ELECCIONES EN GALICIA 2016

Leiceaga rescata a Touriño y se erige en continuador de su trabajo en la Xunta

El candidato dice que «la disyuntiva está entre la buena y la mala política»

Leiceaga, durante un encuentro con militantes en La Coruña FLICKR PSDEG

MARCOS SUEIRO

Tras una ausencia prolongada al fin llegó la foto buscada y Leiceaga posó con el expresidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño , en un desayuno informativo en el Hostal de los Reyes Católicos. El candidato recibió la bendición del último referente socialista en la Xunta. Primero recordó que le había puesto matrícula de honor y a continuación aseguró: «Tiene un compromiso pleno de lealtad con el país, tiene proyecto y solvencia acreditada». Pero Touriño no se emocionó y se limitó a la corrección obligada ante la sociedad civil .

La presencia del exmandatario fue clave y alentadora para el candidato. Buscó desde el comienzo el respaldo de González Laxe y de Pérez Touriño, pero el último titular de la Xunta tiene predilección por el perdedor de las primarias , José Luis Méndez Romeu. Después cumplió con su papel y se arropó puntualmente al claro vencedor de las elecciones internas. Y tras la presentación, Leiceaga recetó sus medidas para la «recuperación económica» que pasan por un «apoyo decidido a los sectores productivos y en una recuperación de los servicios públicos».

«Las cifras son demoledoras», y cree que es necesario mejorar la gestión del PP, tras haber dejado «más endeudamiento, menos crecimiento, menos empleo y menos inversión en la Administración gallega». Para combatir estas variables, el programa del PSdeG pretende «aprovechar mejor las potencialidades de Galicia» y centrarse en ejes concretos como una nueva política económica basada en la reindustrialización y la innovación, además de impulsar la agenda social y transformar la función pública para hacerla más «eficaz».

Sin embargo, la obsesión de Leiceaga es transmitir que «el PSOE es el cambio sensato, moderado» . Lo repitió en Santiago, Ferrol, Noia y La Coruña. Además, dijo: «Si hay alguna posibilidad de cambio, ese voto pasa por el PSdeG». El candidato aclaró: «Un cambio desde los valores progresistas, pero sin aventuras; con estabilidad, firmeza y decisión, pero con moderación». Lo que no cambia en el discurso es el blindaje al que somete a En Marea. Incluso matiza a los periodistas cuando se le pregunta por «la coalición con Podemos», apuntando que «que yo sepa Podemos no se presenta» . En todo caso, parece que tiene claro, como señaló en Orense, que «dentro de 100 años seguiremos aquí cuando otros sean un mero recuerdo del pasado», y añadió que «la disyuntiva no está entre la nueva y la vieja política, sino entre la buena y la mala política».

La sucesión de mitines provoca una acumulación de mensajes que se aderezan con las presencias y las ausencias. En Orense, casi estaban todos, y especialmente sonriente la secretaria de Organización, María Quintas , accedió a la petición de la cabeza de lista Noela Blanco de subir al atril. La número uno desgastó su hilo de voz en arremeter con mucha «dureza» contra Manuel Baltar, y la exdiputada Laura Seara , desde las escaleras de la Catedral, la aplaudía con complicidad.

El mitin puso fin al reencuentro de familias y los grupos se marcharon divididos hasta el domingo.

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