El Puerto de Santa María puede perder su lonja de pescado

La veintena de empresas que componen el sector comercial de pescado de segunda venta al mercado mayorista han cumplido con su amenaza de abandonar la ciudad.

El motivo es que no serebajan las tasas que tienen que pagar por estar instalados en los terrenos de la Autoridad Portuaria en la margen izquierda del río Guadalete.

Tras una asamblea, la asociación de vendedores de pescado,Asoven, decidió por unanimidad continuar las negociaciones con Mercajerez para trasladar su actividad comercial a la vecina localidad y así abandonar el Mercado de Mayoristas de la Dársena pesquera.

Cabe recordar que las empresas instaladas en los terrenos de la Autoridad Portuaria tienen que pagar el 1,8% de lo vendido, más una tasa fija de 580 euros por disponer del espacio, algo que desde el colectivo comercial han considerado excesivo

ya que como expresan ellos también pagan las tasas de los puertos de origen del pescado.

Los integrantes de Asoven debatieron sobre las propuestas presentadas tanto por la Autoridad Portuaria como por Mercajerez. Según formularon desde Asoven, la Autoridad Portuaria propuso una bajada de la tasa de actividad «muy limitada» de un 0,3% y con un sistema escalonado en relación con las ventas conseguidas a lo largo del año.

Asimismo, explican que el plazo sería de un solo año, «ya que a finales de 2015 hay que renovar las autorizaciones administrativas y por lo tanto se tendrá que volver a negociar las tasas del siguiente trienio».

En relación a la propuesta de Mercajerez, los miembros de la asociación ven muchas ventajas, «es significativamente más económica». Además, desde el colectivo se valora la permanencia definitiva de la concesión y por tanto la posibilidad de poder adquirir derechos reales y poder crecer a nivel empresarial.

Mercajerez ha podido ofrecer a Asoven el pago único de 500 euros por disponer de un espacio.Desde la asociación se estima que el traslado de las 20 empresas podría mover alrededor de 1.000 puestos de trabajo de forma directa o indirecta entre las empresas auxiliares.

En relación a esto, tanto Asodeco, la asociación única y mayoritaria de compradores profesionales de productos pesqueros como la Asociación Nuevos Armadores, colectivo de buques de la flota de arrastre de la ciudad, han mostrado su desacuerdo en numerosas ocasiones, «el sector extractivo pesquero de El Puerto ni puede, ni debe ni desea en modo alguno realizar su actividad comercializadora en lugar ajeno a la dársena pesquera de El Puerto», explicaron en el último comunicado.

Un nuevo varapalo para el perjudicado muelle de la ciudad que poco a poco ve como su actividad continúa desapareciendo y que las reclamaciones del sector pesquero, como el dragado del río, siguen sin cumplirse.