Sanders gana en Virginia Occidental y estira las primarias demócratas
El candidato socialista se apunta otra victoria que, aunque no le permite soñar con la remontada, muestra las debilidades de Hillary Clinton
En un estado con baja presencia de minorías y deprimido económicamente, Bernie Sanders volvió a mostrar las vergüenzas de la campaña de Hillary Clinton : el electorado demócrata blanco y que no es de clase alta da la espalda a la favorita demócrata. El senador por Vermont se impuso en las primarias de Virginia Occidental, después de anotarse otra victoria la semana anterior en otro estado de características demográficas similares, Indiana.
El resultado no cambia la marcha de la nominación del partido demócrata, que sigue casi asegurada para Clinton. Con cerca del 90% escrutado en Virginia Occidental, Sanders se imponía con un 51,3% de los votos , frente al 36,1% para Clinton. Por el sistema proporcional de reparto de delegados, Sanders apenas conseguirá remontar con este triunfo, y el recuento sigue igual, con una ventaja cómoda de cerca de 300 delegados para la ex secretaria de Estado.
Lo que la victoria sí proporciona es un nuevo empujón para Sanders , que volvió a prometer que peleará hasta por el último voto que se deposite, y mete presión a Clinton: ni puede centrarse en la pelea con Donald Trump, el que será candidato republicano, ni puede abandonar por completo la lucha interna con Sanders en las primarias demócratas.
«Hemos ganado ya en primarias y caucuses de 19 estados» , dijo Sanders pletórico en un mitin en Salem, Oregón, uno de los dos estados, junto a Kentucky, que votará el próximo martes. «Dejadme que sea lo más claro posible. Estamos en esta campaña para ganar la nominación demócrata», proclamó intentando compensar la inevitabilidad de Clinton como nominada, algo que ni siquiera Sanders puede negar.
«Lo que han dicho los habitantes de Virginia Occidental esta noche, y confío que también lo dirán los de Oregón, es que necesitamos una economía que funcione para todo el mundo, no solo para el 1% », pregonó.
«Todavía queda un sendero para la victoria», aseguró con optimismo, o, al menos, capacidad estratega. Lo cierto es que el calendario le favorece: Oregón y Kentucky son estados con un electorado que le favorece y que le permitirán seguir acosando a Clinton desde la izquierda hasta llegar a las primarias de California, el estado que más delegados reparte.
La ex secretaria de Estado optó por no hacer menciones a los resultados de Virginia Occidental en su mitin de ayer, celebrado en Kentucky. Clinton parecía sentenciada por los encuestas , desfavorables desde el principio, y por un comentario que hizo en marzo en el que aseguraba que sus planes para luchar contra el cambio climático iban «a dejar sin trabajo a muchos mineros y compañías del carbón». Virginia Occidental es un estado de gran tradición minera y empobrecido en parte por los cambios en la industria y por la presión contra este sector de la Administración Obama.
Clinton prefirió hablar de Trump y de los ataques que le llegan desde el partido republicano. Pero, ayer, el quebradero de cabeza era Sanders y su insistencia en alargar la pelea por la nominación lo máximo posible.
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