Elecciones Gallegas 2020
Abascal carga contra el delegado del Gobierno por enviar a sus «matones comunistas» contra Vox
El líder de la formación verde cierra su primera gira por la campaña en Ribeira, con poco mensaje gallego y mucho argumentario
El mediodía del domingo en Ribeira pedía playa a gritos, con treinta grados a la sombra. Al sol, un centenar de valientes esperaba en pie su chute de adrenalina. Estaba anunciado Santiago Abascal, que llegó puntual y liderando la comitiva, como la Libertad guiando al pueblo versión rojigualda. El líder de Vox, camisa blanca de su esperanza, rodeado de sus fieles, en su gran mayoría chavalada curiosa, mayores y alguna familia joven. Tres, cuatro banderas de España. Música épica para calentar motores. Pero las expectativas quedaron algo huérfanas: poco mensaje gallego y muchos eslóganes ya conocidos, un grandes éxitos en toda regla , faena de aliño para cerrar una primera gira por Galicia que ha llevado a Abascal por Lugo y La Coruña. Volverá el martes para otra tourné de tres días.
Al líder de la derecha radical le esperaban los alborotadores más púberes de cuantos han intentado hasta el momento reventarle actos en Galicia. «Vayamos donde vayamos, los intolerantes han intentado amedrentar a los que van a los mítines de Vox», lo que le llevó incluso a hablar de que el 12-J se celebrarán «unas elecciones sin libertad» . «No todos los partidos políticos concurrimos en igualdad de condiciones» pero «¡no podrán con nosotros!», exhortó a los suyos. Para Santiago Abascal, las del próximo domingo son unos comicios «inoportunamente adelantados por intereses políticos», y lamentó que «algunos vecinos de Lugo no vayan a poder ir a votar» por el confinamiento decretado por el Sergas para los enfermos diagnosticados de Covid-19.
En Ribeira, Vox fue la tercera fuerza más votada en las pasadas elecciones de noviembre , solo por detrás de PP y PSOE. De ahí que no quisieran faltarle a los suyos. Desde el atril, Abascal cargó las tintas contra el delegado del Gobierno, el socialista Javier Losada, al que Vox ha denunciado judicialmente por permitir protestas de radicales en las inmediaciones de sus actos públicos. Ayer no fue una excepción, aunque los protestantes tenían poco de «sujetos mafiosos» y bastante de estudiantes de secundaria. «No son más que matones» a las órdenes de Losada, acusó el presidente de Vox, «deberían ser debidamente identificados y disueltos. Iba a decir a pelotazos, pero no hace falta , porque a la primera porra que asome salen todos corriendo».
Clásicos básicos
Vox no trae un discurso específico para las autonómicas gallegas «porque nosotros decimos lo mismo aquí que en País Vasco» . Así, le vale con proclamas genéricas para defender a los sectores productivos, las industrias y los trabajadores gallegos. Con ese punto de partida, Abascal se entregó a su público para darle lo que querían, las apelaciones de sobra conocidas de Vox como desafiante «del consenso de la izquierda, la dictadura de la corrección política, el ecologismo ultra y el feminismo supremacista». «Si crispar es defender nuestras ideas y convicciones, crisparemos todo lo que haga falta» , al tiempo que previno contra «la división, la ruina y la tiranía» que «garantizan el gobierno social comunista» de PSOE y Unidas Podemos.
Por último, cargó contra unos sindicatos «ideologizados, corruptos e inútiles que solo obedecen al poder que les entrega subvenciones», y frente a ellos surgirá en septiembre «un sindicato de trabajadores anticomunistas» que «no estará al servicio de ningún partido» . Ni de Vox, claro está, aunque ese punto no lo desarrolló, si bien pronosticó que «arreciarán las amenazas, los estigmas y los ataques» contra su partido.
Abascal —que apenas intervino quince minutos— planteó que este día 12 Galicia «mira con un ojo a la izquierda y con otro al nacionalismo», espacio donde Vox sitúa al PP. «¿Quereis que Galicia se convierta en Cataluña?», preguntó a los asistentes el cabeza de lista por La Coruña, Ricardo Morado, que denunció «la deriva nacionalista» de Alberto Núñez Feijóo con medias verdades como la imposición del gallego en las oposiciones. «El día 12 los gallegos tendrán la oportunidad que ya tuvieron los andaluces, cuando pulverizamos todos los pronósticos electorales y Vox tuvo que llegar para que hubiera cambio político» en Andalucía», recordó Abascal, «¡adelante españoles de Ribeira!». Sonó el himno, luego un sinfín de fotos y mientras tanto, la carpa de merchandising no paraba de vender pulseras y mascarillas del partido. Seguía haciendo tiempo de playa...
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