Casado, Feijóo y Rajoy exhiben unidad interna para enviar un mensaje de fortaleza en el PP
El presidente nacional aparca la tensión política de Madrid con un mensaje de moderación y diálogo en la campaña gallega
El PP volvió ayer a la Plaza de Toros de Pontevedra con un cartel de unidad interna: Mariano Rajoy, Alberto Núñez Feijóo y Pablo Casado , juntos para revalidar la mayoría absoluta el próximo 12 de julio. Será el primer examen electoral al que se presenten los partidos tras la crisis de la pandemia, junto al País Vasco. Una victoria rotunda en Galicia, como pronostican las encuestas, sería el primer castigo a la gestión de Sánchez, según lo ven los populares, pero también un refuerzo del liderazgo de Feijóo y, según advirtió Casado, serviría para «catapultar» al PP a La Moncloa.
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El presidente del PP tiene claro que las victorias en Galicia siempre han impulsado al partido en el conjunto de España. Ocurrió con las primeras mayorías absolutas de Fraga , en 1989 y 1993, que abrieron el camino al PP hacia La Moncloa en 1996 y antes en otras comunidades y ayuntamientos, y más tarde cuando Feijóo ganó por primera vez en 2009, preludio del triunfo de Rajoy en 2011, según los populares. Por eso, Casado quiere pensar que esta vez ocurrirá lo mismo, y una gran victoria el 12-J, la cuarta mayoría absoluta de Feijóo, se vería también como el primer gran castigo al PSOE tras la gestión de la crisis y reforzaría el proyecto nacional del PP.
Pacto por la sanidad
En tierra gallegas, Casado aparcó la tensión política que se vive en Madrid, para no desentonar con la campaña de Feijóo, de corte presidencialista y moderada, con nula crispación. El líder del PP nacional expresó su voluntad de «remar todos juntos y tender la mano», pero sin dejar de decir lo que España necesita «para salir del atolladero». Casado confía en que pueda lograr un pacto de Estado por la sanidad, una tarea que ha encomendado a Ana Pastor, presente en el coso taurino.
Con un PSOE que no levanta cabeza en Galicia , y un respaldo de Ferraz y de Sánchez a su candidato bastante discreto, el PP quiso transmitir un mensaje de unidad interna con la foto de Casado, Feijóo y Rajoy juntos. «Tenemos el mismo discurso», señalaron fuentes del equipo del presidente nacional del partido, que negaron toda discrepancia con el líder gallego.
La Plaza de Toros de Pontevedra es uno de los lugares más emblemáticos para el PP. Feijóo siempre inició sus campañas ahí, ante unas diez mil personas que abarrotaban el graderío y el coso y suponían un «chute de moral», como recordaron ayer. Pero en esta ocasión fue diferente por el riesgo del coronavirus . Apenas 300 personas pudieron acudir por las medidas de seguridad de distancia personal.
Ovación para Rajoy
La ovación del día fue para Rajoy, que «toreaba» en casa. «No soy candidato a nada y no estoy en la política activa, pero me gusta estar aquí, porque me sigue importando lo que pasa en Galicia, en España, y creo en mi partido y sus candidatos», explicó el expresidente, que no mencionó a Sánchez ni una sola vez. Tampoco hizo falta, porque sus elogios a Feijóo fueron, por contraste, críticas directas el presidente del Gobierno.
Rajoy destacó por encima de todo la «serenidad», la tranquilidad y la buena gestión de Feijóo en los momentos más difíciles. Algo, apuntó, que no puede decirse de otros gobiernos. Resaltó de forma especial que el aspirante a la reelección sea un político que une, y no que separa, que apuesta por la integración y por sumar, y no por la división. «No hace política doctrinaria ni sectaria, porque no lo es», sentenció el gallego.
Mensaje de moderación
En su intervención, Feijóo desgranó las claves de su campaña : la apelación constante a la moderación en tiempos de crispación, la reivindicación de la experiencia en la gestión en mitad de una crisis económica que sobreviene feroz, la unidad de la sociedad frente a la dialéctica de los partidos. «Esto no es una cuestión de partidos, siglas o logotipos», aseguró, «esto es una cuestión de prioridades, y mi prioridad es Galicia, Galicia y Galicia».
«Dicen que si soy de la ultraderecha mesetaria, o que si soy el progre de los progres; que si soy nacionalista o todo lo contrario», bromeó Feijóo, «en las campañas electorales se puede leer de todo y no me preocupa mucho». «Después de tanto tiempo, los gallegos ya me conocen. Saben cuál es mi partido y yo sé cuál es mi partido», advirtió. «Si a alguien le molesta que mi prioridad sea Galicia, el problema no lo tengo yo, sino esa persona».
El aspirante popular puso «por delante de cualquier cosa, la protección de los ciudadanos» ante los efectos de la pandemia . «Por eso colaboré con el Gobierno de España, me guste o no, y no doy ninguna exclusiva si digo que no me gusta», matizó, «porque probablemente sea el peor Gobierno que ha tenido España». «Pero por delante de mis gustos y preferencias, está mi compromiso con la recuperación económica de nuestro país, el mantenimiento y la solvencia de los servicios públicos, la continuidad de las pensiones y el apoyo a las personas que se están quedando sin nada». «Y después de todo esto, están los partidos», añadió, «y mi partido lo sabe, lo acepta y lo valora; por eso es mi partido, el PP».
Feijóo hizo un llamamiento para unir en las urnas a «la mayoría que prefiere el entendimiento al enfrentamiento, la moderación frente a posturas extremas, la experiencia frente experimentos».
