Sanders se crece ante Clinton tras su mejor noche de primarias
El senador por Vermont arrasa a su rival demócrata en tres estados, Washington, Alaska y Hawai
En abril de 2013, Nicolás Maduro reveló que el espíritu de Hugo Chávez, fallecido un mes antes, se le había aparecido en forma de un «pajarito chiquitico». Fue en el arranque de las elecciones de ese año, las que llevaron a Maduro a un sillón presidencial del que, a pesar de (o debido a) sus abusos, todavía no se ha bajado. El pasado viernes, en Portland (Oregón), otra ave se metió en política: un pájaro diminuto se subió al estrado en el que Bernie Sanders , el candidato demócrata a la presidencia de EE.UU., daba un mitin previo a las primarias en los estados de Washington, Alaska y Hawai de este sábado .
A Sanders solo le vale responder con victorias por goleadas en los estados que le son favorables
«Quizá hay algo de simbología en esto», reaccionó Sanders ante una ovación enfervorizada del público veinteañero. El senador por Vermont dijo que era una «paloma de la paz» y que había que «acabar con las guerras». Pero, con los resultados obtenidos al día siguiente, en los que Sanders arrasó a su rival, Hillary Clinton, podría entenderse también que su campaña presidencial estaba lista para echarse a volar.
El candidato de corte socialista consiguió un 73% de los votos en Washington, un 82% en Alaska y un 71% en Hawai. Fue su mejor noche en lo que va de campaña, con las victorias por amplio margen que son indispensables para recuperar la ventaja que Hillary Clinton ha obtenido en los estados del Sur.
La ex secretaria de Estado ha demostrado que tiene el favor del e lectorado negro y latino , clave para imponerse en las primarias y un hipotético asalto a la Casa Blanca en el próximo otoño. A Sanders solo le vale responder con victorias por goleadas en los estados que le son favorables -como los de este fin de semana- y confiar en que eso otorgue impulso a su candidatura en los estados decisivos que quedan por delante.
Victorias anunciadas
Los resultados de este fin de semana estaban en el libreto de las primarias, tanto para el equipo de Sanders como para el de Clinton. Son estados de corte progresista, con muy poca población negra -en Washington y Alaska, el 4%, en Hawai, el 3%- y en los que los delegados se eligen en caucus (asambleas). El discurso anti Wall Street de Sanders cala bien en este electorado y los datos muestran que el sistema de caucus -frente a unas primarias convencionales- beneficia al senador de Vermont: en ellos ha ganado a Clinton por una diferencia media de 26 puntos, mientras que la ex secretaria de Estado se ha impuesto en votaciones de primarias por una diferencia de 23 puntos. En los estados con menos de un 7% de población negra en el electorado demócrata, Sanders ha ganado por más de 30 puntos en lo que va de carrera electoral. Pero cuando el porcentaje va por encima del 7%, Clinton se ha impuesto por 26 puntos.
«Desde el primer día sabíamos que lo íbamos a tener difícil políticamente en el Sur profundo», dijo el sábado Sanders desde Wisconsin, donde el 5 de abril tendrá lugar la próxima cita electoral. «Pero sabíamos que las cosas mejorarían en el Oeste».
El senador por Vermont defendió que los resultados mostraban que su campaña está haciendo una «mella significativa» en el liderato de Clinton.
No dejéis que nadie os diga que no podemos ganar la nominación o las elecciones», Sanders exhortó a sus seguidores
«No dejéis que nadie os diga que no podemos ganar la nominación o las elecciones», Sanders exhortó a sus seguidores. «Vamos a hacer las dos cosas». Pero los analistas -y los datos- lo siguen diciendo: a pesar de que las victorias de este fin de semana son un espaldarazo anímico para Sanders, las primarias siguen cuesta arriba. Apenas quedan estados con sistema de caucus por delante y la demografía no le será tan favorable a Sanders. La diferencia en delegados en estos momentos -1.243 de Clinton frente a 975 de Sanders - es abultada y parece insalvable si se contabilizan los -superdelegados-, que son enviados por el partido demócrata a la convención donde se elegirá al nominado. Al contrario que los delegados, estos no tienen su voto comprometido hasta el final, pero por ahora se inclinan de forma abrumadora por Clinton: 469 apoyan a la ex secretaria de Estado, por 29 que darían su voto a Sanders.
Pero el socialista es optimista: «Hemos ganando en cinco de los últimos seis estados en juego, en todos ellos con gran ventaja», dijo ayer a la CNN, y confío en que, si encadena más victorias con la misma contundencia, los «superdelegados» cambiarán de bando: «Creo que cuando se den cuenta de que, encuesta tras encuesta, nosotros le ganaríamos a Trump por márgenes más amplios que Clinton, muchos de esos ‘superdelegados’ cambiarán de posición».
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