«¡Qué mujer tan repugnante!» y otros 9 momentos del debate
El gran titular fue la negativa de Trump a afirmar que aceptará cualquier resultado
1. Hillary, la «mujer repugnante». Trump tiene mucho terreno perdido en el voto femenino , y el debate de ayer tampoco le hará recuperar posiciones. En uno de sus momentos más desafortunados del debate, cuando Clinton atacaba sobre sus planes fiscales, el republicano la interrumpió con un «¡Qué mujer más repugnante!» , que le traerá quebraderos de cabeza las próximas semanas.
2. El «suspense» sobre la aceptación de resultados . El gran titular del debate fue la negativa de Trump a afirmar que aceptará cualquier resultado que salga de las urnas el próximo 8 de noviembre, una práctica tradicional en la democracia estadounidense. Ante la insistencia del presentador, Trump cerró la conversación con una broma : «Te dejaré en suspense».
3. La frontera y los «bad hombres». Aunque el candidato republicano sigue manteniendo su promesa de levantar un muro con México , ayer volvió a dar un ejemplo de la marcha atrás en su idea de la deportación masiva de inmigrantes indocumentados. Para desviar la atención, aseguró que expulsaría los «bad hombres», una expresión que hoy repetirá todo el país.
4. Baile de «títeres». Hubo intercambios de más sustancia que en anteriores debates , como, por ejemplo, en política internacional. Clinton sacó a relucir la presunta sintonía de Trump con Vladimir Putin y dijo que el presidente ruso preferiría a un «títere» como presidente de EE.UU. «¡Tú eres el títere!», contraatacó Trump con poca imaginación.
5. Trump, contento con el moderador. En el anterior debate, Trump protestó en varias ocasiones de que él tenía menos tiempo que Clinton y llegó a decir a los dos moderadores que el cara a cara era un «tres contra uno». Ayer, con Chris Wallace, de Fox News, estuvo mucho más contento. En varias ocasiones agradeció en el micrófono preguntas complicadas a Clinton, como algunas provenientes de las últimas revelaciones de WikiLeaks.
6. WikiLeaks, el azote de Hillary. Las revelaciones de WikiLeaks sobre diferentes aspectos de la campaña fue lo que más puso en apuros a Clinton. El moderador le preguntó por su defensa de «fronteras abiertas» en uno de los discursos en bancos que la demócrata no quiere divulgar y sobre las relaciones de la Fundación Clinton y Trump sacó a la palestra otras filtraciones sobre el presidente de su campaña, John Podesta.
7. Violencia en los mítines . No estuvo hábil Clinton al acusar a Trump de incitar a la violencia en sus mítines, justo después de que saliera a la luz un vídeo donde miembros de su campaña hablan de pagar a gente para causar incidentes en mítines republicanos. Trump lo aprovechó para atacar con el contenido de esos vídeos y la acusó de un «acto criminal».
8. Protagonismo para la Fundación Clinton . Ha habido que esperar al tercer debate para que cobrara protagonismo la Fundación Clinton, que se anticipaba, junto con el escándalo de los emails, como el gran talón de Aquiles de la candidata demócrata. Clinton trató de esconder el bulto como pudo cuando Wallace le preguntó sobre las últimas revelaciones sobre trato de favor a donantes de la fundación, pero Trump no dudó en calificarla de «organización criminal».
9. Los escándalos sexuales colean. El torrente de acusaciones de abusos sexuales que sufre Trump desde que se publicara un vídeo con lenguaje obsceno lo aprovechó Clinton para asestar uno de los ataques mejor armados . «Nadie tiene más respecto hacia las mujeres que yo», respondió Trump, pero ni el público presente en el escenario de la Universidad de Nevada, que tenía prohibido cualquier reacción, pudo evitar la risa .
10. Guiño al público conservador, el aborto. Trump, en su tercer matrimonio y acosado por escándalos sexuales, se apuntó un tanto con el voto conservador , que recela del multimillonario neoyorquino, pero que no puede ver a Clinton. Cuando el debate trataba el tema del aborto, Trump adoptó un punto emocional: «Sacar al niño de la tripa de su madre en el noveno mes, en el último día… No es aceptable. Hillary podrá decir que está bien, pero yo no lo creo así».
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