Clinton espera que hispanos y afroamericanos salven su carrera

El socialista Sanders logra la segunda mayor victoria de la historia en unas primarias en New Hampshire

La aspirante demócrata sólo venció en los grupos de mayores de 65 años, no blancos y familias con ingresos altos

Sanders, en uno de los últimos mítines en New Hampshire EFE

MANUEL ERICE

La aplastante victoria en New Hampshire, por 22 puntos (60%-38%), ha convertido en posibilidad real el sueño de Bernie Sanders, compartido por los miles de jóvenes que le siguen, de alcanzar la nominación demócrata en julio. Lo que hace dos meses parecía una quimera frente a la casi inevitable candidata Clinton y a su poderosa maquinaria, tomó forma la noche del martes, cuando el veterano senador compartía el triunfo con sus fieles jóvenes en Concord, capital del estado.

Aún hoy, Hillary Clinton sigue siendo la favorita . Pero las derrotas no descontadas, las que superan todas las previsiones (y más en un estado donde la candidata había logrado vencer a Obama en 2008), hacen dudar y debilitan, al tiempo que fortalecen al rival. Carolina del Sur y Nevada, las próximas citas, se aparecen a la aspirante demócrata como tablas de salvación. Llegan los estados teóricamente más favorables para ella, donde las minorías pesan. El primero, de fuerte peso afroamericano; el segundo, con importante presencia de hispanos. Pero la teoría cada vez importa menos en estas inéditas primarias que han situado al frente del proceso a un millonario y a un socialista.

«Es sólo el comienzo de una carrera por todo el país en la que vamos a tener que pelear cada voto»

Hillary Clinton

Como aseguró ayer con la mejor expresión que pudo la exsecretaria de Estado, la campaña no puede parar: «Es sólo el comienzo de una carrera por todo el país en la que vamos a tener que pelear cada voto». Los expertos están de acuerdo en que superados Iowa y New Hampshire, es ahora cuando empieza de verdad la batalla electoral por todo el país. Pero el frío análisis de resultados en sus cuarteles generales en Brooklyn no pasará por alto algunos problemas de fondo que lastran a Clinton.

Golpe de timón

Su determinación de dar un golpe de timón al equipo de campaña, de la que informó ayer este periódico, no cambia la realidad. Casi totalmente alejada de los jóvenes, que en un 85%-15% se decantaron por Sanders en New Hamsphire, sólo ganó en los grupos de mayores de 65 años, de los no blancos y de aquellas familias con ingresos de 200.000 dólares al año o más, según la encuesta a pie de urna difundid por CNN. También perdió Clinton entre las mujeres, una de sus presuntas bazas para lograr la victoria final, por 55% a 45%.

Pero no es la única variable de lo que puede ocurrir a partir de ahora, a medida que avance el largo camino hacia la nominación. Al acudir a las urnas, buena parte de los votantes demócratas se mueve en un dilema en torno a Clinton y Sanders. Que el 54% piense que su posible nominada no es honesta, como coinciden las encuestas, ya es una dificultad de por sí. Escollo que se agrava para la exsecretaria de Estado cuando se somete a una comparación con el senador por Vermont, cuya honestidad se percibe muy sólida a ojos de la gran mayoría de demócratas, con una ventaja a su favor de 90 a 10. Como refleja la encuesta realizada en New Hampshire, los votantes son conscientes de que Clinton tendría más opciones de ganar la elección presidencial, con un 80%-20%, y ofrece más experiencia que su rival, con una relación muy similar. Pero la candidata paga por ahora que en su dilema, el votante se está decantando más hacia la honestidad que hacia el pragmatismo de una posible victoria.

Como aseguraba el día de la votación Tom Meehan, psiquiatra de 68 años, «sé que Hillary tiene más opciones en noviembre, francamente, pero he decidido votar por quien yo quería , más que preocuparme ahora por noviembre». Una motivación que Sanders sabe alimentar cada una de las veces que denuncia que su contrincante cobró de Goldman Sachs, icono de Wall Street, 675.000 dólares por tres conferencias.

Bernie Sanders hizo historia en New Hampshire. Sólo John Fitzgerald Kennedy en 1960 había obtenido una diferencia tan amplia

Bernie Sanders hizo historia en New Hampshire. Sólo John Fitzgerald Kennedy en 1960 había obtenido una diferencia tan amplia en las primarias del estado del granito, frente Paul Fischer. Su ventaja es que un movimiento de origen utópico, como lo son algunas de sus propuestas, avanza con paso firme cada día que pasa. Un eufórico senador, convencido ahora de que la victoria es posible, hacía ya el primer guiño a las minorías de los próximos, sabedor de que posiblemente decidan la nominación: «Yo soy hijo de polacos». Y tenía previsto esta mañana un desayuno con el reverendo afroamericano Al Sharpton en el mítico restaurante Sylvia, en Harlem.

Los planes para Sanders pasan ahora por una intensa campaña en Nevada, donde los demócratas celebrarán caucus el 20 de febrero, y en Carolina del Sur, donde las primarias están fijadas para el 27 de este mes.

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