Ramón Rovira: «Las televisiones han hecho un negocio espectacular con Trump»

El autor de «Gracias, Estados Unidos» y excorresponsal de TV3 en Washington cree que los medios no han estado a la altura en estas elecciones

Ramón Rovira posa para ABC en Madrid José Ramón Ladra

Manuel Trillo

El periodista Ramón Rovira (Sils, Gerona, 1959) está convencido de la victoria de Hillary Clinton en las elecciones de EE.UU. Aunque cree que tanto ella como Donald Trump son dos «malos candidatos», está convencido de que la capacidad de «autodestrucción» del magnate neoyorquino acabará con él. Rovira, autor de «Gracias, Estados Unidos», recientemente publicado en Plataforma Editorial, fue corresponsal de TV3 en Washington durante seis años (1996-2001) y ha seguido de cerca las campañas estadounidenses. En la actualidad es director de comunicación de Banco Sabadell.

[Sique en directo la jornada electoral en EE.UU.]

A su juicio, los medios no han estado esta vez a la altura, especialmente las televisiones, que han hecho «un negocio espectacular» con Trump. En todo caso, Rovira reconoce su admiración por este país que, en su opinión, ejerce como «estabilizador» del mundo, aunque en el libro no ignora sus aspectos más sombríos, como el racismo o la falta de un sistema de protección social suficiente.

¿Qué debe agradecerle el mundo a Estados Unidos?

En términos históricos, que nos ayudaran a superar las amenazas del totalitarismo nazi, el fascismo y el comunismo soviético. Es la gran superpotencia que merece más confianza. China ha avanzado en términos económicos, pero sigue siendo una dictadura; Rusia es muy grande, pero con pies de barro económicos y una democracia muy deteriorada, y Europa no tiene un pilar militar que ejerza un peso específico en el mundo y su proyecto político está en crisis. Si buscamos en el radar mundial, ¿quién nos queda? Hay que agradecer a Estados Unidos que siga encarnando los referentes en que se basa nuestro sistema de vida, nuestras bases democráticas y libertades.

Su libro arranca con la afirmación de un taxista de que en Estados Unidos se da lo mejor y lo peor del mundo. ¿Qué es a su juicio lo más positivo y lo más negativo?

Lo mejor, la meritocracia y la capacidad de reinvención del país. Una persona que se esfuerce, tenga suerte y esté en condiciones de ofrecer una idea nueva, tiene posibilidades de triunfar. Y lo peor, que no ha conseguido superar el tema del racismo, que pesa muchísimo. Y luego, la ausencia de una red de protección social sólida para atender a las personas que no pueden seguir el ritmo frenético que impone la competitividad del sistema.

En cuanto al papel de Estados Unidos en el mundo. ¿Cuáles son las amenazas mundiales por las que conviene que este país exista tal como es?

Muchísimas. El Pacífico va a ser el gran teatro de operaciones en un futuro inmediato y ahí se van a dirimir la confrontación entre los dos grandes bloques, Estados Unidos y China. Filipinas, si no cambia de opinión Duterte, se va a pasar al lado de China, un cambio radical y una alteración del tablero de consecuencias imprevisibles. Otro factor importante es el terrorismo de matriz islámica, al que desgraciadamente con la invasión de Irak se contribuyó a dar un empuje, que propició el nacimiento del Estado Islámico.

Hay otras espoletas abiertas: los países emergentes, el nuevo imperialismo soviético, Corea del Norte y Oriente Medio. Tenemos el mundo en convulsión permanente. A pesar de esto, si hacemos balance de los años en que EEUU lleva el timón del mundo, es el periodo de más prosperidad, en el que mayor número de personas han salido de la pobreza y en el que el número de muertos en conflictos bélicos se ha reducido de forma exponencial, que se podría atribuir a este estabilizador que es Estados Unidos, con sus luces y sombras.

La aspirante demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, en New Hampshire Afp

Si no existiera Estados Unidos, ¿estaríamos desamparados?

Supongo que aparecería alguien que ocuparía su espacio. Siempre es así, cuando se va un imperio viene otro. Un día se irá Estados Unidos, aunque no será mañana seguramente. Puede que China sea la primera potencia económica, pero está a años luz del factor determinante: la potencia militar. Por fortuna, Estados Unidos ha colaborado de forma determinante para mantener el sistema de valores del mundo occidental. Se podrían poner muchísimos peros, pero en el balance hay muchos más elementos positivos que negativos.

En la campaña electoral de EE.UU. se ha hablado de las capacidades de Donald Trump y Hillary Clinton como comandantes en jefe. ¿Cuál es su opinión?

Son dos malos candidatos, pero una mejor que otro. De todos los candidatos a la Casa Blanca de los últimos años, no ha habido nadie tan preparado como Hillary. ¿Qué le pasa? Que está más vista que el tebeo. Los americanos llevan 30 años viéndola en todos los papeles posibles, no siempre positivos. Es además arrogante, distante, codiciosa y comunica mal. Si tuviera que enfrentarse a McCain o Romney, no habría ganado. Ahora tiene muchas posibilidades de ser la primera presidenta de Estados Unidos. Si Trump no existiera, lo tendría que inventar. Parece diseñado por la compañía Bill & Hillary.

No ha habido ningún candidato tan preparado como Hillary Clinton. ¿Qué le pasa? Que está más vista que el tebeo

Es prácticamente imposible encontrar un candidato con una capacidad tan brutal de autodestruirse y cargarse su campaña. Nadie puede ser presidente sin el apoyo de los militares, y los retirados menos, homosexuales, mujeres, negros, mujeres, latinos, periodistas, jueces… No ha dejado títere con cabeza. Se ha enfrentado a los medios de comunicación de forma gratuita.

Los medios no han estado en esta campaña a la altura, porque le han reído las gracias. Sobre todo las televisiones, que han hecho un negocio espectacular, porque cada vez que salía en pantalla decía una barbaridad más gorda y aumentaban los índices de audiencia, y eso es más dinero para la caja. Un alto directivo de CBS llegó a decir: “Quizás sea malo para Estados Unidos, pero para la CBS es una bendición”. Les ha dado unos índices de audiencia que no veían en años.

¿Hasta qué punto va a quedar destrozado el Partido Republicano?

Ahora el Partido Republicano ha decidido que su salvación pasa por apartarse de Trump. Él dice una cosa absolutamente increíble: “Ya veré si acepto el resultado de las elecciones”. Habría que remontarse al siglo XIX, cuando las elecciones que ganó Lincoln desencadenaron la Guerra Civil porque en el otro lado no se aceptó el resultado. Es de una gravedad extrema.

¿Y eso va a dejar secuelas?

Hillary Clinton va a unir mucho al Partido Republicano y va a permitir que se recomponga

Sí, va a ser una catarsis para el Partido Republicano. Hillary les va a unir mucho, lo mejor que les puede pasar es ir a la oposición, al menos en la presidencia. Las consecuencias son tremendas a corto plazo, pero a medio le va a permitir recomponerse.

¿Cuál va a ser el papel de los hispanos en las elecciones?

Son la primera minoría del país. En general, han sido bastante conservadores, pero parece que eso va a cambiar, porque Trump los ha maltratado e insultado tanto que la reacción no puede ser más que decantarse por el contrario. En Florida, un estado clave, el peso del votante latino se va a notar en favor de Hillary, sin duda.

El candidato republicano, Donald Trump, en un acto de campaña en Virginia Efe

La democracia ha sido modelo para el mundo. A la vista del espectáculo que se está dando este año, ¿se ha deteriorado el sistema político?

El sistema no ha fallado ¿Qué es lo que ha fallado? Ha aparecido un personaje absolutamente inusual, sin experiencia política, un pobre hombre que ha creído que podía aplicar en política sistemas que le han dado resultado en sus empresas. Eso vale en Regional Preferente, pero no en el campeonato mundial, sobre todo cuando te enfrentas a los Clinton. Lo que ha sido diferente es un personaje que ha roto los esquemas. No estábamos acostumbrados en EE.UU. a un populismo a este extremo.

En el libro habla de un antiamericanismo en España mayor al de países de nuestro entorno. ¿Por qué es así?

El antiamericanismo está cambiando en las nuevas generaciones porque la gente joven ahora habla inglés

Es curioso, porque es el país que importa más americanismo, entre comillas: productos americanos, películas, series… Mucho más que ingleses, franceses o alemanes. En cambio existe, según las encuestas, antiamericanismo. Para las razones nos podemos remontar a la pérdida de Cuba, a que Estados Unidos no movió un dedo para quitar el régimen de Franco, a que no entramos en el Plan Marshall y, de modo más reciente, el trío de las Azores no ayudó.

Mi impresión es que esto está cambiando en las nuevas generaciones. Antes estudiábamos francés en el bachillerato y el inglés no estaba ni en el catálogo. Esto ha cambiado radicalmente y ahora la gente joven habla inglés, lo cual ha facilitado una aproximación a este país.

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