Elecciones Andalucía 2022
La izquierda ya no tiene quien le cante: la canción protesta pierde fuerza en las campañas
De la actuación en vivo de Carlos Cano en la Transición a la música instrumental en los mítines actuales
Elecciones en Andalucía 2022, en directo
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Ronda, junio de 1977, Carlos Cano canta por primera vez el himno de Andalucía en un mitin del PSA. Jaén, junio de 2022, música instrumental envuelve el arranque electoral de Juan Espadas , candidato del PSOE a la presidencia de la Junta. La canción protesta como factor movilizador de la izquierda ha desaparecido en gran parte de la escenografía de campaña.
«La canción protesta ya no interesa a los políticos», aclara Jesús Barroso , miembro fundador del grupo jiennense Andaraje , que en tiempos más comprometidos actuó en mítines fiesta del PCE, del PSOE y del Partido Andalucista con coplas que decían cosas como esta: «Si cuatro pillos supieran / lo que cuesta trabajar/ no abusarían del pobre/ ni tampoco del jornal».
Andaraje sigue en activo 50 años después de su fundación, pero Barroso no enmarca al grupo en el ámbito temático de la canción protesta sino en el del folklore. «Hubo una especie de cisma al principio entre los que se inclinaban por la poesía social y los que lo hacíamos por la música tradicional». Tradicional, pero no aséptica, puntualiza. Al igual que la de Jarcha .
Jarcha es el Suresnes de la canción protesta, la piedra en el zapato del marxismo melódico. Sin situarse en el centro político la banda onubense apostó por la concordia en lo musical en Libertad sin ira , el Lalalá de la Transición. Esto, a pesar de que era un grupo muy reivindicativo que versionaba poemas de García Lorca , Blas de Otero , Rafael Alberti y Miguel Hernández .
La potencia simbólica de Libertad sin ira es similar a la de Tiene que llover , la canción metáfora de Pablo Guerrero sobre el fin del franquismo que el propio autor interpretaba en mítines de la izquierda, de donde también han desaparecido las trencas y, en palabras del cofundador de Andaraje, el nudo en el estómago que generaba en el público la actuación en vivo de los cantautores.
Para Barroso la desaparición de la canción protesta evidencia, en lo emocional, la enfermedad terminal de una sociedad que apenas se inmuta ante la injusticia social. Nada que ver, añade, con la época en la que surge en Granada el Manifiesto Canción del Sur, un movimiento cultural que contó entre sus miembros con Cano, Sabina y Aute .
El impulsor del Manifiesto, Juan de Loxa , pretendió constituir un movimiento autóctono de canción protesta en una tierra cuya izquierda mimó por identificación durante años a los cantautores. Ahora no reniega de ellos, pero no les sirven. Valga un ejemplo: el 10 de mayo de 2007 fue Malú quien dio un concierto en un multitudinario mitin del PSOE de Jaén. «Eso lo dice todo», concluye Barroso.
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