Entrevista
Pancho Casal: «Queremos que haya cambio de Gobierno, pero con muchas condiciones»
Considera al actual Gobierno de la Xunta sin proyecto y se sitúa en una tercera vía entre la mayoría absoluta del PP o la del «tripartito de Sánchez»
En una entrevista con ABC previa al confinamiento de A Mariña, el candidato de la Marea Galeguista, Pancho Casal, explica el proyecto de su coalición, conformada por En Marea, Compromiso por Galicia y el Partido Galeguista.
¿Cómo valora la campaña hasta el momento y el debate?
Encantado. Hemos acertado en una campaña de hablar con personas, colectivos. Los mítines no valen para nada, lo de repetir eslóganes va en contra de nuestra filosofía de propuesta política. Después, llegamos al debate, que no me gustó como lo enfoqué, llevaba demasiadas propuestas. A veces era un debate imposible y yo soy experto en política energética, industrial, cuando te dan cuatro minutos para definir el futuro de Galicia en esos aspectos es imposible. Pero salí satisfecho, porque es la primera vez en cuatro años que veo a Feijóo desencajado , porque le repetí cuando iba a abrir los centros de día y no me respondió. Me respondió hoy, se abren el 15 [Ese día la Xunta anunció la reapertura]. Lo de no abrirlos no tenía nada que ver con el riesgo, era interés electoral.
—¿Hay pesimismo en la izquierda, lo que complica la movilización?
—Sí. Ese fue el interés de presentarnos, crear la coalición, que va del centro a la izquierda nacionalista. Veíamos que la alternativa no era suficiente y está mal enfocada. A los gallegos la política de bloques, de qué gallegos son buenos, malos, pues no. Venimos a romper el paradigma, creemos que es la única manera de ganar al PP. Nos atacan por ser transversales. Nuestro objetivo es que no haya ninguna absoluta : está repetir la del PP, la del tripartito de Sánchez y nosotros somos la tercera alternativa. Garantizamos que haya cambio de Gobierno, pero con muchas condiciones. Vamos a ser muy exigentes. El Parlamento es el que tiene que gobernar.
—Hablaba de la transversalidad. No se sitúan en un sitio concreto.
—No. Es una combinación de elementos diferenciales muy importantes. Tenemos base galleguista muy fuerte, apuesta por la sostenibilidad, la defensa del autogobierno a ultranza , queremos que se desarrolle el Estatuto, que vaya más allá, la soberanía ciudadana.
—¿Por qué el resto de fuerzas alternativas, de cambio, les ignoran?
—Es curioso. Por una parte dicen que somos irrelevantes y por otra que por nuestra culpa va a gobernar Feijóo. Piensan más en quién va a ser líder de oposición que en ser alternativa de Gobierno. A nosotros no nos interesa: de los candidatos solo uno, yo, tuvo una parte dedicada a la política, tres de 42 años. En los otros partidos yo creo que influye un poco el derecho a tener un sitio en la política. Nosotros reclamamos un sitio en la sociedad, para cambiarla. Y nos ven como unos intrusos. Cuando queríamos negociar con BNG y Anova para que se integrasen en esta plataforma , vimos lo que pasó entre IU, Podemos y Anova... el problema era quién iba de uno, de dos, y por eso Anova quedó fuera en las generales: no había sitio para ellos. Queremos que haya una alternativa que le hable a toda la ciudadanía, no que haya un diputado que dijo que los gallegos que votan al PP son unos ignorantes. Lo hacen por algo y hay que saberles hablar. Era evidente que había un acuerdo de ignorarnos.
—¿Cómo se afronta la crisis y se lucha por la reindustrialización?
—Hay que poner en valor las potencialidades de Galicia. Feijóo gestiona bien su imagen pero tiene un problema, que nunca gestiona a riesgo propio: desde pequeñito lo pusieron a dedo pero nunca arriesgó de su bolsillo, lleva 30 años en el coche oficial. Está rodeado de burócratas. La economía la va a arreglar la agroganadería sostenible, la transformación de sus productos alimenticios, la soberanía alimentaria, la energía en manos de empresas gallegas, el automóvil, convencer al sector textil de que es posible producir aquí, una política de inmigración progresista y la industria de la madera: Tenemos la madera, pero si solo plantamos eucalipto. No digo de eliminar los eucaliptos, pero su explotación es desastrosa. No podemos estropear tierra fértil con eucaliptos. Después, un rural con internet de 200 megas, servicios, educación, sanidad... sería la panacea. Así como Manuel Fraga tenía un proyecto de país, aunque yo estaba en desacuerdo , esta gente no lo tienen. No confían en Galicia, son burócratas
—¿Se pierde el tiempo discutiendo de Alcoa mientras está a punto de cerrar?
—Sí. La actitud del Gobierno es inaceptable, llevar año y medio para un estatuto que saben cómo debe ser... Es posible, pero no quieren. Estoy perplejo con la inacción. La responsabilidad máxima es del Gobierno: estatuto de las electrointensivas e intervención. Y la Xunta acompañar esa intervención y durante estos 11 años debería haber desarrollado un proyecto industrial en A Mariña. No me podía creer que Gómez-Reino dijese en el debate que el día 13, la intervención.
-Veo que tiene profundas discrepancias con sus antiguos compañeros... se entiende ahora ese divorcio.
Yo vengo de Podemos, pero cuando yo estaba allí me dijeron que entrábamos en En Marea a nivel individual. Dijeron que íbamos a crear un nuevo ecosistema de amplio espectro con los partidos como motores auxiliares , no se le va a mirar el carnet a nadie, la plurinacionalidad totalmente establecida. Pero es un partido centralista, vertical, las bases que no den mucho la lata. Y su actuación en En Marea pues iba en consonancia a eso. Grupos que realmente son, lo quiero decir con una palabra amable, son estructuras muy cerradas y que controlan la actividad política. En Marea no era eso , ellos no podían soportar que no se siguiesen unas directrices, considerándose la mayoría, que era la verdad. Pero una mayoría de establishment. Pero en las bases Villares ganó las primarias, no lo reconocieron y se marcharon. Mucho antes decidí dejar Podemos porque veía que todo eso por lo que había entrado allí. Pero con todo el respeto, creo que han hecho grandes cosas, yo no soy sectario. Creo que hacen cosas muy buenas a nivel social. Pero el tema no puede ser blanco y negro. En Marea era un proyecto maravilloso, pero algunos no entendieron que renunciar a tu clan era imprescindible para montar un nuevo estilo de partido. Queremos reconstruir eso, pero los que quedamos somos los que seguimos con la idea inicial de En Marea.