El dueño de los burdeles, traicionado por su hombre de confianza
Uno de los detenidos por el asesinato de Ángel Rodríguez en El Puerto es Alberto P. L., mano derecha de la víctima
Actualizado: GuardarLa muerte del empresario Ángel Rodríguez, gerente de varios clubes de alterne de Andalucía, puede resolverse policialmente en un tiempo récord. Agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaría de El Puerto detenían entre el martes y el miércoles a tres sospechosos del crimen y este jueves los ponían a disposición judicial.
Ni una semana han invertido los investigadores en esclarecer un asunto que nació con suficientes dosis de intriga para escribir una novela negra. Un cuerpo hallado en el maletero de un coche incendiado. La víctima, Ángel Rodríguez, un conocido empresario del negocio de la prostitución. La causa de la muerte, ejecución con un balazo en la cabeza. Tres sospechosos arrestados y entre ellos, el hombre de confianza del finado.
Esta crónica bien podría situarse en cualquier territorio hostil ocupado por triadas, maras, cárteles o la camorra. Sinaloa, Campania o Comayagüela. Pero la realidad ubica el arranque de este suceso en un diseminado de El Puerto, en la provincia de Cádiz.
Este jueves, los tres arrestados fueron trasladados a los juzgados portuenses sobre las doce del mediodía. Dos de ellos se taparon el rostro al salir del furgón policial, mientras que un tercero salía a cara descubierta. Los tres cubrieron el corto espacio hasta la entrada del edificio del polígono La Salinas custodiados por varios agentes.
Allí esperaban familiares de los sospechosos. De ellos pudieron oír algún grito de ánimo. Otros se quejaron de la presencia de la prensa, que estaba haciendo su trabajo tomando imágenes.
Sobre las 14.00 horas, la autoridad judicial ordenaba el ingreso en prisión de los tres detenidos, imputados por los delitos de homicidio y detención ilegal. Las fuentes oficiales de la Policía Nacional guardan silencio sobre el contenido de la investigación y las identidades de los sospechosos debido al secreto dictado por el juez.
Sin embargo, otras fuentes próximas al caso confirmaron a LA VOZ que al menos dos de ellos habían tenido relación laboral con la víctima. En concreto, uno fue su hombre de confianza. Se llama Alberto P. L. y fue encargado de los locales que gestionaba el empresario.
En 2013, cuando se produjo la redada en la que fue detenido Ángel Rodríguez y sus negocios clausurados temporalmente, Alberto era el jefe de la plantilla que trabajaba en el Platinium (Los Barrios). Personas que conocieron al fallecido lo describen como "el típico trabajador que fue ascendiendo de camarero hasta llegar a encargado".
La VOZ adelantaba el pasado viernes los problemas que habían llevado al cierre definitivo del burdel Oh! Palace en El Puerto y que podrían ser la clave del macabro desenlace.
La Justicia obligó al empresario a abandonar la finca donde se ubica el prostíbulo por impago del alquiler. Ángel sacó la maquinaria y mobiliario del local y lo trasladó a una nave de Jerez con ayuda de varios empleados, entre ellos Alberto P. L.
Según allegados de la víctima, estos trabajadores negociaron con los dueños de la finca para reabrir el club de alterne y lo hicieron a espaldas de Ángel. El empresario los denunció por haberse llevado el contenido de la nave para volver a acondicionar el prostíbulo.
Las mismas fuentes afirman que las dos partes, que estuvieron enfrentadas durante meses, podrían haber llegado a algún tipo de acuerdo para reactivar de nuevo el Oh! Palace, que no llegó a cuajar.
Quemaduras en la cara
Además de Alberto P. L., también han sido enviados a prisión un constructor que había sido socio de la víctima y un tercer sospechoso, que fue arrestado en Sevilla, y al que se le acusa de haber intentado destruir el cuerpo y borrar las huellas del crimen. La rápida actuación de la Policía confirmaría que no hizo un buen trabajo.
Este detenido presentaba quemaduras en su rostro, que han sido claves para confirmar su implicación. Al parecer, estas heridas se las produjo presuntamente al incendiar el vehículo donde apareció Ángel muerto.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, felicitaba al Cuerpo Nacional porque "no ha llegado a una semana el tiempo en el que el buen hacer de la Policía ha puesto en recaudo" a estas tres personas por su presunta implicación en los hechos.
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