El alivio de la izquierda en Galicia

El mayor problema de la izquierda en Galicia son ellos mismos y lo peor que les podría pasar es tener que ponerse de acuerdo para formar un gobierno alternativo al de Feijóo si el PPdeG no consigue mayoría absoluta el día 12 de julio.

El cambio es posible, dicen, y recuerdan experiencias como el tripartito de Laxe o el bipartito de Touriño y Quintana, pero obvian que en 2020 todos tienen ya el culo pelado y saben que los pactos los carga el diablo. Benefician a quien lleva el volante y perjudican a los que tienen que hacer de pasajeros.

El entendimiento entre PSOE y BNG es bastante bueno, gobiernan juntos en algunos concellos, pero cuando hablamos de Podemos y las mareas ‘cambiache o conto’. Juntar a los que se fueron del Bloque con los que se quedaron es difícil, muy difícil (hay cosas que no se perdonan) y el ‘xuntoiro’ Galicia en Común-PSOE funciona en el gobierno de la Nación pero aquí no acaban de llevarse bien. Amiguitos sí, pero la izquierda soy yo. Si a eso le sumas la querencia de Podemos por hacer gobierno y oposición a la vez, tienes ya el jaleo montado.

La posibilidad de un gobierno en minoría con apoyos en la investidura y en momentos puntuales es inviable porque no hay una opción clara que domine sobre las demás. El CIS con la cocina de Tezanos pronosticaba esta semana solo 2 puntos de ventaja para los socialistas sobre los nacionalistas. No veo a Ana Pontón resignándose a hacer los coros a Gonzalo Caballero en el caso de una victoria tan justa.

De verdad que tener que ponerse de acuerdo para gobernar ahora es lo peor que les puede pasar. Al final, si Alberto Núñez Feijóo consigue su cuarta mayoría absoluta (que nada está hecho) va a ser un alivio para muchos, y no solo en el Partido Popular.

Y por cierto, no estaría mal que durante esta campaña aclaren el modo que tendrían de gobernar juntos si tienen posibilidad . Porque mucho el cambio está al alcance de las manos, pero no dicen cómo.