Votos al vuelo

Coño, o Beiras», soltó el bueno del hombre cuando lo vio en la catequesis de campaña, ya muy menguada de acólitos, clamando a voz en cuello a favor (o en contra, o quizá a favor y en contra) del coronavirus, de la gripe del 18, de la viruela, de la peste de Justiniano, de los ‘fascio do combattimento’ y de los plutócratas (salvo que sean galapagarinos). Aquello era una maravilla . Usted mete en la batidora el correaje de Mussolini, un pino pondaliano, dos golpes de Hessel, una guillotina, cuatro raciones de pulpo y una ronda de cubatas y le sale el programa electoral de esta cosa que se presenta a las elecciones con la misma disposición constructiva de la partida de la porra. ¿Queda por ahí alguien que se acuerde de la partida de la porra?: «Volverán a romperle las costillas / a todo el que trascienda a liberal».

Ahora mismo, así me aspen, no soy quién de dar con nombres, siglas y candidatos concurrentes a las elecciones del 12 de julio . Para lo concerniente a las antiguas fuerzas campamentales de Podemos, hay que tener memoria elefantiásica, porque la etiqueta del embalaje es distinta según sea la naturaleza y adscripción censal de los destinatarios del paquete. De modo que me reconozco incapaz de afirmar si los de Anova son los mismos que los de En Marea, y los de En Marea los mismos que los de Máis Galiza, y los de Máis Galiza los mismos que los de Acción Galega (¡el partido de Basilio Álvarez: lagarto, lagarto!), y los de Acción Galega los mismos que los de Espazo Ecosocialista, y los del Espazo Ecosocialista los mismos que los de Lugo Novo y -he aquí la gran duda- los de la Unidade Veciñal de Carral los mismos que los de En Marea de Ames. Carral y Ames, en disputa electoral por la misma franja sociológica: un pleito que conviene seguir con atención.

Las encuestas dirán lo que quieran, pero servidor, al que le pesan los menudos de seguir elecciones, no recuerda caso semejante de alfombra roja : los unos en loquinaria atomización y el BNG recogiendo votos con una espuerta.