hubieran esfumado, el líder de Podemos reivindicó en el cierre de campaña los símbolos del Pablo Iglesias original. Elogió Iglesias el legado del 15-M (pidió que fuera fiesta nacional) y en ese momento citó a Juan Carlos Monedero como pieza fundamental para interpretar y canalizar hacia la creación de Podemos el movimiento de indignación. En la señal realizada a Iglesias le flanqueaban el propio Monedero, Luis Alegre y Tania Sánchez. Todo un símbolo en una intervención que parecía moverse en una lógica interna de cara a los próximos meses.

«La izquierda de toda la vida»

En todos esos agradecimientos el de Errejón «y su gente» fue testimonial, y el más emocionado fue para Izquierda Unida y Albero Garzón: «Todas las banderas son bienvenidas al cambio político», aseguró Iglesias, que celebró «el encuentro histórico con la izquierda de toda la vida». «Es un honor, Alberto, caminar a vuestro lado. Gracias a IU y muchas gracias al Partido Comunista» . Iglesias recordó a sus abuelos socialistas y dijo que estaba aquí «para honrrar vuestro ejemplo» .

Fue lo más relevante y novedoso en un discurso en el que volvió a utilizar el caso de Fernández Díaz para atacar al Gobierno y defendió su proyecto como el de la «patria, el orden y la ley frente a los antisistema». Momento que aprovecho pàra reivindicarse como «el voto útil para derrotar al PP» .

Unidos Podemos organizó su cierre de campaña a modo de verbena popular en la explanada del Matadero de Madrid, en las orillas del río Manzanares, con una fiesta que comenzó a las seis de la tarde y que se prolongó hasta la media noche. El evento congregó a más de 10.000 personas, igualando el mitin más grande de la campaña del 20-D.

La organización intercaló a sus portavoces con varios vídeos, tanto de spots de campañas como de otros intervinientes. La primera sorpresa llegó desde Barcelona. La alcaldesa se dirigió a los asistentes para elogiar la fórmula de coalición y confluencias en torno a Podemos, un comunicado en el que dejó claro su objetivo: «Echar al Partido Popular».

Colau, que ha tenido un papel muy protagonista en esta campaña, descalificó al PP con adjetivos como «arrogante, recentralizador y corrupto». La alcaldesa no olvidó el que es el eje central de su discurso: el referéndum de autodeterminación. No desaprovecha ningún acto en el que esté Iglesias para reivindicarlo: «Os necesitamos para garantizar el derecho a decidir» . Ada Colau, que al contrario que Manuela Carmena sí se ha implicado en la campaña, apeló a los indecisos para «acabar con tantos años de política miserable».

En el mitin se percibió la movilización del votante tradicional de Izquierda Unida, que en varias ocasiones coreó el «¡No pasarán!». El contexto favoreció un recibimiento especial para Alberto Garzón. El líder de IU reivindicó «un Gobierno fuerte con valores de izquierdas». Rememoró la república, planteó la derogación de las dos últimas reformas laborales y, entre gritos como «Madrid será la tumba del fascismo» , defendió ante la atenta mirada de Iglesias «el hilo rojo de la Historia».

El líder de IU fue el encargado de presentar a Íñigo Errejón. Ambos han compartido varios actos esta campaña, algo que ha servido para limar asperezas, una vez que el número dos de Podemos era de los más reacios a la confluencia. Errejón defendió «haber sido capaces de construir herramientas que desafían a los privilegiados» . Errejón, como director de campaña, aseguró que «está claro que vamos a heredar nuestro país», y que lo que se dirime es si el bipartidismo resiste unos meses más, pero «tiene que ser ahora».

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