Elecciones gallegas 2020
Una campaña «de hashtags»
Las restricciones por el Covid llevan a los partidos a reforzar su apuesta por RRSS y medios digitales
Cuando se pasa de reunir a 10.000 personas en una abarrotada plaza de toros a diseminar un centenar de sillas en un auditorio prácticamente despoblado, surge un problema. O una oportunidad, según se mire. En cualquier caso, trabajo extra para los coordinadores de las campañas del 12-J en Galicia . En esta quincena «diferente» que arrancó ayer ya no valen, definitivamente, las fórmulas tradicionales. «Primará la precaución, la prudencia y la seguridad por encima de cualquier otra cuestión. Será más digital y audiovisual», avanzaba el secretario general del PPdeG, Miguel Tellado, al adelantar las líneas maestras de la campaña de Feijóo. «No será necesario acudir a los actos, estaremos en la casa de todos a través de la tecnología », incidía, «igual de pegados al territorio que siempre».
Los populares ya sacaron a relucir los resultados de su laboratorio de ideas en precampaña, en un acto al que acudió Pablo Casado: cinco sedes simultáneas, conexiones de Santiago a La Coruña, Lugo, San Cristovo de Cea y Vilagarcía de Arousa. «Apostamos claramente por una campaña con nuevos formatos, con retransmisiones en directo , para que aquellos que no se puedan acercar puedan seguir igualmente el contenido», explicaba Tellado. Otro ejemplo: vídeos temáticos, dedicados a las grandes ciudades, difundidos a través de las redes sociales de Feijóo con minutos de diferencia.
«Unha nova vida» («Una nueva vida») es el título del documental, lanzado esta semana por el BNG, que recoge las experiencias vitales de cuatro personas. Un contenido propio, disponible en sus plataformas digitales , que complementa, desde un perfil humano, los mensajes puramente políticos de los mítines. La coalición Galicia En Común - Anova Mareas anunció conexiones diarias, en abierto, con «dirigentes del Gobierno», en las que podrán participar igualmente ciudadanos de a pie.
Los partidos gallegos ya hicieron de la necesidad virtud durante el confinamiento impuesto por el Covid-19: obligados por las circunstancias, se adaptaron a nuevos formatos de comunicación , con ruedas de prensa emitidas en directo, lo que comúnmente se conoce como «streaming», a través de YouTube, Twitter y Facebook. Un banco de pruebas que les sirve de experiencia para las dos semanas de campaña. «Todos tienen un uso intensivo desde hace muchos años, especialmente desde 2004-2008, de redes sociales; todos tenían canales de YouTube; todos hicieron un esfuerzo por cambiar el mensaje, por la mensajería instantánea; todos trabajan con microsegmentación, geolocalización, sectores muy particulares de electores concretos. Son cosas que ya llevan una década haciendo», explica Berta García Orosa, profesora de la Facultad de Comunicación de la USC, en conversación con ABC. Se apoya en estudios sobre partidos políticos españoles, pero perfectamente «extrapolables» a los gallegos.
« Tampoco debemos pensar que va a ser una revolución , porque llevamos 25 años en esto», asegura. «Es lo que nosotros llamamos comunicación digital híbrida. Lo que detectamos en las últimas elecciones ya son lo que llamamos ciberpolítica o tecnopolítica: un lenguaje multicanal, utilización de herramientas nuevas, Big Data. En principio, no tendría por qué ser un salto cualitativo, sino cuantitativo», pronostica.
Tercera edad
García Orosa concede que esa forma de comunicar los mensajes políticos, por las peculiaridades de la «nueva normalidad», « seguramente será más intensiva; tiene que sustituir a los mítines , a reuniones presenciales», recuerda. La profesora de la USC se remite a estudios, tanto de ámbito nacional como de regiones a nivel europeo, y describe tendencias más que momentos concretos. «En los últimos años, los partidos políticos están intentando conseguir, más que participación, lo que es en inglés el ‘engagement’, el compromiso», detalla, al tiempo que deja en el aire la respuesta a la pregunta de si responderán o no los electores.
¿Y la tercera edad? «En ese caso sí será más complicado llegar a ellos», pondera. « Es una población que queda, de algún modo, más aislada » en una campaña digital, analiza la docente. La experiencia permitirá extraer lecciones valiosas: «No solo por la comunicación que van a hacer los partidos, sino por la propia participación y los factores que están rodeando a las elecciones, también sociológicos: la gente mayor, la sensación de miedo, de incertidumbre que puede tener una parte del electorado. Seguramente influya muchísimo en los propios mensajes de los partidos». Las urnas juzgarán si aciertan con la estrategia.
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