Resultados elecciones catalanas
Por qué los constitucionalistas ganan en votos pero no en escaños
El decreto, aprobado por Tarradellas en 1980, infrarrepresentaba Barcelona a favor de circunscripciones históricamente nacionalistas
Los resultados de las Elecciones en Cataluña este 21-D llevan una pregunta habitual: ¿Por qué si unos partidos tienen más votos que otros ganan menos escaños? En este caso, el bloque constitucionalista (Ciudadanos-PP-PSC) gana en votos al bloque independentista (Junts Per Catalunya-Esquerra Republicana-CUP). Sin embargo, a la hora de repartir los escaños del parlamento catalán, los segundos podrían sumar mayoría absoluta.
[Sigue aquí en directo el recuento de votos]
Para buscar una explicación hay que remontarse a 1980. El entonces presidente Tarradellas firmó un decreto transitorio de cara a las primeras elecciones autonómicas. Pero casi 40 años después, dicho decreto sigue en vigor. Y la distribución de escaños entre las circunscripciones electorales (Lérida, Gerona, Barcelona y Tarragona) se mantiene de forma que infrarrepresenta a provincias como Barcelona para sobrerrepresentar a otras como Gerona. Es decir, las provincias históricamente más nacionalistas tienen mayor representación parlamentaria.
Con ese reparto, la provincia con mayor censo electoral , Barcelona (un 77%), tiene derecho a elegir al 63% de los diputados. Un lastre para las fuerzas constitucionalistas como Ciudadanos o el Partido Popular , que tienen en dicha circunscripción su mayor nicho de votantes. En contraposición, Lérida, donde viven el 5,7% de los catalanes, decide el 11% de los representantes.
La ley D'Hont
En Cataluña, como en el resto de España, se utiliza el sistema D'Hont para el reparto de escaños parlamentarios. Un cálculo matemático que solo tiene en cuenta a los partidos que alcancen un mínimo del 3% del voto de su circunscripción. Por eso, es muy criticado entre los partidos minoritarios, ya que entienden que se enfrentan a más trabas para conseguir representación.
A la hora de hacer los cálculos, se establece la siguiente lista: número de votos dividido entre uno, número de votos dividido entre dos, número de votos dividido entre tres... Sucesivamente hasta el reparto total de escaños.
El mayor cociente recibe el primer escaño, el segundo con mayor cociente recibe el segundo... Así hasta repartirlos todos. Por eso, los partidos minoritarios suelen disputarse los escaños con los partidos mayoritarios, en vez de luchar contra agrupaciones más cercanas en votos.
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