Prueba de estrés para la derecha constitucionalista catalana el 14-F
Las encuestas electorales auguran que el espacio catalán de Cs, PP y Vox se achicará
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
El acto de mayor calado intelectual en el espacio de la derecha constitucionalista catalana, en la campaña electoral del 14 de febrero, se vivió ayer en Barcelona. Alejandro Fernández , presidente del PP catalán y candidato a la presidencia de la Generalitat, consiguió aunar a Alejo Vidal-Quadras y Cayetana Álvarez de Toledo para alertar de las consecuencias que producen en las sociedades democráticas y modernas el «populismo» y el «nacionalismo».
Para algunos especialistas en la materia, Cataluña sería una especie de laboratorio. « El populismo acaba por destrozarlo todo. En Cataluña, desde 2012 , sufrimos el nacional-populismo », señaló Fernández.El mitin, en el hotel Miramar, muy poco al uso, evidenció la pugna que mantienen los populares con Cs y Vox por un espacio electoral que en no pocos asuntos, sobre todo en Cataluña, convergen. No solo por el achique del espacio, si tenemos en cuenta las encuestas, sino también por el fondo ideológico y cultural que se manifiesta en las constantes discrepancias entre los tres partidos.
Pero también por ese achique. Los 40 escaños que dejan la suma de Cs y PP en el Parlamento autonómico saliente podrían convertirse en la nueva Cámara legislativa regional en 26 o 28 escaños (según el sondeo de la Generalitat de finales de enero), sumando los escaños de las tres formaciones. Mal augurio. Con la mirada puesta en el 14-F y el objetivo a medio y largo plazos, Fernández y Álvarez de Toledo alertaron de que la transición llevó a España de la dictadura a la democracia, pero todavía falta «superar la idea de la Nación identitaria para reivindicar la Nación cívica». Un tránsito que ni PSOE ni PSC, en su opinión, quieren llevar a cabo. No solo eso. La diputada por Barcelona en el Congreso añadió: «Pedro Sánchez quiere poner en marcha una nueva Constitución . Quiere adecuar España a la medida de los independentistas. España no es homogénea ni esencialista, pero la solución no pasa por más nacionalismo».
Las palabras de los populares se dirigieron, por un lado, contra el PSOE y el PSC ( «el catalanista moderado no existe» y «la vía Illa es contra la Constitución y quiere su mutación» , dijo Álvarez de Toledo), pero también como parte del argumentario de fondo en la pugna con Vox, principalmente, y Cs. Así, Fernández reivindicó «los valores» de la Unión Europea, que están recogidos en la Constitución española: «La solución a lo que tenemos, en Cataluña y fuera, está en la Constitución. España es la convivencia de distintas tradiciones, folclores, lenguas...».
«Fuego amigo»
En este doble marco (electoral y cultural), la participación de Vidal-Quadras en un mitin del PP cobró más fuerza. Ex presidente del PP catalán, ex eurodiputado con los populares y fundador de Vox, Vidal-Quadras dejó claro, desde el inicio de su intervención, que su participación en el acto (por videoconferencia) se debía, fundamentalmente, a su «confianza», «amistad» y «coincidencia de principios» con Fernández, al que llegó a calificar como «discípulo» y «reflejo» suyo . Eso sí, el que fuera azote de Jordi Pujol, antes de que el pacto del Majestic de 1996 entre el PP y CiU se lo llevase por delante y a Europa, no dudó en lamentar que la lucha de los populares en Cataluña, ya desde su época de dirigente del PP catalán, ha contado siempre con «fuego amigo». Un «fuego amigo» que no concretó, pero que se pudo interpretar como las decisiones que se adoptan desde el PP nacional para intentar constantemente contentar al nacionalismo, ahora mutado en independentismo.
Un «fuego amigo» al que ahora se suma la fragmentación de la oferta en la derecha constitucionalista catalana. «Me gustaría luchar contra el totalitarismo independentista y el extremismo dogmático de izquierdas, aunque sea de vez en cuando, sin el fuego amigo y el ataque por la espalda», añadió Vidal-Quadras.
Movilización y reagrupación
Todas las encuestas dan una caída en escaños para la suma de Cs, PP y Vox en el próximo Parlamento de Cataluña, en una comunidad en la que hay que tener en cuenta que en el eje izquierda-derecha a esos tres partidos hay que sumar el PDECat y lo que sociológicamente arranca en estos comicios bajo el nombre de Junts.
Estas últimas dos formaciones heredan lo que en su día fue CiU. Frente a esta dispersión en la oferta política, ayer, Álvarez de Toledo reiteró la necesidad de «movilizar» y «reagrupar» el voto del espacio de la derecha constitucionalista catalana en la lista que encabeza Alejandro Fernández el 14-F. Y recordó a Torcuato Fernández-Miranda, protagonista de la transición e ideólogo del cambio a la democracia con el ya mítico de «la ley a la ley», cuando defendió que «las pasiones y los sentimientos no pactan, solo se pacta desde la razón».El espacio compartido por Cs, PP y Vox tendrá en los comicios catalanes de la semana que viene una auténtica prueba de estrés. Una reválida para Cs y PP (Vox llega nuevo) con consecuencias imprevisibles en Alcalá y Génova.
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