El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, y el presidente de ERC y número cinco de la candidatura Junts pel Sí, Oriol Junqueras, celebrarán un cara a cara en el canal privado 8TV –perteneciente al grupo Godó– el próximo 23 de septiembre, para debatir sobre las consecuencias de una declaración de independencia en Cataluña. El debate ha generado malestar e inquietud en las filas populares, especialmente entre los responsbles del PP en Cataluña, que ven debilitados sus intentos de hacer una campaña muy pegada al candidato Xavier García Albiol.

Fuentes populares mostraron su intranquilidad por lo que consideran un «despropósito», máxime cuando sitúa al titular de Exteriores en pie de igualdad con quienes defienden la idea de una nación catalana. El ministro ya fue causante de otro momento tenso en el partido la semana pasada, cuando abogó por una reforma constitucional para «encajar el hecho catalán». Desde el partido y desde el Gobierno se explicó entonces que sus palabras eran sólo «opiniones personales».

«Frivolidad»

La cita entre Margallo y Junqueras comenzó a fraguarse el pasado 10 de septiembre, cuando éste retó al ministro a especificar en qué tratado o directiva europea se dice que una Cataluña independiente quedaría fuera de la Unión Europea. En declaraciones a Efe, Margallo le invitó a un debate público sobre la reacción internacional ante una hipotética independencia de Cataluña, a lo que Junqueras respondió inmediatamente recogiendo el guante. El debate televisivo se celebrará a cuatro días de las elecciones catalanas. Junqueras considera «muy positivo» que sea precisamente el ministro de Asuntos Exteriores quien asuma ese debate porque legitima la futura «condición de Estado» para Cataluña.

El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, cree que «este debate lo tiene muy ganado el ministro, va con argumentos muy poderosos. Si tuviera que defender la posición contraria, yo esquivaría el debate».

El cabeza de lista de Junts pel Sí, Raül Romeva, considera que existe una «obsesión por decir que (Cataluña) quedará fuera de todas las realidades», cuando «ni a España ni a Europa» les interesaría que el territorio catalán quedase aislado. Por contra, el vicesecretario de organización y electoral del PP, Fernando Martínez Maillo, advirtió en Terrassa (Barcelona) que si una «hipotética» Cataluña independiente pidiera entrar a la UE, «no solamente» España vetaría su entrada.

Para el candidato de UDC, Ramon Espadaler, desde Junts pel sí se trata con «frivolidad» la posibilidad de que Cataluña salga de la UE. Y David Fernández, de la CUP, tildó de «indeseable» que «Israel, la “City” de Londres y Berlín» sean aliados de una eventual República Catalana si «el precio de este apoyo es el silencio» de los catalanes.